Solo Para Él (Dani Fernandez y tu) Adaptada

Capitulo 18

Dani había pensado reservar mesa en algún restaurante de la zona, pero a mediodía no había dejado de nevar, y las previsiones del tiempo hablaban de acumulaciones de al menos medio metro de nieve.
Tenía la sensación de que no iban a ir a ningún sitio, así que decidió acercarse a un supermercado cercano a hacer la compra para la cena. Tanto su coche como el de ______ estaban prácticamente enterrados bajo la nieve, por lo que no le quedó otro remedio que ir andando. Por suerte, la casa de ______ estaba cerca de una zona de tiendas, bancos y servicios, y no fue una larga caminata.
Cuando regresó del supermercado, vio que había dos mensajes en el contestador automático. El primero era de la empresa donde había encargado el espejo para la sala de juegos, que decía que cancelaban la entrega e instalación debido al mal tiempo. La segunda llamada era de Carm. Su voz alegre y animada llenó la habitación.
-_______ querida, soy mamá. Han cancelado la función a causa de la nieve, y yo he reservado una habitación con las niñas en el hotel. Nos quedaremos hasta que el tiempo mejore. Dejaré el móvil conectado por si necesitas localizamos, pero no te preocupes, querida, estamos bien y lo estamos pasando en grande- Carm soltó una risita. -Espero que Dani y tú lo paséis tan bien aislados por la nieve como pensamos hacerlo nosotras. Ciao, querida- Sonriendo, Dani no pudo evitar alegrarse infinitamente.
Si Carm y las niñas se quedaban en un hotel en el centro, _____ y él estarían solos. Toda la noche.
Deseando que todo fuera perfecto, Dani vació las bolsas de la compra. Había comprado un ramo de flores, una excelente botella de vino blanco, unos filetes, patatas e ingredientes para una ensalada. Aunque estaba muy lejos de ser un buen cocinero, sabía cómo preparar unos filetes y asar unas patatas. O eso esperaba.
Preparó la mesa en el salón, encendió la chimenea, colocó las flores en un jarrón, y después distribuyó por el salón todas las velas que pudo encontrar.
Después fue a ducharse y a quitarse la ropa mojada. Cuando bajó de nuevo a la cocina, ya eran casi las tres de la tarde. _______ aún no había llamado, y tampoco había dejado de nevar.
Nervioso, paseó por el salón, preguntándose por qué Beardsley no permitía salir antes a los profesores. ¿No se daba cuenta de que estaban en medio de una tormenta de nieve, y que cuanto más tarde fuera más peligroso sería conducir?
Sin nada más que hacer hasta que _______ llamara, Dani se estiró en el sofá a ver las noticias, y en cuestión de minutos se quedó dormido.

Por fin el teléfono sonó a las cuatro y media y lo despertó con un sobresalto. Parpadeando, se dio cuenta de que ya era de noche. Dani se levantó, y se estremeció. Hacía un frío espantoso.
Cuando dio al interruptor para encender la lámpara de mesa, no pasó nada. La televisión también estaba apagada. Probablemente se había ido la electricidad mientras dormía.
Si no había electricidad, tampoco había calefacción.
Ni cena, pensó frunciendo el ceño, a la vez que descolgaba el teléfono.
- ¿_____? - preguntó sin preámbulo.
-Sí, soy yo- dijo ella, con voz cansada. -Ya he terminado. Por fin-
-Está bien, tardaré un poco en llegar, pero espérame donde te he dejado-
-Dani, por favor, ten cuidado. Hay mucha nieve y creo que las calles están intransitables- _____ titubeó un segundo. -Escucha, ya sé que tenemos una cita esta noche, pero el tiempo es horrible. Y me preocupa que tengas que conducir. James me ha invitado a ir a su casa hasta que deje de nevar. Vive a sólo dos manzanas de aquí, y podemos ir andando- Dani apretó el auricular con fuerza.
El muy zorro.
-No será necesario, ______- dijo, en tono tranquilo. -Estaré ahí en un momento-
- ¿Estás seguro? - preguntó ella, preocupada. -Conducir así es peligroso- Dani sonrió.
-No te preocupes, espérame donde te he dejado esta mañana- Colgó el teléfono, recogió el abrigo, los guantes, las llaves de la casa, y la manta del sofá con la que _____ solía cubrirse para ver la televisión, y salió de la casa.
Pasara lo que pasara, iba a recoger a ______. No estaba dispuesto a permitir que fuera a casa de Beardsley. No se fiaba nada de él.
Aunque no pudiera ir a buscarla en coche, no iba a dejar que un detalle tan insignificante como el transporte lo detuviera.
Fue al garaje y abrió la puerta lateral. Con un suspiro de alivio, vio el trineo de las niñas colgado de la pared y fue por él.


-_______, sujétate a mi mano para no caerte. No hay electricidad- dijo Dani, tomándola de la mano y haciéndola entrar en la casa a oscuras.
-Aún no me puedo creer que hayas venido a buscarme con el trineo- dijo ella con una risita.
Era lo más romántico que un hombre había hecho por ella.
Cuando vio a Dani acercarse al colegio arrastrando un trineo cual caballero andante al rescate de su amada, _______ se sintió como una princesa en un cuento de hadas. Dani la sentó en el trineo, la cubrió con la manta y se abrió paso de nuevo hasta la casa tirando del trineo, con la nieve hasta las rodillas.
- ¿Tienes alguna linterna en casa? - preguntó él, sin soltarle la mano.
-En el tercer cajón de la derecha, en el armario al lado de la nevera-
-Menos mal que eres una criatura de costumbres- dijo él, soltándole la mano para rebuscar en el cajón que le había indicado.
Allí encontró dos linternas. Las encendió y entregó una a ______.
-Toma. Tendrás que ir a cambiarte de ropa, _______, estás empapada. Y helada- añadió, limpiándole los copos de nieve que le cubrían las partes del pelo que había llevado al descubierto.
-Tú también- dijo ella, riendo. -Aún no sé cómo se te ha ocurrido lo del trineo. Como me gustaría que hubieras visto la cara que ha puesto James. No se lo podía creer- añadió.
-Sí, seguro que estaba impresionado- comentó Dani, sin molestarse en ocultar su desprecio. -Ahora, _______, sube arriba, y date una ducha de agua caliente para que no te enfríes. No creo que sin electricidad haya agua muy caliente, pero aún estará templada. Abrígate bien, mientras yo empiezo a preparar la cena-
- ¿La cena? Dani, si no hay electricidad, no se puede cocinar- Dani arqueó una ceja, en gesto desafiante.
- ¿Qué te apuestas? Una cosa que me ha enseñado mi trabajo es a solucionar imprevistos. Soy un hombre de recursos, y créeme, _______, esta noche cenaremos- Demasiado cansada para discutir con él, _______ se encogió de hombros.
-Está bien. Voy a darme una ducha-
-Te acompaño- Dani la tomó de la mano, e iluminando el camino con la linterna, la llevó a través del salón hacia las escaleras.
Por un momento, el haz de luz de la linterna alumbró la mesa preparada en el salón, con el ramo de flores y la botella de vino esperándolos.
-Oh, Dani. Te has molestado para nada-
-No, de eso nada- dijo él, sin soltarla de la mano y llevándola hasta las escaleras. -Todo está perfectamente- la besó suavemente en los labios. -Te lo aseguro. Yo no te mentiría-
-Está bien- dijo ella, no muy segura.
Al pie de la escalera, ______ se estremeció. Utilizando su propia linterna, alumbró los peldaños y empezó a subir.
-Bajaré en unos minutos-
-Muy bien- dijo él, dirigiendo también la luz de su linterna hacia los peldaños superiores, para que ella viera mejor. -Después empezaremos la aventura de esta noche-