8-compras
"Alex"
Vino de mesa, vino de mesa, me repito una y otra vez, he dado aproximadamente 10 vueltas al supermercado y nada, ni un maldito vino de mesa.
Cojo mi móvil, marcando el número de Jorge, tal vez el sí sepa dónde está el vino de mesa. Giro sobre mi lugar al escuchar como el móvil de Jorge suena tras de mí.
-¿ha que me has llamado?
-no idiota, solo quería ver de quien era este maldito numero.-Jorge asiente y arrebato de sus manos el vino de mesa que lleva, pero tras unos segundos él lo hala de nuevo.-dámelo.
-mmm, ¡no!-se da la vuelta y camina hacia la caja.- ¿sabes que llevar un buen vino al conocer una casa es de buena educación? Incluso las flores también lo son.
-eso mismo trato yo de hacer, pero si no me das el vino, no puedo llevarlo.-Jorge ríe al verme.
-anda ve y escoge algún buen queso y uno que otro manjar, unas aceitunas tal vez.-como niño regañado giro en busca de lo que Jorge ha dicho.
Comienzo a escoger cosas sin sentido realmente, el punto ahora mismo es comprar algo.
-disculpa.-una tímida voz me llama, giro y quedo sorprendido.-tu.-habla y me abraza, su pequeño cuerpo se pega al mío y sonrió dando leves masajes a su cabello.
-¿Qué haces aquí?-cuestiono una vez que nos hemos separado.
-comprar, ¿acaso no es obvio?-sonríe y acomoda un mechón de su cabello.
-bueno es...
-Alex, te mande por provisiones, no a que ligaras.-Jorge llega y se recarga sobre mi hombro, Lorenza nos mira mientras frunce su ceño, y su boca se abre con sorpresa.
-¿te llamas Alex?-cuestiona un tanto desorientada.
-en realidad me llamo Alessandro, pero solo algunos me llaman Alex. Oh por cierto él es Jorge, Jorge ella es Lorenza, aunque creo ya se conocían del día del antro.
-un gusto.-Jorge besa la mano de Lorenza mientras un sonrojo aparece en sus mejillas, no puedo evitar sonreír, Jorge anda al asecho.
-bueno, yo solo quería que, bueno podrías pasarme una lata de aderezo por favor.-sonrió mientras cojo una lata de la parte alta del estante, Lorenza es demasiado pequeña para alcanzarla, aunque no sé cómo el día del antro pude pensar que tenía 23 o 24.
-¿vienes sola?-Lorenza coge la lata y agradece, luego gira su vista hacia Jorge.
-si.-contesta tímidamente.
-podrías venir con nosotros, tenemos planes y serias muy bien recibida.
-yo bueno, sí pero no.-tanto Jorge como yo, miramos a Lorenza con el ceño fruncido, puede confundirnos.-mi hermano ha salido esta noche con su novia, y yo debo volver a casa, mis padres no me permitirían salir con...dos desconocidos.-habla en apenas un susurro.
El hecho de que esta chica me ha ofrecido su virginidad me hace verla extrañado y cuestionarme en como a veces las chicas son contradictorias.
-¿si llamo a tus padres y me presento como tu mejor amigo gay, te dejarían?-Lorenza ríe tras las palabras de Jorge.
-ellos están fuera de la ciudad.
Coloco mis compras sobre la banda de la caja registradora, Jorge al igual coloca las suyas, comprendo que tendré que pagar yo.
-no veo motivo alguno por el cual rechazar nuestra propuesta.- Jorge habla y Lorenza parece pensarlo.
-no tengo coche, de hecho he venido en taxi.
-yo te llevo de regreso.-Jorge sonríe y me mira.
-Jorge ha hablado.-sonrió mientras pago a la cajera.
Lorenza paga sus cosas y los tres nos dirigimos al coche de Jorge, quien ha pasado por mí y ahora vamos a mi casa.
Tras el camino entre risas y cortas platicas, llegamos a mi edificio, Lorenza baja tras nosotros, tímidamente nos sigue.
-parece animada la cosa-anuncia Jorge tras escuchar risas desde dentro de la casa.
-Garrett ha invitado a una amiga, lisa y yo hemos creído que era alguna novia o algo sí, pero parece viene con compañía.- Termino de abrir la puerta, dando pase a Lorenza y a Jorge.-Garrett-grito y llega corriendo para ayudarme con las bolsas.
-parece que al fin ha llegado.-la voz de lisa se escucha y tras esas palabras unas pisadas hacen eco en la sala.
***Gracias por leer.
¿Que creen que pasara ahora?
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Mas Que Física(terminada).
RomanceLoren se ha enamorado de su profesor de física Alex, quien no ha perdido el tiempo en insinuársele, ahora ambos se han confesado sus sentimientos. Unas vagas palabras, un roce, esos labios y un dulce beso, harán que ambos se den cuenta que ya nada e...