|| Capítulo 1: Spiderweb ||

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Claire se desperezó en el pupitre. No había apenas dormido y el estrés de los exámenes no ayudaba.
Aparte, Laito parecía no haberle quitado ojo en todo el día. ¿Se había interesado en ella desde las clases de francés? Esperaba que no... No podía permitirse más distracciones. Ojeando el libro de texto de latín, recibió la llamada del profesor.

-Señorita Lermontant. Por favor, abra el libro por la página 187, hoy leeremos un poema.

Claire asintió nerviosa. No le gustaba leer en voz alta, siempre saltaba alguno diciendo "¡No la escucho!" o todos se reían cuando se trababa en alguna palabra. Si fuera por ella, los mandaría a todos al maldito sol de una patada.

-Señor Sakamaki, por favor, acompáñela. Una estrofa cada uno.

Los dos alumnos se levantaron, uno más contento que otro.
Laito sonreía de oreja a oreja, relamiéndose al preleer el poema en silencio.

El profesor alzó la mano para que comenzarán, y así hicieron.

"Omnia sol temperat
purus et subtilis,
novo mundo reserat
faciem Aprilis,
ad amorem properat
animus herilis
et iocundis imperat
deus puerilis"

(A todos conforta el sol,
puro y delicado;
nuevo y radiante es el rostro
del mundo en abril;
hacia el amor se apresura
el corazón del hombre,
Y sobre la felicidad
reina el dios de la juventud)

"Rerum tanta novitas
in solemni vere
et veris auctoritas
jubet nos gaudere;
vias prebet solitas,
et in tuo vere
fides est et probitas
tuum retinere."

(Cuántas novedades
en la fiesta de la primavera,
y su autoridad
nos ordena gozar;
recorrer caminos conocidos,
y en tu propia primavera,
es leal y correcto
poseer a tu amante.)

"Amam e fideliter,
Fidel meam noto:
de corde totaliter
et ex mente tota
sum presentalialiter
absens in remota,
quisquis amat taliter,
volvitur in rota."

(Ámame fielmente,
piensa que confío en ti;
con todo mi corazón,
con toda mi voluntad
estoy contigo,
aun cuando esté lejos.
Quién ama como yo,
está girando en la rueda de la fortuna.)

El profesor se quedó callado unos segundos, mirándoles con las manos en el corazón y con una sonrisa que no se veía desde que el departamento de idiomas muertos recibió un fondo de 2.000 €.

-Maravilloso. Espléndido. Vuestras voces suenan en armonía al leer. Nunca había visto nada igual... Debo decírselo al departamento. Aguardad un segundo, debo irme a contárselo. Tomaos un descanso.

Y salió de clase jubiloso, gritando cosas en la latín al viento, corriendo por los pasillos.
Claire suspiró. Genial. Ahora sería aún más el centro de atención.

-Esto es horrible... -se lamentó la rubia- Ahora no nos dejará en paz el departamento. Maravilloso.

Claire chasqueó la lengua, golpeando su libro con el lápiz, creando una melodía ansiosa. No se molestó ni en mirar al vampiro, que la observaba con ojos brillantes, sentándose al revés en la silla, apoyando sus brazos en el pupitre de ella.

-Aww~ No es tan malo, Bitch-chan. Piensa en que ahora nos conocerán como la pareja de latín. ¿No te parece bien? ¿Hm? Laito-san y su acompañante, ¿no es genial, nfu~?

Claire creía que nunca había mirado tan mal a una persona en su vida.

-Tú estás mal -comenzó, con el ceño fruncido-. No quiero una pareja, no me llames perra en inglés, por cierto no soy tu acompañante. Lo dices cómo si fuera un truco de magia. Mis calificaciones y estudios no son un espectáculo de 'ahora me ves y ahora no', esto es serio.

Exasperada, se levantó de la silla, abandonando la compañía de Laito Sakamaki, el chico que ninguna chica rechazaba, al que ninguna le negaba, al que no le discutían. Y es que era, simplemente, que a Claire Lermontant no le caía bien aquel sujeto. No le gustaba. No le inspiraba confianza. No había seriedad en su mirada, ni un ápice de inocencia en su cuerpo, y todas las chicas podrían decir lo mismo: "Es que es tan elegante y amable... ¡no me pude resistir a él!"

¡Mon Dieu!

Te llamaba 'pequeña perra', ¡por el amor de Dios! Nadie podría sentirse atraído hacia alguien que te degradaba a algo tan bajo.

En fin.

Ella se fue de la clase. Conocía al profesor Phil, si se iba para ir al departamento, no volvería para la clase. Las palabras del pervertido rebotaban en su cabeza. Siendo sinceros, su pronunciación en latín era realmente buena, y en francés mucho más. A veces el chico le asustaba. Continuó andando. A lo lejos, no tardó en identificar a su amiga Olivia, rebuscando con fastidio en la taquilla.

-Hey, Olivia. -llamó.

La castaña se volteó al escuchar su voz, sujetando como podía los libros de biología y química.

-Hola, Claire. ¿Qué tal hoy? Me dijiste que tenías clase otra vez con Laito Sakapervertido, ¿cómo fue?

Con un suspiro, la francesa se apoyó en las taquillas, jugando con su cabello, recordando la desastrosa clase.

-Peor de lo normal... Ese Sakamaki... con su cabello cobre y sus ojos verdes, y sus... piropos de poeta. -remarcaba entre siseos, sintiendo como las mejillas comenzaban a arder.

La amiga no pudo evitar soltar una risa, rascándose la nuca y poniendo una mano en su hombro.

-Más que insultarle lo estás halagando, querida -dijo con una sonrisa-. No puede ir tan mal. Al menos, tu virginidad está intacta y tu pureza en su sitio, no te puedes quejar de eso, sabiendo cómo es él -comentaba, echándose algún mechón marrón rebelde hacia atrás-. Aún eres una enana.

Claire no pudo evitar indignarse por eso. Miró a su amiga. Olivia, un año más que ella, 1'74, morena con piel tostada y ligeras pecas sobre la nariz. La francesa no podía evitar verla como una chica muy atractiva, y los hombres pensaban lo mismo.

-Bueno, chica, me tengo que ir, y tú vuelve a clase. ¡Manténte firme!

Y dicho esto, salió corriendo escaleras abajo.

La rubia sonrió, despidiéndose para volver a clase. Solo le quedaban dos horas y las clases acabarían y podría irse a casa... Aunque allí tampoco estaría tranquila. Se peinó con los dedos y alisó la falda, pasando por la clase de economía doméstica, cuando sintió como la cogían del brazo, empujándola a dentro.

Ni tiempo hubo para soltar un grito. Cerró los ojos, agitándose en los brazos del atacante, intentando golpearle o tirarle del pelo, todo imposible, hasta que sintió como suavizaba sus actos, casi deteniéndolos, cuando vio como el cuerpo del contrario se fundía con ella en un abrazo. ¿Qué mierda pasaba?

-Ahh... Bitch-chan es taaaaan cálida... quedémonos un poquito más, ¿sí~?

Y por mucho que lo evitara. Claire sin saberlo, ya había caído en la telaraña.

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⏰ Última actualización: Aug 14, 2015 ⏰

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Lust [Diabolik Lovers: Laito x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora