one shot's jortini y leonetta <3

parte 5

Violetta colocó las manos a ambos lados de la cabeza de león y lo mantuvo inmóvil mientras lo besaba. Aún con los ojos abiertos, león dio un respingo cuando sus leguas hicieron contacto, pero se dejó besar. Dejó que violetta se colocara a horcajadas encima de él y lo besara a su antojo. Dejó que frotara contra su anatomía, específicamente donde se encontraba su erección y dirigiera sus labios hasta su mentón donde se lo besó repetidas veces. León ahogó un gemido al momento que violetta le plantó un beso insistente en la boca y hundió los dedos en su cabello, empujando las manos y ladeando la cabeza para que sus bocas encajaran a la perfección.

-ah- león ensanchó los ojos cuando violetta comenzó a dirigir sus labios más abajo, depositando pequeños besos a lo largo de todo su cuello.

-quiero besarte todo, de pies a cabeza- murmuró con los labios pegados a su piel.

-espera.- dijo con el poco autocontrol que le quedaba, león colocó las manos en su cadera, ignorando el hormigueo de sus dedos ante la tentación de volver a tocarla, pero esta vez, sin nada de ropa de por medio.- no debemos...

-¿Qué cosa?- ella continuaba besando su cuello sin el menor remordimiento alguno, chupando y mordiendo su piel.

-no debemos hacer esto- jadeó con fuerza al momento que violetta subió y mordió el lóbulo de su oreja. Luego con una risita traviesa ella susurró:

-sí que puedes. Y tenemos toda la noche para jugar...

-pero estoy casado, ¿lo olvidas? Y debo respetar a mi esposa.

-ella perdió tu respeto desde la primera vez que se acostó con tu mejor amigo. Ahora, ti solo relájate y disfruta. Para eso viniste al hotel, ¿no? Para disfrutar y relajar.

-si- león respondió de forma automática, entrecerrando los ojos y viéndose rendido mientras sentía las manos de violetta bajar hasta el borde de su pantalón de pijama- para disfrutar y relajar- repitió.

-entonces no hay nada que discutir. Te aseguro que te gustará lo que te voy a hacer.

Tomó los bordes de su pantalón y lo bajó lentamente, dejándolo a la altura de sus rodillas. Observó el montículo que era notablemente visible debajo de la tela del bóxer y estiró la mano para tocarlo, sus ojos brillaban por una emoción desconocida. Violetta lo escuchó suspirar con satisfacción, y, motivada por esos pequeños sonidos que le pedían más, bajó el bóxer rápidamente y liberó su endurecido pene.

-muy bonito- murmuró violetta con los ojos fijos en su miembro.

-tócalo.

-¿Qué haga que?- preguntó con vox inocente, mirándolo con voz inocente, mirándolo de forma curiosa.

-que me toques la polla.

-Oh, ¿ahora quieres que te toque, siendo que desde un principio me rechazste?

-O lo haces tú, o lo hago yo.- gruñó, incapaz de aguantar más.- decídete.

-Mmh.- una sonrisa perversa se adueñó de sus labios.- de acuerdo. Pero primero... hay que quitarte esto.

Violetta terminó por bajarle el pantalón de pijama junto al bóxer hasta los tobillos y se los quitó, tirándolos al suelo. León sólo la miró, esperando ansioso su toque. Entonces, ella estiró los dedos y ciñó sutilmente su erección. Desde arriba, escuchó como león gruñía.

-si...

León cerró los ojos y abrió más las piernas. Echó la cabeza hacia atrás y la apoyó contra las almohadas. Podía sentir la forma en que violetta lo masturbaba lentamente, de una forma sutil, sin parecer demasiada desesperada. Ella lo estaba torturando, y de la peor manera.