Me había levantado hace un buen rato, estaba con los ojos cerrados y no quería salir de mi cama porque tenia mucha flojera. Estaba conciliando el sueño de nuevo hasta que tocaron mi puerta y me interrumpieron, no hice caso y seguí tratando de dormir pero seguían molestando y esta vez tocaron la puerta con más fuerza, provocando que me levantaran del susto. No tenia otra opción que responder.
-¿Quien es?.-Dije soñolienta.
-Yo.-Era mi madre, lo supe por la voz.
-¿Que paso?.-Dije tapándome una almohada sobre mi cabeza.
-¡Primer día de clases!, ¿lo recuerdas?.-Abrí bruscamente mis ojos cuando la escuché decir eso.
-Si, lo sé.-Dije irónicamente-Ya me estoy cambiando.-Mentí.
-Esta bien, te espero abajo.
Ni bien escuche las pisadas de mi madre alejarse, salí volando de mi cama y me fui al baño para darme una rápida ducha y cuando terminé me puse la ropa que ya había elegido ayer para ponerme en mi primer día, era algo común, bueno aquí en Canadá si lo es. Me tenia que abrigar mucho porque aquí hace bastante frío y peor en la época de invierno, lo cual ahora estamos.
Después de haberme puesto ropa suficiente como para soportar este tremendo frío, me salí de mi cuarto no sin antes coger mi bolso con todas mis cosas importantes en ella (apuntes, llaves, maquillaje y dinero). No me maquillé porque sabía que lo haría cuando me encuentre dentro de mi colegio, era una costumbre mía.
Baje de las escaleras y me fuí al comedor, ahí se encontraban mis padres sentados, esperando a que llegara para comer el desayuno en familia.
-Buenos mami, buenos días papi.-Me acerqué a ellos depositando un beso en la cabeza.
-Buenos días, princesa.-Dijo mi padre, no pude evitar sonreír, pues aunque tuviera 16 el me ve como si tuviera 5...y me agrada.
-Buenos días Brianna, siéntate para que desayunes, espero que no te hayas pasado toda la madrugada pensando en tu novio.-Ni bien lo dijo sentí que toda mi sangre se fue directamente a mis mejillas. Lo había olvidado absolutamente todo, no recordaba esa maldita pesadilla al que le culpo de mis muchos insomnios por no querer tenerlos, la pesadilla que me aferraba desde siempre, hasta que me acordé de aquel chico rubio y de deslumbrantes ojos azúles que me salvó de esos monstruos e involuntariamente se me formó una gran sonrisa en mi rostro.
-¿¡NOVIO!?,...¿Y PORQUE ESTÁS ROJA?
-No, para nada.-Mentí e ignore lo que dijo mi padre y me senté
-¿Segura?
-Si
-Menos mal.-Dijo mi madre aliviada
-¿Brie me vas a decir a que se refiere tu madre?.-Dijo mi padre con una cara épica que expresaba su malestar.
No sabía como explicarle todo y, ¿Si cree que estoy loca?.Bueno aqui vamos- Emm...yo.
-Cielo no es nada, solo que se soñó con un chico fuera de la realidad.-Dijo mi madre salvándome de un problemón.
-Mas le vale.-Dijo mi padre señalándome con el dedo.
Yo sólo rodeé los ojos, pues odio cuando mi padre se pone celoso...creo que ni se imagina el día de mi boda.
Durante el desayuno, más estaba pensando que comiendo. Me sentía confundida ¿cómo me llegué a dormir si recuerdo bien que me lo había pasado pensando en él, en mi angelito?, De seguro me dormí porque pensaba que lo volvería a ver. Pero no, ya no me haré más daño a mi misma, ése chico simplemente ¡NO EXISTE!.
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Nightmare.
Fantasy«Si quieres tener dulces sueños, y soñar en paz, enfrenta la pesadilla» Nightmare, el inicio de todo. ≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈ Esta es la historia de Brie Campbell, una chica feliz, con una familia unida y una amiga sin igual. Pero es distinta a las demás, por q...