Chrissy

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Se hizo de noche y los padres nos llamaron a comer. Salimos de la piscina, nos secamos y entramos. Ya estaban todos acomodados en la gran mesa del comedor. Los pequeños junto a mis padres, a su lado los padres de los Hummel y por último nosotros tres. Pero había un plato de más en la mesa. Cuando lo vi sentí que mi corazón iba a explotar de la desesperación.
Me senté entre los dos hermanos Hummel y el timbre sonó. No pude evitar emitir un bufido, y Becky me miró de reojo. Ya sospechaba algo.
Tanner se levantó de la mesa para abrirle la puerta a su novia. Luego de un minuto, Tanner entró nuevamente al comedor tomado de la mano de Chrissy. Ella estaba usando unos shorts tan ajustados que me sorprendía como sus piernas seguían sin explotarLos padres de Tanner sonrieron y se pararon para saludar a la chica que no paraba de sonreír. Cuando terminaron de saludarla, ella se acercó a mi y Tanner me introdujo.

-Chrissy, ella es Diana. Es como mi hermanita.-Dijo regalándome una sonrisa. ¿Su hermanita? Eso me dolió. Me sentía como una niña allí.

-Encantada.-Dijo Chrissy sonriendo con sus dientes perfectos. Era rubia y tenía los ojos verdes. Parecía una Barbie.
¿Qué era yo, una simple chica de cabello castaño y ojos marrones a comparación de esa chica que parecía una muñeca?
La respuesta era sencilla: nada.

-Igualmente.-Fingí mi mejor sonrisa tratando de parecerme a ella. Saludó a Becky, a mis hermanos y a mis padres. Luego se sentó con nosotros.

La cena fue incómoda: los padres contaban anécdotas sobre nosotros, y en la mayoría de ellas, yo hacía el ridículo. "¿Recuerdas cuando Di calló del tobogán y su cara quedó llena de lodo?" "¡Y la vez en que comió un trozo de madera pensando que era chocolate!" No podría soportarlo mucho tiempo más.
Una vez que terminamos de comer, Becky y yo levantamos los platos y Tanner le mostró la casa a Chrissy. Luego fueron ambos a su habitación. No pude evitar pensar lo peor. 

Becky tomó mi mano y corrimos hacia su habitación. Una vez dentro, cerró la puerta con llave.

-¿Qué está pasando exactamente?-Le pregunté confundida.

-Lo mismo pregunto yo.-Me reprochó.-Noté como mirabas a Chrissy.

-Oh... No, no es nada. Es sólo que me recuerda a una vieja compañera de la escuela con la que no me llevaba bien, eso es todo.-Mentí.-Pero es muy agradable.-Mentí otra vez.

Al cabo de media hora alguien tocó la puerta. Becky la abrió y Chrissy se encontraba allí parada con su maleta, sonriendo.

-Lamento interrumpir.-Dijo todavía sonriendo. Dios, ¿no se cansaba de hacerlo?-Puedo volver luego si lo desean...

-No, pasa.-Dijo Becky.

Me quedé callada mientras desempacaba sentada en su colchón.

-Entonces...-Dije para romper el silencio.-¿Como se conocieron Tanner y tú?

-Oh, es una historia un tanto graciosa. Verás, mi hermano está en el mismo equipo fútbol que Tanner. En su fiesta de cumpleaños, mi hermano hizo una fiesta e invitó a más de 50 personas a nuestra casa. Dio la casualidad de que Tanner estaba hablando con unos amigos cerca de la piscina y cuando volteé para buscar un refresco, accidentalmente hice que Tanner cayera al agua, y en un intento de evitar eso, caí yo también.-Una pequeña risa escapó de su boca.-Luego de eso fuimos inseparables.-Su sonrisa se hizo incluso más grande, cosa que yo pensaba que sería imposible.-Y todos saltaron a la piscina con nosotros.

Era tan agradable y dulce que se me hacía difícil odiarla.

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