ACTO 2- Y EMPIEZA LA TORTURA

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A la mañana siguiente seguía sin poder procesar lo anterior, me aliste, me puse unos mallones negros una falda a cuadros roja y una camisa blanca que decía "Look me!" con unos zapatos bajos y baje por las escaleras, no había nadie de nuevo estaba sola, fui directo a la cocina me lleve un pan tostado con mermelada de frutos rojos y salí de la casa, cerré la puerta principal y me di la vuelta para bajar las escaleras del pórtico cundo vi que en la barda sobre salía cabello de un negro tan intenso, conozco a una sola persona que lo tiene de ese color, me acerque.

-¿Qué haces aquí?- Me incline tratando de sorprenderlo aunque sea un poco.

-Ammm... te estoy esperando- se me quedo viendo con una cara de extrañeza- ¿qué tratabas de...?

-Sorprenderte- lo interrumpí – y, ¿lo logre?

-no, para nada, ¿crees poderme espantar aunque sea poco?

-sí, claro buen punto.

Nos dirigimos camino a la escuela pasando por debajo de unos hermosos árboles en pleno florecimiento.

-Oye, por cierto me debes un florero, era mi favorito y tú me lo rompiste.

-Que, ¿de qué hablas?, yo no rompí nada- y hay estaba de nuevo esa mirada.

-Claro que sí, cundo entraste a mi casa de contrabando, estaba el florero en el piso hecho trisas.

-¡Que no! estas mal copito yo no rompí nada, si quieres que te regale algo no es necesario que digas eso, solo dime que es lo que quieres - ¡si no fue él! Entonces ¿Quién fue?

-¿Qué? de que hablas yo no quiero nada... oye y no me digas así.

-Vale, vale CO-PI-TO- al decir eso sale corriendo.

-Oye, ¿qué te crees con tantas confiancitas?

-Di lo que quieras, "yo" no fui el que se acurruco.

O no estaba completamente sonrojada, nunca iba a olvidar el incidente, lo veía nuevamente como se alejaba de donde yo estaba, cuando empiezo a caminar, Diola llega por atrás abalanzándose a mí.

-woow, pensé que iba a necesitar hacer de cupido pero al parecer te las estas arreglando muy bien tu sola.

-¿Qué?, no, ¿de qué hablas?... ¡Diola! no digas tonterías- la verdad es que no acepto lo que es el amor, se podría decir que no creo en él, bueno mi primer amor se acabó en 4° de primaria y con una familia como la mía, donde papá solo llega cuando mamá no está y viceversa, tanto se evitan al punto de mandarse mensajes para no verse.

-No, lo digo pero eso de "copito", ¿Qué es?, lo que si no me quedo claro era lo de acurrucarse ¿a qué se referían?

-A...nada- me torne roja como tomate y Salí corriendo, sabía que si me veía así no iba a parar de preguntar hasta que le contara todo.

Entre al gimnasio pensando que en clase estaría a salvo, pero ¡no! error, hay estaba en el centro de las gradas riendo con sus amigas, con el uniforme de porristas ("cada que entraba al gimnasio se ponía ese fastidioso uniforme"), los chicos cortejándola cada dos por tres, Mystical Light o también conocida como Mystic, la pesadilla de mí vida, la chica más presumida y poco cortes del mundo, siempre que me tocaba clases con ella trataba de evitarla. Detrás de mí se abrieron las puertas y entro el entrenador el Sr. Tomas Brown el peor de los profesores, era excesivamente flojo, se la pasaba comiendo y nos ponía a hacer ejercicio como si por nosotros el fuese a adelgazar, pero eso no es todo tenía el vestuario más horrible que existía, era un conjunto entre pantalones cortos para correr azul cielo, una camisa blanca de tirantes y una sudadera del mismo color que los pantalones, y con el traía un carrito lleno de pelotas roja, tocando el silbato grita.

DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora