VII

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Desperté en un ¿hospital?

Estaba amarrada a una camilla blanca.

Miré a mi alrededor, y no vi nada.

Todo era negro.

Intenté levantarme pero no pude, estaba conectada a unas máquinas.

De repente un hombre de blanco, se paró frente a la camilla en la que yo estaba.

Me miró de pies a cabeza y anotó algo en una libreta.
Luego se fue.

¿Que es todo esto?

¡¡AYUDA!! -grité, intentando que alguien me escuchara.

Un lote de científicos con libretas y lápices, anotaron muchas cosas.

Otros revisaban la maquina a la que estaba conectada.

Uno de ellos se me hacía muy familiar.

Como si lo hubiera visto toda mi vida, pero no se quien es...

Ojos azules, castaño, y algo moreno...

Lucas... Nono...

Fred!!!!

Fred -dije, recordando que el era uno de los chicos que conocí gracias a los videojuegos.

El chico me miró, y me habló.

Hola Alex -me tomó de la mano e inyectó algo en mi brazo.

Luego de eso no recuerdo nada.

††luego de unas horas††

Desperté en medio de una habitación de color azul rey, mezclado con algunas manchas color rojo carmesí, como el color de la sangre...

Grité fuertemente, y me di cuenta de que estaba en una silla de madera, atada de manos.

Moví la silla un poco y me levanté, con la silla en mi trasero.

Salté y me tiré al piso, haciendo que la silla se rompiera como en las películas.

Como me gustaría ser la maldita rayis y que alguien (Jack) me viniera a rescatar.

Me desato las manos y busco algún interruptor para encender un candelabro que estaba en el techo.

Me apoyé en la pared, y con mis manos palpé el sector, en busca del objeto que encendía la luz.

Un vidrio, con el interruptor.

Lo que vi tras el vidrio no me gustó nada.

Un zombie comiéndose a una persona.

Se parecía a... Fred...

Ahogué un grito para no llamar la atención del zombie.

Pero, al parecer, se dio cuenta de mi presencia, gracias a la luz que emanaba del cuarto.

Corrió hacia el vidrio y chocó.

Se pegó ajajaja

Con su mano llena de la sangre de Fred, golpeó fuerte mente el vidrio, haciendo que se trizara.

Me asusté.

Tenía dos opciones.

1. Correr como cobarde.

2. Enfrentarlo y quebrarle el cuello.

Elegí la segunda.

Cuando el vidrio se quebró por completo, tomé un trozo, el más "grande", y apuñale al zombie.

Imaginé que esta era una escena de Call of Duty: Advance Warfare.

Y bueno, se parecía bastante, tengo que admitirlo.

Una puñalada....Dos....tres.......

**un par de minutos después**

Cincuenta y tres.... Cincuenta y cuatro..... Cincuenta y.....


Levanté mi vista y el Fred que conocía ya no estaba.

Era.... Uno de ellos.


Se acercó a mi....

Y me pasó de largo.

¡¡¡TIENE QUE SER UNA PINCHE PUTA BROMA!!! -grité, dios.

Si no me atacan de vuelta, no es divertido.

Fin del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora