Estaba en su pupitre, desde ahí observando a Austin, el chico mayor de su clase que, según ella tenía entendido, tenía que cursar química de nuevo si quería pasar a un nuevo semestre. Él no era el típico bad-boy rompecorazones, mas bien era sólo atractivo.
Mientras que ella... Era ignorada por la sociedad. Su cabello no era lo mejor del mundo.
Su autoestima no era el mejor.Dirigió su vista al frente, simplemente analizando a su familia.
Su padre un abusivo y borracho.
Su madre una sumisa y cobarde.
Sus hermanos unos malditos bastardos.¿Qué se puede esperar?
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Mi intención no era ponerle un rostro a Austin, pero, después de un año, decidí que él luce en mi imaginación como Wesley Tucker.
Vamos, que tú eres libre de imaginarlo como sea.