1: "La luz".

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Introducción:
Lo que se leerá en las siguientes páginas son anécdotas de personas que han desaparecido en circunstancias misteriosas en este pueblo. Roadville. Y que han regresado meses, incluso años después. A algunas personas se les había tomado por muertas.
Incluso hoy en día los reportes de desapariciones continúan mientras más personas aparecen, todas en el mismo lugar, una casa abandonada en el centro del pueblo.
Nadie se atreve a comprarla, ya que a nadie le agradaria que en cualquier momento alguien aparezca de un momento a otro en tu cuarto, baño, comedor, estes o no ahí.
Estas personas regresan con algo, regresan con una habilidad que aseguraban y juraban no tener antes de desaparecer

A continuación leerán la anécdota de Amanda Colling, su edad es de 43 años. El Día del caso fue el 22 de Agosto de 1999. En ese entonces su edad era de 31 años.
Esta es su anécdota:

Yo estaba recostada en mi cama, no se por que, pero algo me hizo voltear a ver mi reloj, solamente para notar que eran las once en punto de la noche.
Regresé a la pocicison que tenía y me quedé dormida; al despertar lo primero que hice fue ver la hora, lo recuerdo claramente, eran las dos cuarenta y tres de la mañana.
Al ver la hora me levante y fui a la cocina por un vaso de agua, estando ya en la cocina escuche un ruido, un chirrido muy molesto, recuerdo que hasta me tapé los oídos con fuerza para evitar escucharlo.
Después vi una luz azul fuera de mi casa, esa luz alumbraba un cuarto de mi casa, yo no sabia que hacer, así que intente llamar al departamento de policía, pero mi teléfono produjo el mismo chirrido que había escuchado anteriormente y se descompuso.
Mi casa se quedó en un silencio que me perturbó, yo no quería moverme gracias al miedo y de un momento a otro la puerta de entrada se abrió muy lentamente, yo estaba de espaldas a ella así que volteé lentamente para hacer el menor ruido posible, ya que mi casa era de madera y vi lo que estaba abriendo la puerta, era esa luz azul que inundaba una parte de mi casa.
Al terminar de abrir la puerta escuché algo que juró venía de la luz. La voz decía: Hola Amanda, ¿me recuerdas?
La voz se me hizo reconocida, era mi voz cuando yo tenía alrededor de nueve años.
Después de escuchar esa voz, la luz se acercó a mi, parecía que la luz tomaba forma de una mano y acto seguido me desmayé.
Al despertar vi a mi alrededor y noté que me encontraba en un cuarto completamente oscuro. Me paré con mis manos busqué encontrar algo y después de unos minutos toque lo que parecía ser una pared, pero esta tenía una consistencia viscosa.
Seguí la pared (Si es que se le puede llamar así) y con eso verifique que estaba en un cuarto pequeño, el cuarto era rectangular.
Permanecí allí unas horas, o eso creó y después vi como una pared se abría hacia arriba dejando pasar a un ser que, debido a mi pocision no podía verlo, sólo se podían ver sus ojos, unos ojos completamente azules, el mismo tono de azul que había visto en mi casa, le pregunté donde estaba, pero no me contestó, insistí por varios minutos y, al ver que no me contestaba, me acerqué y lo vi.
Era un hombre de una alta estatura, casi dos metros, tenía el cabello largo, sus ropas eran las mismas que se usaban cuando yo era niña. Después de verlo lo entendí, el era mi amigo imaginario de cuando yo era niña, solía hablar con el y lo trataba como una persona real, cuando cumplí los once años lo olvide, nunca más lo recordé, hasta ese momento.
Él, al notar que lo había recordado, o eso supongo que notó, se agachó (ya que yo mido un metro cuarenta) y me abrazó, por un momento olvide todos los problemas que tenía. Ese momento término cuando el se apartó de mi y me vio a los ojos, tenía una expresión de lástima, después me jaló hacia el exterior del cuarto oscuro, dijo: "Lo siento Amanda, yo no soy ese amigo imaginario".
Me llevó a una sala donde había varios hombres de alta estatura, eran tres o cuatro, no recuerdo bien, todos lucían igual, tenían la piel pálida, sus ojos tenían el aspecto de haber llorado mucho, pues estaban enrojecidos, vestían ropa gris, con un emblema donde se distinguía una especie de planeta, pero este estaba deforme. No tenían zapatos, sus pies eran como los de una persona normal, exceptoque carecían de uñas, sus manos tenían largos dedos e igual carecían de uñas.
Al voltear a ver a mi "amigo imaginario" el había tomado el aspecto de los demás.
El me llevó a otra habitación en la cual había una gran ventana, al entrar lo primero que vi fue la ventana, desde ella se podía contemplar la gran ciudad cercana a Roadville. ¡Estaba en una nave alienígena!
Cuando retorné mi vista a el hombre ya me encontraba sola y encerrada en el cuarto con la ventana.
Esperé mucho tiempo viendo como la ciudad se alejaba cada vez más, luego el estado y después el continente, hasta que pude contemplar todo el planeta, se veía asombroso. Entonces se abrió la puerta, uno de ellos se acercó a mi con una jeringa con un líquido transparente, yo me hize para atrás hasta toparme con la ventana, pero el hombre me tomó del brazo y me inyectó el líquido, pero no sentí dolor alguno.
El hombre me llevó a una sala con una gran cama metálica donde me recostó y caí en un sueño profundo.
Antes de caer dormida uno de ellos dijo: "Experimento tres guion cuatro, dos, cinco, nueve, comienza".
Otro se acercó a mi y me susurró:" No te preocupes Amanda, no morirás".

Desperté en una cama muy vieja, y caí en cuenta que estaba en esa casa abandonada en el centro de la ciudad que nadie quería comprar, ahora había notado por que.
Me decidi en salir y buscar ayuda, ya que me sentía un dolor insoportable en las piernas. Haciendo un pequeño esfuerzo logré levantarme y de pronto el dolor se había desvanecido.
Salí de esa casa y regresé a la mia, que por desgracia se encontraba a muchos kilómetros de distancia, para olvidar lo que había pasado decidi correr a mi casa y cuando llegué me sorprendí que no estaba cansada.
Ví la hora, eran las cinco de la mañana, pero no estaba segura de la fecha así que fui a una tienda que conocía donde se vendían periódicos y compre uno. Mi sorpresa fue grande al ver la fecha, habían pasado siete meses desde que había sido raptada, esperé a que amaneciera para ir a la estación de policía y pues, aquí estoy.

Esa fue su anécdota al llegar a la estación de policía al día siguiente. Después de hacerle algunos estudios se descubrió que ella poseía una habilidad que la hacia correr a velocidades exorbitantes. Lamentablemente ella murió un año después de lo sucedido en circunstancias hasta la fecha misteriosas, su cuerpo fue encontrado en su casa, sentada viendo una ventana que tenía una vista a su patio.
Fin del reporte.

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