Capítulo 4

156 17 5
                                    

Me desperté y el timbre sonó dos veces más. Me percaté de este recién la segunda vez. El sol atravesaba mi ventana por el único hueco roto de la persiana, llegando directo a mis ojos. Me levanté malhumorada y bajé un poco el short de pijama mientras caminaba a atender. Oí movimiento en la habitación de Chris, pero lo ignoré. Bajé las escaleras y abrí la puerta, luego de mirar quién era. Brooke.

-¡Buen día! –me saludó con un beso en la mejilla, pasando a la cocina.

-Buen día –dije, no pudiendo evitar ser contagiada por su buen humor. Cerré la puerta y fui tras ella hasta el sillón.- ¿Qué hay de nuevo?

-Mmm... muchas cosas, pero vengo por algo en específico. –Dijo con una leve sonrisa, y cruzándose de piernas.

-Te escucho... -dije, parándome para preparar la cafetera. Ella y Chris tomaban café, yo no.

Brooke fue directo al punto, como suele hacer ella:

-Anoche, Alex se emborrachó y se puso como loco. Primero empezó a insultarte con cosas que no quiero repetir... -hizo una pausa, y yo me di vuelta para verla, mientras la escuchaba con la boca abierta.- Y además, empezó a intentar pegarle a todos los chicos con los que estos días al menos les preguntaste la hora. Incluso a Chris, que intentó calmarlo. Después de eso, bailó y besó a todas las chicas que pudo, hasta que Chris lo llevó a casa junto con otros del equipo. –Se calló, esperando mi reacción.

Yo me callé, anonadada. Jamás hubiera esperado un chico tan celoso y violento. Sólo rogaba que no quisiera hacerme nada a mí ni a nadie de mi entorno. Ahora, definitivamente tenía miedo.

No pude pensar mucho, puesto que se escuchó a Chris bajar las escaleras, y a los segundos apareció en pantalón de pijama, y terminándose de bajar una remera. Observé asombrada su rostro, y rápidamente, y bajo la brillante luz de la cocina, pude observar un muy leve círculo más amarillo que morado cerca de su ojo izquierdo. Chris, que saludó con un simple "Buenas" me miró extrañado al ver mi expresión. Luego miró a Brooke, y luego a mí de nuevo, entendiendo.

-Perdón, no quise decirte ayer...

-¿Te hizo algo más? –interrumpí, acercándome a él por el costado. Con mis manos atrás de mi espalda, observé el leve moretón, y él bajó el rostro y lo alejó un poco del mío, incómodo. Por un momento yo también me sentí incómoda por haberme acercado tanto.

-No, no fue nada.

-Perdón –dije, alejándome con una mano en la boca. Él y Brooke me miraron.- Tendría que haberte hecho caso, es mi culpa, perdón –volví a pedir.

-Angie, no te preocupes... -empezó Chris, negando con la cabeza. Brooke sólo se limitó a mirarnos, callada y con los ojos abiertos.

-No, es que me siento mal... me comporté como una histérica con él y ahora lo pagaste vos... y los otros chicos.

-Ya está, Angie, ¿sí? –se acercó y apoyó su mano en mi brazo. En señal de nerviosismo, me llevé la mano a la cara, tapando mis labios y me mordí el inferior suavemente.

-Espero que no haga nada más –comencé a caminar ida y vuelta en la cocina-. ¿Y si quiere pegarme a mí? ¿O a ustedes de nuevo?

-Angie –Brooke interrumpió, levantándose-. El tema terminó. No te lo conté para que te pongas mal, sólo para que sepas, ¿está bien? Así que a seguir con tu vida y basta de chicos idiotas. Y lo más importante...

-¿Qué? –pregunté, tiesa.

-Se me está quemando el café.

_________

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 29, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Los ángeles también visten de negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora