Capítulo 11

71 7 0
                                    

Narra Jack
Estaba completamente helado de pies a cabeza. Y aún por encima Johnson no se daba prisa en vestirse.
-Johnson, joder, que vamos a llegar tarde!
-Tranquilizate Gilinsky, llegamos de sobra. Fijo que los demás aún no han llegado.
De nuestra casa a la vasa de los padres de Hayes, aún era un largo camino. Y si no nos poníamos ya en marcha, íbamos a ser los últimos. Además estaba deseando ver con todas mis fuerzas a Val. La añoraba.
Joder si lo hacía, más que nada en el mundo. Es perfecta, y lo mejor de todo es que es mía. Y solo mía.
Por fin, el idiots de Johnson acabo de prepararse y nos fuimos camino de la fiesta.
Al momento de entrar en el coche, recibí un mensaje de Val.
"Espero que te guste el color granate, será el color de ml vestido esta noche. Te quiere, Val"
Estaba ansioso por verla y ahora más. Esta chica cada día me volvía más loco.
Decidí no responderle de momento, no querría distraerme. Ella fijo que iba con Nate y Sammy en el coche. Por otra parte, Taylor iba con Aaron y Mahogany, y Dillon iba con John y Matt.
No íbamos a estar todos por desgracia, cada uno tenia tours y no concidian.
Nos pusimos en una hora y trece minutos exactamente. Solo estaba el precioso Jeep de Taylor en la entrada. Menos mal que no éramos los últimos.
-Wassup Gilinsky!- como no Mahogany ya gritando- te he echado de menos capullo. Vino corriendo a abrazarme.
Salude a los demás, junto con Lou, Hayes y la prima de Lou, Elena. No la había conocido. He de decir que es muy guapa. Pero no tanto como Val.
Estoy deseando verla.
Como si el tiempo me leyera el pensamiento, justo en ese momento el todoterreno de Nate aparcó al lado del mío. La vi bajar. Joder estaba preciosa. Se había recogido el pelo en una coleta alta. Ese vestido granate de verdad que era el mas sexy que había visto nunca. Tenia un ligero toque de maquillaje. No le hacia falta, estaba preciosa igual.
Miró a Nate como si le fuera a pedir permiso de algo. Y él lo que hizo fue, acelerar el paso.
Se plantó en frente mía y trague saliva porque no sabia como iban a ser las cosas.
Lo que hizo fue estrecharme la mano. Fue un momento incomodo pero me dio un fuerte abrazo después.
Era el turno de ella. Vino corriendo a junto mía y se lanzó a mis brazos.
Dios, como la quería.
Sin pretenderlo mis manos descendieron de sus caderas a su culo.
-Esas manos Gilinsky!
Era Nate. Solte una carcajada.
-Perdona hermano, fue sin querer.
Todos se echaron a reír y por fin empezó la fiesta de verdad.
No me separé de Val ni un solo segundo. Cada vez que tenia la oportunidad, le besaba el cuello, los hombros o su boca.

Siempre fuiste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora