-¿Equitación?- Sólo nos quedaba una semana de campamento. Me había pasado los últimos días con Dino. Bom se la pasaba con el resto del grupo del fondo, parecía como si hubieran recuperado su amistad. Al principio me sentí feliz, pero luego, al notar que ella ya no pasaba nada de tiempo conmigo, me comencé a entristecer. Pero Dino se había encargado de hacerme olvidar de mis problemas. Habíamos estado haciendo todo tipo de actividades juntos; pintura, tiro con arco y flecha, voleibol y un montón de otras actividades. Ambos éramos pésimos en la mayoría así que siempre terminábamos riéndonos al notar que habíamos hecho perder a nuestro equipo por culpa de nuestra inutilidad.
-Sí ¡Será divertido!- La emoción que se desprendía de su voz era completamente obvia. Esa mañana había comenzado a insistir con su necesidad de montar a caballo y ahora me rogaba para que lo acompañase. No tenía ningún problema, excepto por el hecho de que le tenía terror a los caballos.
-Está bien.- Tuve que rendirme. No quería hacerlo sentir mal, y mucho menos arruinar uno de sus planes para el campamento.
Caminamos hasta los establos donde encontramos a un coordinador, él se encargó de darnos todo el equipamiento necesario junto con algunas recomendaciones para la hora de montar.
Mis piernas estaban temblando, tenía a varios caballos frente a mí. Eran de un gran tamaño y eso lograba intimidarme.
-No tengas miedo, estoy aquí.- Sus palabras habían logrado tranquilizarme. Le sonreí agradecida. Me ayudó a montarme al caballo y luego él se montó en el suyo. Me encontraba demasiado tensa, y eso hacía que mis manos sujetaran las riendas con mucha fuerza. De manera lenta comenzamos a movernos en la pradera. El lugar era hermoso y tranquilo. Con el paso de los minutos mi miedo comenzaba a disminuir. Me encontraba más relajada. Cabalgamos por media hora hasta que llegamos a un lugar desde donde se veía el atardecer, nos quedamos allí a contemplar el hermoso acto de la naturaleza.
-¿Qué te ha parecido el campamento hasta ahora?- Seguí observando el cielo anaranjado que se encontraba frente a nosotros.
-Una de las mejores experiencias de mi vida.- Giré mi rostro hasta poder observarlo. Nuestros ojos se encontraron -¿Y a ti?- Una tímida sonrisa se formó en su cara.
-Ha sido muy divertido.- Tenía razón, la diversión era algo que no faltaba –Nunca pensé que serías tan divertida, en la escuela pareces ser muy tímida.- Me sorprendía ante sus palabras. Nunca habíamos hablado de nuestra escaza convivencia dentro de la escuela. Mi rostro se tornó un poco desanimado, él me veía como alguien aburrida.
-Nunca me hablaste, tal vez hubieras sabido que no era como pensabas si sólo te hubieras acercado en algún momento.- Parecía un reclamo, y lo era. El grupo del fondo nunca se había preocupado en sociabilizar conmigo, y eso me molestaba. Se hablaban con todos mis compañeros, excepto conmigo.
-Lo lamento, el resto de los chicos suelen pensar que tú le pediste a Bom que dejara de juntarse con nosotros.
-¡Claro que no!- Me exalté. Yo no le había pedido nada parecido a Bom, si ella los había dejado había sido por mérito propio.
-Ahora lo sé, y me alegra.- Me sonrió aunque no le devolví el gesto. Estaba a punto de contestarle, cuando siento como el caballo en el que me encontraba montada se ponía en dos patas debido a algo que lo había asustado. En ese momento sentí mi cuerpo golpear contra el suelo.
-¡Jen!- Ese grito fue lo último que escuché.
Cuando desperté comencé a mirar a mí alrededor. Me encontraba en mi cabaña. Me reincorporé con suavidad debido a que sentía dolor en buena parte del cuerpo. Miré mi pie, desde donde venía el dolor principal, y observé que se encontraba vendado.
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Smile (One Shot) (Dino - SEVENTEEN)
Romance¡Muchas gracias por leer! Obra registrada en Safe Creative, código en mi perfil.