Niña Mal (Rubius y tu)

Capitulo 8

Rubius se levantó inmediatamente muy nervioso.
Rubius: -¡Señor, No es lo que piensa! ¡Ella se me lanzó encima y...
TP: -Rubén, nos explicaste el incidente en la limusina y te creímos...pero ¡esto!
Rubius: -¡Se lo juro! ¡Yo tomo enserio mi trabajo!
TP: -¡_____(TN)! ¿Es cierto lo que dice Rubén?
TN: -Papi yo me quité la ropa para bañarme y justo cuando iba a entrar al baño, él se me lanzó encima y yo grité.
Rubius: -¡Eso no es verdad! ¡Tú te me lanzaste a mí!- se defendió.
TP: -Rubén, no quiero que esto esté pasando en el internado todos los días.
Rubius: -No será así, usted sabe como es su hija y como soy yo. Conoce la fama de cada uno, por favor.
Mi padre me miró dudoso y miró a Rubius.
TP: -____(TN) ¿Te gusta Rubén?
TN: -¿Queeee?
TP: -Ven- salió de la habitación, yo lo seguí.
TN: -¿Qué pasa?
TP: -No me engañes, princesa.
TN: -¡¡Papá!! ¡No me gusta! ¡Lo odio!
TP: -¿Y por qué tan pasión con ése ''odio''?
TN: -¿Cuál pasión?
TP: -Hagamos un trato.
TN: -Amo tus tratos, siempre gano algo caro- sonreí.
TP: -Ve al internado voluntariamente...
TN: -Ok, nada vale eso...-me volteé.
TP: -¿Ni vivir sola con Lana en cualquier país que quieres?
TN: -¡¡¿Es enserio?!!- me emocioné.
TP: -Si- me tomó de las manos- Tú vas a ése internado y te estás ahí durante seis meses y cuando salgas te financio cada centavo que necesites para vivir sola.
TN: -¿Qué tal si no acepto?
TP: -¿Te quieres quedar aqui sola mientras Lana está en el internado?
TN: -Ok, está bien...iré.
TP: -Admite que vas porque no quieres dejar de ver a Rubén- me hincó las costillas.
TN: -¡¡Papá!!- me volteé y entré de nuevo a la habitación, y sí, seguía semidesnuda. Rubius estaba sentado en la cama, me miró cuando entré, hice un gesto con mi mano fingiendo un látigo y sonreí, Rubius rodó sus ojos. Me di un baño y me envolví en la toalla, al salir me vestí. 
Rubius: -Wowow, Tranquila que no vamos a un casino de tu ciudad adorada.
TN: -Cierra esa linda boquita o te clavaré un tacón en el ojo.
Rubius: -¡Que tierna!
Tomó mis maletas y salimos en la limusina, hasta que llegamos al aeropuerto privado de la familia, subimos a esto
Entramos y me acomodé dentro. Noté que sólo viajábamos Rubius y yo, esto iba a estar bueno.
TN: -¿Seguridad?
Rubius: -No creo que te lances del avión, pero por si acaso nos deshicimos de los paracaídas.
TN: -No importa si Londres me da la bienvenida con una balacera sino que me suicide en un avión.
Rubius: -Eres más peligrosa que un ataque terrorista.
TN: -Gracias.
Rubius: -¿Ya habías viajado en esto?
TN: -¡No! ¡Odio volar en esas cosas diminutas!
Rubius: -No me dormiré, no vaya a ser que asesines al piloto y pilotees al avión a una isla desierta.
TN: -No vuelo jets...-me levanté.
Rubius: -¿Dónde vas?
TN: -Rubius ¿Eres cuero?- me agaché a la par de su asiento.
Rubius: -¿Perdón?- Dí una carcajada.
TN: -Esto será divertido.
Rubius: -Siéntate.
TN: -¿Cuántas horas son de vuelo?
Rubius: -Ocho ¿Por qué?
TN: -¡Ocho horas aqui! Debemos buscar algo que hacer.
Rubius: -¿Qué quieres hacer?
TN: -¿Empacaste mi caja de objetos personales?
Rubius: -Tu madre hizo las maletas.
TN: -Bien- fui a traer la maleta y de él saqué un juego de cartas.
Rubius: -¡No me digas!
TN: -Póker...pero a mi estilo.
Rubius: -¿Apostando virginidades? No, gracias.
TN: -¡No seas tonto! Ven, siéntate.
Se levantó y nos sentamos en el piso.
TN: -Apostamos confesiones.
Rubius: -Está bien. Reparte.
Repartí las cartas, yo era un as del póker, era uno de mis hobbies.
Como imaginé gané la primera ronda.
TN: -Ok, dime ¿Qué confesión tienes para mamá?
Rubius: Me gustan los colores de sostén que usas- rio.
TN: -¿A quién no?
Volví a repartir, jugamos y gané.
Rubius: -De pequeño dormía entre las chicas del internado.
TN: -¡Wow! ¿Qué edad tenías?
Rubius: -Como cinco o seis.
TN: -¿Por qué es sólo de chicas?
Rubius: -Hay uno de chicos al lado de el de chicas, pero nunca los dejan juntarse, hay mucha seguridad de camino de uno al otro. Las chicas no se han atrevido a cruzarse, aunque sí algunos chicos pero no lo logran.
TN: -Osea que están bien cerca.
Rubius: -¿Puedes volver a repartir?
Volví a repartir y de nuevo gané.