Una estrella rota

Desde el alfeizar de la ventana

Es como sentirte fuera de lugar. Miras a tu alrededor y todos están concentrados en algo mas. Es como sentarte a ver un espectáculo tras la baranda. Puedes verlos a todos. Todos los puntos de vista. Pero nadie te ve a ti. Tu eres una ilusión proyectada ya sea en el futuro o en el pasado. Tu puedes ver el dolor de todos y ser como una voz en su cabeza tratando de ayudar. Pero todos los días te preguntas si vale la pena. Si sentir todo eso que sienten los demás realmente vale el dolor que tienes que vivir para ello. Llega el punto en el que ya nada te importa. Sigues ayudando a los demás por rutina, y soportando tu dolor por costumbre. La peor parte era que no podía culpar a nadie, porque yo era mi propio verdugo.