Good Girl (Zayn Malik y Selena Gomez)

Llaves

Zayn

Todo estaba saliendo perfecto. La cara de Selena había sido de piedra, desde el momento en que entró en el carro.

En la clase no había comentado absolutamente nada, y en este momento, Selena ya debería haberse encontrado, a Perrie, en su clase de química.
No pude evitar sonreír un poco.
Con suerte, en dos días, el viernes, ella ya estaría recapacitando, y viendo que realmente me quiere a mí.

Caminé hasta mi clase de pintura, y me senté al lado de Tomlinson, el cual, se podría decir, que era mi mejor amigo, o algo muy parecido, por lo menos.

El maestro comenzó a comentarnos un poco sobre la época renacentista, ya que tendríamos que pintar una obra de algún pintor famoso, y cambiarle algo.
Apenas hubo terminado, ya era la hora de que comenzáramos a pintar.

Busqué en Google algunos ejemplos, hasta que encontré el perfecto, y comencé a dibujarlo.

-¿ocurre algo, Malik?-

Me preguntó Louis, sin mirarme, ya que estaba inmerso en su dibujo.

-nada, ¿por?-

-te noto deprimido, y ahora estás con esa chica, la nueva...-

-Perrie-

-exacto...no sabía que ella fuera tu tipo de chicas-

-yo no tengo un tipo de chicas con las que salir-

-tú no sales con chicas, Malik-

Dijo Louis, entre risas.
Y sí que era cierto: yo no salía con chicas, punto.
¿La razón? Ni idea, pero nunca me había visto demasiado interesado en el género femenino, incluso llegué a pensar que simplemente no eran lo mío...hasta que comencé a ver que sí había una chica que me generaba interés...una chica con novio, y sin ganas de cambiar su situación.

Ese pensamiento me entristeció más, y comencé a trabajar más centradamente en mi cuadro.

Apenas se acabó la clase, salí con agilidad, sólo para encontrarme con Perrie, a la salida de mi clase.
La miré sorprendido.

Ella me regaló una sonrisa.

-hola-

-hola, zaynie-

¿Zaynie? Okay...
Comenzamos a caminar, uno al lado de el otro.

-¿cómo fue tu día, hasta ahora?-

Pregunté con curiosidad.

-bastante bueno, de hecho...por cierto, si selena pregunta, somos novios a distancia desde hace bastante, y me mudé para hacernos las cosas más fáciles-

El ingenio de Perrie sólo me hizo sonreír, pero un impulso de agradecimiento interno, fue lo que me hizo parar, y agarrarla en mis brazos, de su cintura, pegándola a mí, y dándole vueltas en la mitad del corredor.
Apenas la bajé pude ver el borrón de un cabello castaño, y un suéter amarillo, desaparecer por el pasillo.
Sonreí, y seguimos caminando hasta la cafetería.
Seguimos hablando, hasta que compramos nuestras cosas, y caminamos hasta una mesa fuera, donde el sol sólo daba un poco.
Perrie se sentó en frente mío, y comenzamos a comer.

No sé en que momento exactamente, pero en uno de tantos momentos que estuvimos en esa mesa, un rayo de sol pareció colarse entre los cabellos de la chica que tenía en frente...haciéndola ver preciosa...
Me quedé embelesado admirando su belleza.
Sin embargo, poco duré haciendo eso, ya que Selena pasó por nuestro lado, como alma que lleva el diablo, sólo para sentarse, en la mesa más alejada de la nuestra, a leer, sola.

Selena podría ser hermosa, inteligente, buena persona, maravillosa...y sin embargo, no tenía muchos amigos en el instituto...de hecho, sólo me tenía a mí.

El corazón se me estrujó con fuerza al verla sentada sola, pero luego recordé la forma en la cual me había rechazado, y me dejó de doler un poco. Todo esto iba a ser bueno, al final del día.
Terminamos de comer, y nos fuimos a la siguiente clase, una que compartíamos los tres: filosofía.

El día se pasó con bastante rapidez, y con la compañía de Perrie, se me hizo soportable, y agradable, de hecho.
Apenas salimos de la última clase, nos dirigimos al auto de mi madre.
Me palmeé los bolsillo buscando las llaves, pero no las encontré.
Mierda.

-no encuentro las malditas llaves-

-¿no las habrás dejado en clase de literatura?-

-quizá, ya vuelvo-

-está bien-

Perrie me sonrió, y le devolví la sonrisa..había algo en ella que me agradaba.

Caminé hasta el aula más alejada del parqueadero, ósea, la de literatura, esperando que esas condenadas llaves estuvieras ahí.

Abrí la puerta, y la visión que tuve fue increíblemente imprevista.
Sentada en el pupitre del maestro, estaba Selena, cruzada de piernas, con mis llaves en sus manos.
Levantó la mirada, haciéndola encontrarse con la mía.
Me sonrió un poco, y alzó la mano donde estaban mis tintineantes metales.

-¿se te perdió algo?-
-
-
-
Seré sincera...planeaba actualizar después de año nuevo, pero me levanté y el primer comentario que vi, el de fridocha18, fue el que me hizo escribir este capítulo.
Así que si...lo actualice por ti, feliz Navidad.
Por cierto, les quería preguntar si debería subir otro capítulo, ¿qué dicen? O ¿mejor mañana?