Good Girl (Zayn Malik y Selena Gomez)

Just the way you are

Selena

Me levanté estirando las piernas, las cuales estaban agarrotadas.

Levantarme y ver a Zayn, me hizo replantear la sexualidad de todas las chicas en Texas, las cuales no se habían metido con él, antes. Ese pensamiento me hizo ver que no lo quería compartir con nadie...finalmente era mío.

Me quedé mirando sus largas pestañas... ¿para que le servían las pestañas largas a un chico?

Para que te le quedes mirando de la manera en que lo estas haciendo.

Eso era cierto.

Mis dedos se fueron a sus mejillas y comenzaron a acariciarlas...con esta poca luz del sol, su piel parecía incluso brillar, si tan solo...

¿Qué? ¿Luz del sol?

Mierda.

-Zayn, Zayn-

Este parpadeó unas veces antes de abrir los ojos por completo y sonreír.

-buenos días-

Iba a decir algo, cuando Zayn se acercó y juntó sus labios con los míos.

Sus manos se fueron a  mis costillas y sus pulgares me comenzaron a acariciar. Cada uno de sus trazos me daban ganas de llorar: cada uno de sus movimientos era emitido con la delicadeza capaz de hacerme sentir querida.

Zayn me distraía de todo...y en este momento estaba haciéndolo de irnos de ahí.

-Malik, Malik....-

-¿qué?-

Preguntó, mientras bajaba sus labios a mi cuello. Maldito Malik, se había convertido en todo un experto en esto.

-ya es de día-

Sus labios se quedaron congelados, parecía pensarlo. Me dio un mordisco, sacándome un suspiro.

-cierto...-

Se separó de mí, recostándose contra el pasto.

-eres preciosa-

Dijo, mientras me recorría con la mirada.

Sus manos comenzaron a subir por mis piernas, subiendo por mi espalda, con una lentitud extrema, hasta que terminó en mis costillas, tratando de meterse a la parte delante de mi pecho.

-oh no, tenemos que irnos, antes de que alguna de tus hermanas te vea así-

Y como si mis palabras hubieran sido un corrientázo, Zayn se levantó del suelo y comenzó a vestirse.

Quizá, solo quizá, ver vestirse a Zayn, era incluso, mayor deleite que desvestirlo. No había notado, pero tenía una gracia natural, en cada uno de sus movimientos. Era casi hipnótico.

-tú también deberías vestirte, o sino no llegaremos nunca-

Dijo, mientras señalaba mi ropa.

Asentí y comencé a vestirme.

Agarré su mano y comenzamos a caminar hacia la cabaña.

-Selena, quiero que me digas algo-

-lo que quieras-

Le dije, sonriendo como imbécil.

-¿estamos bien?-

Dijo, desconfiado.

Seguramente pensaba que esto iba a ser como la vez anterior, en la cual lo había llamado insuficiente y lo había echado de mi casa.

-claro que sí-