Que difícil es decir adiós cuando tus piernas están estáticas, cuando no quieren irse, cuando el cuerpo tiembla, el tiempo vuela y las sonrisas faltan.
Que difícil es decir adiós cuando, lo único que quieres es despertar y volver a ver las mil y una pecas de su cara, cuando su regazo es el único lugar del mundo en el que te sientes a salvo, que difícil es no poder evitarlo.
Que difícil es sentir ese ultimo abrazo, su pecho junto al mío, nuestros corazones, tristes, van al mismo ritmo, marcan el mismo tono, tampoco quieren despedirse.
Que difícil es ser navegante de mares lejanos, cuando prefieres sentarte a su lado y sentirlo cercano.
Que difícil es , mi viejo, que difícil es, tener que bajar por última vez las escaleras de su casa, darle el último beso, mi última caricia, escuchar ese te quiero, sentir que me quieren, por primera vez.
Que difícil es no poder mirar atrás y tener que salir de ahí por voluntad propia.
A mi viejito de bigote gracioso y sonrisa picarona, a mi abuelo, a mi héroe, a mi primer amor.
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Llámame loca #NDAWARDS2016
RomancePequeños relatos de amor, de desamor y de lo que surja.