Maratón: Capítulo 29

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Narra Laura

Menudo problemon en el que me he metido.. Me esfume lo antes que pude de la presencia de los Mackenzie y fui a toda velocidad hacia "El lugar oscuro". Lo llamo así porque siempre esta oscuro y también porque él suele estar allí.

Atravieso el cementerio en silencio, por lo general me da escalofríos y mucho miedo atravesar el cementerio, debido a que los espiritus que no tuvieron una muerte justa no te dejan descansar en paz, pero como es de día voy un poquito más confiada.

Llego a una gran casa abandonada, destruida y silenciosa. Me incorporo dentro con los pelos de punta, esta casa siempre me da mala espina.

Enciendo una antorcha, bajo las escaleras hasta el sótano y prosigo por el gran pasillo subterráneo.

Todo estaba muy oscuro.. Finalmente, llego a la habitación sin luz mi destino.

Toco la puerta y digo:

- Siento la interrupción, pero ha ocurrido algo que seguro te importa.. - estaba nerviosa, le tengo un poco de miedo..

- Adelante - dice con su voz desafiante y a la vez dulce.

Abro la puerto y entro. Me quedo de pie en la entrada, y allí estaba él tan oscuro como siempre..

- ¿Y bien?

- Verás..cuando estaba en el parque me encontré con Sora o más bien ella me encontró a mi..

>> Y bueno..necesitaba una escusa de porque estoy aquí, le dije que mi tía se tenía que casar y pues me invitó a su boda. La escusa era buena pero aún así Sora no se lo trago.. Quiere venir a la boda para ver que es cierto.. - No encontraba palabras para contarle lo estúpida que fui por favor que no me mate, que no me mate.

- ¿Pensabas que podrías engañar a Sora con una escusa tan mala? Que estúpida.

- Lo siento mucho..

- ¿Cuando ha de ser la boda?

- Mañana a las 17:00, en donde sea todavía no les dí ninguna dirección.

- Bien, dejamelo a mi - sonríe de manera psicópata.

- S-Sí - asiento balbuceando, este tipo en verdad me da miedo.

Iba a ir hacia la salida.

- Será mejor para ti que no cometas otros errores, ¿No queras morir verdad? - sonríe de lado.

- No, no, no, te prometo que esto no volverá a ocurrir.

- Así me gusta, cierra la puerta al salir.

Asiento y salgo de la habitación casi corriendo. Ese tipo no es normal, siento lástima por Sora..

Narra Sora

Detrás del palacio es donde se encontraba el jardín, era enorme y sólo había rosas negras.

- Es precioso - digo entusiasmada.

- Hay aproximadamente unas 3050 rosas - explica Kai.

- Wooooow, como mola.. - estaba fascinando en colores.

- Me alegra que te guste - sonríe.

- Por cierto Kai, gracias por no haberme llevado a un hospital sea cual sea el motivo por el cuál no lo hiciste.

- No lo hice porque queda muy lejos y tú necesitabas atención de inmediato, ya que perdías mucha sangre, por eso como hice un curso de medicina hace tiempo, pensé en atenderte yo.

- Uaau, hiciste un curso de medicina. Tienes que enseñarme a curar gente.

- Claro, cuando las vacas vuelen.

Un día imprevistoWhere stories live. Discover now