Perra no imbecil si

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05/12/2015

-¿en qué piensas? -pregunto a Mel, ella me da la espalda cocinando, toda la casa huele a especies.

-cuando llegara la hora que la pequeña Elsa me diga que paso. -se gira y me observa preocupada. -¿te has dado cuenta que no te casaste? - aunque no sean las mejores palabras me hace reír.

-bueno no estoy en Asia en mi luna de miel sin poder dormir... Así que no, no me case. -comente, me senté en la barra de la cocina, Mel había vuelto a vivir en el departamento, aunque la primera que lo dejó fui yo, luego ella cuando decidió viajar.

-¡tonta! Elsa, en algún momento deberás hablar, no te he visto llorar, ni decir nada de lo que pasara.
Sigue mirándome y toma una probada de la cucharilla en su mano, Mel era una gran cocinera.

-lo se, pero no puedo responder preguntas que yo también me hago, solo dame tiempo.

-yo te lo puedo dar pero Thomas, no creo.

-¿de qué hablas? -cuestionó.

-el me llamo, quiso saludarme y todo eso, también quería saber que era de ti, ¿sabes lo horrible que fue? ¡Adoro a Thomas!

-todos adoran a Thomas ¿que le dijiste?

-no quería mentirle así que solo le dije "dale espacio" su voz sonaba tan quebrada, jamás lo había escuchado tan... Triste.
Mi pecho se contrajo como una pasa, cuatro semanas y cuatro días. Debía hablar con el pero ¿que decirle? "Te deje en el altar sin saber porque" "no se que me aterro, si las flores o la música"

-lo se, pensare en eso, por cierto empezamos el lunes ¿no? ¡No puedo esperar a trabajar juntas! -exclamo emocionada por la idea.

-yo también ¡dios juntas otra vez! Mas te vale permanecer soltera, no quiero compartirte mas. -me acusa con la cucharilla que esta vez chorrea y cae al piso, se agacha con rapidez y limpia, me mira con sonrisa de ángel y ríe, sabe como odio las manchas.

-tu tampoco y nada de viajes que no me incluyan, y te falto limpiar un poco mas. - le apunto a unas pequeñas gotas rojas.

-prometido. -concluye riendo agachada.

-otra cosa, amo que hayas vuelto pero te recuerdo tienes otro departamento, Thomas también quería hablarte de eso.

Suspiro con mis hombros jorobados, Thomas y yo habíamos comprado un hermoso apartamento en la parte más céntrica de la ciudad, justo a unas cuadras de mi trabajo y el suyo.

-no quiero ir allá, creo que él debe quedárselo.

-él no esta viviendo allá, Elsa, me dijo que te lo cedía, a la final lo pagaron los dos y él no lo quiere.

-no tengo ganas de tocar ese tema. -informó jugando con mis pantalones rosas de algodón.

- en algún momento lo tendrás que hacer.
Ruedo los ojos y esquivo su mirada.

-quiero hacer un reportaje sobre las pastillas "milagrosas" de estos tiempos ¿que te parece?

-quiere decir que mis primeras fotografías serán... ¿frascos de pastillas? Me encanta, Elsa. -Mel me da la espalda pero se pone los ojos en blanco.

-¡será emocionante porque estamos juntas! -la anima meneando mis manos en el aire.

-otra cosa más, mamá llamo, la cena de Navidad será en casa de la tía Caroline y también me dijo que no has ido a correr y que empieces a comer mejor. -Mel se da la vuelta con los brazos como jarra.

-¿por qué debería llamarte a ti? No tengo nada en contra pero...

-te recuerdo no contestas su llamada desde el pequeño incidente con Thomas.

Te amo ¡Pero no quiero estar conmigo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora