Bueno para ser sincera no entendía a que hacían referencia aquellas oraciones en el vetusco pergamino, pero a juzgar por la cara de alteración y sorpresa del director Altamirano no parecía ser algo que fuera a tomarse a la liguera, comencé a predecir en mi interior que esas simples palabras cargan un peso muy grande, un peso con gran capaz de todo. De acuerdo quizá solo me lo estuviese imaginando, después de todo no sería la primera vez que me ponía un poco paranoica e imaginativa.
-Creo que aquí es donde le digo la verdad y es que bueno...ella no es mi prometida en realidad es mi amiga.
-Joven Bouffart eso ya no importa ahora. ¿Tienen idea de lo que esto significa?
-No-una negación temblorosa salió de mi boca.
-Muy vaga pero si, si tengo una idea.-Sonó seguro y angustiado algo muy raro.( Raven jamás solía estar angustiado por nada).
-No entiendo nada, ¿quieren explicarme?
-Su apetito de respuestas es demasiado grande y creo que habrá que alimentarlo un poco.
El director al final no me dio respuesta a lo que yo quería saber, lo único a lo que respondía era preguntas que tenían una respuesta demasiado obvia.
Raven había hablado con el director sobre el hecho de que me tendría que quedar en ese instituto. El director me ofreció la oportunidad de elegir mi habitación pero Raven se negó a aquello ya que, él insistía en la probabilidad de que si estaba sola en un dormitorio y sin nadie que salvaguardara mi seguridad implicaría un riesgo, un riesgo que él no permitiría de ninguna manera.
El dormitorio en el que estaba era muy espacioso, las paredes tenían el color del invierno; frío y blanquecino, habían dos camas individuales de las cuales una era mía y la otra era de...Raven. Si, estaba compartiendo dormitorio con Raven lo cual era algo que nunca de los nuncas yo habría permitido y no por el hecho de algún tabú si no que simplemente no me apetecía compartir habitación con absolutamente nadie; es aterrador que alguien te pueda mirar mientras duermes, es como si de alguna manera le dieras el poder de asesinarte sin mostrar oposición.
Las sábanas de la cama eran suaves cual porcelana y tan delgadas como una hoja de papel, la almohada por otro lado bien podría pasar por una piedra disfrazada de almohadón, como me hubiese gustado tener ahí conmigo mi cojín con relleno de guata y con su funda morada de una tela casi tan suave como la seda pero sin ser tan pretenciosa pero...a como se tornaban las cosas lo más probable es que no pudiera volver a tener lo conmigo y, no sólo mi cojín si no que también todas mis demás pertenencias que tenía en casa.
No tenía ninguna de mis pertenencias conmigo así que no tenía ninguna pijama que ponerme para dormir, por suerte Raven entró al dormitorio con un macuto en la mano en el cual al parecer y si mi esperanza no fallaba, esperaba trajera algo de ropa y cosas de uso personal.
-Por favor dime que traes lo que yo creo en esa mochila-señale con la mirada la mochila que cargaba en su hombro izquierdo
-Si te refieres a cosas como lo último en tendencia de ropa me temo decepcionar te pero no traje nada de eso, sólo conseguí algunas prendas básicas de ropa y un ammm emmm... algunas cosas de aseo personal para chica- dijo con cierta pena esto último-
-Y dónde conseguiste la ropa y las cosas de chica?- pregunté con curiosidad y con tuve una risa-
-Una vieja amiga que sigue en el Instituto- la nostalgia se percibía en sus palabras- ella sabe donde conseguir ropa y eso-se rasco la cabeza con nerviosismo-
ESTÁS LEYENDO
Atrápame
Teen FictionEs difícil procesar el hecho de despertar sola en un bosque cuando jamás en tu vida has ido a uno tan siquiera y si le añades a todo esto el pequeño detalle de que no recuerdas absolutamente nada de como llegaste ahi...