Capítulo 5

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Connor y Chad eran demasiado divertidos y no dejaban fe hacer bromas mientras llevábamos a la cafetería.
Al entrar vi que la cafetería era enorme, estaba dividida en dos, el lado donde estaba el patio que estaba cerrado por el frío y el lado techado donde estaban todos. Chad y Connor me explicaron como estaban divididos los lugares, los de la esquina eran los de "las bancas" en otras palabras los populares los cuales de cada veinte solo dos caían bien a los demás los odiabas como si no hubiera mañana y eran dos secciones los de "las bancas", los de tercero y los de segundo, al parecer los de primero eran los que tenían que "reclamar" sus lugares.
Luego ya estaba todo normal algunos de primero comían a los lados o en medio, al igual que los de tercero y segundo. Chad y Connor encontraron un lugar al lado de las puertas donde daba el patio ahí estaba sentado un chico de color, por un momento pensé que era Clarck, pero sabía que no era él.
-Hayley tiene nueva victima- dijo Chad al chicoo que no conocía.
-Genial- dijo sonriendo.
-Matt él es Diego, Diego, Matt.
-¿Británico?- preguntó Diego
Asentí
Diego traía una camisa de un masical que se llamaba "If/Then" y una chamarra de otro musical que era "Finding Neverlad"
-Creo que te gustan los musicales- dije
-Decir que le gustan es muy poco, el dice que es teatro-sexual-dijo Connor
-¿Qué es teatro-sexual?
-No preguntes- dijeron los tres al mismo tiempo.
Así que me quede callado.
Connor y Chad tenían dieciséis años un año menos que yo (si, tengo diecisiete años, todo esto es por que perdí dos años de escuela pir estar cambiandome de lugar) me di cuenta de que era fácil distinguirlos solo por un pequeño detalle, Connor tenia una combinación de azul con verde y los ojos de Chad eran completamente azules, han vivido aquí desde que nacieron (Connecticut) y Diego, pues para mí él es caso perdido, ama Broadway como si no hubiera mañana, su sueño era ser un cantante de Broadway y ser un productor y ganar miles de Tonys (son como los premios Oscar pero de musicales) y para el era antes el trabajo que la su vida.
Unos momentos después llego Keira, Tiffanny y...Hayley, ella todavía no había notado mi presencia y empezó a hablar de musicales, terminaron gritando, Diego gritaba Sondheim es mejor y Hayley gritaba Webber es mejor reconocí de inmediato los nombres, Diego hablaba de Stephens Sondheim el había hecho "In to the woods" y "Company" y Hayley hablaba de Andrew Lloyd Webber, el había hecho "El fantasma de la ópera" y "Cats". Yo también amo los musicales (no tanto como Diego) y la verdad preferiría a Webber aunque me daba miedo decirlo porque pensar que tenia algo en común con ella daba miedo. Me quede callado todo el rato y pensaba salir corriendo para no estar cerca de ella y luego Hayley se dio cuenta de que yo estaba al otro lado de la mesa y se fue hecha una furia, Keira y Tiffanny la siguieron a otra mesa.
-Si que te odia- dijo Diego feliz.
-No le he hecho nada, dice que me odia desde el primer momento en el que me vio.
-Sin palabras - dijeron los tres al mismo tiempo.
Vi que Hayley estaba jugando con un cuchillo, ella si que estaba loca, la loca Hayley. En ese momento ya tenia un apodo para Hayley :Crazy-Hay.
La campana tocó y volvimos a nuestros salones Hayley me empujó bruscamente cuando pasamos al salón ya en clase no le hizo ningún caso a los profesores, exempto al de matemáticas y un poco al de ciencias pero en las demás clases ella se ponía a leer y los profesores tampoco le hacían caso a ella, así fue todo el día, no hay mas que decir. Cuando acabó la clase me fuei corriendo al autobús para ver si podía ganar un lugar rápido, pero Chad y Connor me retrasaron y para cuando subí al autobús Hayley ya estaba ahí y solo el lugar de a lado de ella estaba desocupado.
-Oh no, no te vas a sentar aquí - dijo ella.
Yo puse mi mochila al lado cansado y no le hice caso solo me senté a su lado haciendo que ella se enojará más.
Cuando ya la mitad de las personas se fueron ella se cambio de lugar y se puso a escuchar música cuando voletee a ver ella me enseño el dedo de en medio, minutos después ella se bajo y solo faltaba yo en el autobús.
Hayley y yo vivíamos muy cerca.

El lado buenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora