dos.-

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Mi alarma sonó.

7:30 am.

Me levanté del cielo, también conocido como mi cama, y empecé a prepararme para la cárcel.

Perdón, he querido decir escuela.

Luego de prepararme bajé para despedirme de mi madre, ni iba a desayunar porque yo no hago eso. No tengo idea del porqué, siempre me he levantado temprano pero nunca eh querido desayunar.

Me dirigí hacia mi nueva escuela, la cual tengo a solo 6 míseras cuadras. Iba caminando lento y sin apuro al compás de Oh Love, de Green Day.

El día estaba nublado, como mi ánimo de ir a la escuela hoy, o todos los días.

Mi madre decía que todo iba a cambiar, ya era la tercer vez que me cambiaban de escuela por mis problemas sociales y nunca nada a cambiado, y tampoco lo hará ahora. De eso estoy seguro.

Al llegar todo era como lo imaginaba, horrible.

Una entrada gris decoraba mi vista, junto con un guardia de seguridad que solo le faltaría el burro de Don Quijote para poder ser Sancho Panza.

Entré y vi todo tratando de no ver nada. Casilleros grises, puertas grises, vidas grises.

Un grupo de chicos que aparentaban ser los populares pasó frente a mi. Chicos fortachones, con las típicas chaquetas universitarias aunque los idiotas estén en secundaria. Ese grupo también estaba conformado por chicas con cuerpos de modelos aproximadamente.

Al pasar frente mío, una chica captó mi atención. Me estaba mirando y tenía unos ojos verdes brillantes. Al notar que yo la estaba mirando simplemente sonrió y guiñó un ojo. Sonreí.

Por ahí este año sería un poco mejor.

Me dirigí al que sería mi casillero el resto del año, lo abrí y puse mi mochila ahí dentro, tenía el horario semanal ya pegado en la parte interior, por lo que supe que mi primer clase sería Salud.

Al entrar al salón estaba casi lleno, había un asiento solo justo en el medio de la clase. Usualmente prefiero atrás de todo pero como los asientos eran de a dos, ese era el único vacío completamente, por el momento quería mantenerme alejado de todo y todos.

Me senté y tomé mi celular, esperando a que la clase empezara. Abrí mi twitter y nada. Abrí facebook y nada. Abrí Instagram y nada. Al final decidí poner un poco de música para pasar el rato mientras veía a todo el mundo hablar y saludarse.

Luego de un rato vi a una chica entrar al salón recibiendo miradas burlonas por parte de un numeroso grupo. Algunos se reían, otros susurraban, pero a ella parecía no importarle nada, y viajaba por la habitación con la frente en alto, hasta que en un momento ví que un chico le habló y ella se dió media vuelta para verlo cara a cara con una expresión seria y sin gracia, pero aún así sin bajar la mirada. Decidí quitarme un auricular para escuchar mejor la conversación.

-¿Como te fue en las vacaciones, perdedora?-el chico le dijo, al parecer no soy el único perdedor, ¿verdad?.-

-Bastante bien, gracias.-le respondió ella dándose vuelta para dirigirse a algún asiento.-

-¡Hey! ¿Por qué tan malhumorada? ¿No te alegras de verme?.- el chico se levantó de su asiento para acercarse a ella.-

-¿Te soy sincera? Esperaba que este verano finalmente hayan encontrado tu pequeño mercado de drogas y te hayan metido a la cárcel, para no tener que verte-dijo ella lo mas tranquila posible y mirando hacia arriba ya que el le llevaba como media cabeza.-

El chico la miró con una mirada que contenía enojo, frustración y burla-¿De verdad quieres pelear conmigo?.-

-No, solo soy sincera.-

-No importa cuanta basura hables de mi, yo siempre voy a estar arriba de ti, siempre voy a ser mejor que tu, ¿Y quieres saber por qué?.-el le preguntó y ella solamente levantó sus cejas buscando una respuesta.-Porque no eres mas que una perdedora, y los perdedores no consiguen nada en esta vida.-

-Si eso crees, genial.-ella solo se dio la vuelta a retomar su búsqueda de un asiento mientras que aquel chico solo la miró con recelo y volvió a su asiento al mismo tiempo que toda la clase volvía a retomar sus charlas, algunos también la seguían mirando con duda.-

Ella fijó su vista en el asiento a mi lado y yo rápidamente volví a ponerme el auricular pretendiendo no haber escuchado nada de aquella discusión.

-Hey, ricitos ¿Está ocupado este asiento?.-me preguntó después de haber tocado ligeramente mi hombro haciendo que me quitara ambos auriculares.-

-Eh-h n-no, claro q-que no.-debería tranquilizarme al hablar con la gente. Ella solo sonrió con lo que parecía ser ternura y se sentó a mi lado.-

-Se que escuchaste todo, como los demás. No intentes evadirme.-dijo sacando su celular de su bolsillo.-

-N-no te estaba evadiendo.-

-¿Eres nuevo o algo?.-preguntó sacando su vista del teléfono para dirigirla hacia mí.-Nunca antes te había visto.-

-S-si.-respondí cortante, ¿Por qué seguía hablándome?.-

-Oh, entiendo.-la miré tímido.-Tratas de hablar lo menos posible con la "perdedora"-dedujo mientras asentía.-Está bien.-

-¿Que? ¡No!-dije rápidamente.-S-solo soy tímido, es todo. Y también soy un perdedor.-

Ella solo sonrió.-¿En serio?.-

-S-si.-bajé la mirada mientras ella volvía la mirada a su celular y empezaba a escribir rápidamente en el.-

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Trate de hacerlo lo mas largo posible y siento que salió re caca chau no sirvo.

The Loser Squad ~ l.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora