Good Girl (Zayn Malik y Selena Gomez)

La única cosa que nadie sabía de mí.

Selena:

A la mierda todo.

Sinceramente, estaba cansada de tener que lidiar con todo, de tener que ocultar todo, de no poder ser quien realmente era.

Quizá esta fuera la primera vez en la cual tenía decidido que nadie me iba a pasar por encima.

Sí, había salido corriendo, pero no tenía ni una intención de dejar ganar a esa estúpida. Esta era una competencia arreglada por mí, y para mí. Ella no se había inscrito a la carrera y yo ya estaba a punto de ganarla...

Me limpié una estúpida lagrima que se me había derramado y miré al espejo en frente. El baño tenía cierto habiente a mortandad y tristeza...aunque seguramente eso solo se debía a la iluminación

-tú no vas a dejar nada a medias. Selena Marie Gomez tú nunca dejas nada sin terminar. Nadie es mejor que tú. Tú eres buena en el colegio, vas a entrar a Harvard, nunca faltas a clase, sabes hablar francés a la perfección, eres una alumna de A's perfectas ...eres una ganadora, tú puedes...-

Me miré al espejo, solo para descubrir que estaba llorando.

-me llamo Selena Marie Gomez, soy inteligente, libertina y fuerte, y por eso, nadie va a impedir que, por primera vez, haga lo que quiero-

Abrí la puerta del baño con fuerza suficiente de noquear a la Roca Johnson.

-ouch-

Mierda. Había golpeado a alguien. Me alejé de la puerta, solo para encontrar a Zayn tirado en el suelo.

-mierda-

Me tiré al piso, para estar al lado de él.

-¿Selena?-

Parecía confundido.

-sí-

-¿Por qué me pegaste?-

Subí los hombros.

-estabas en mi camino-

-¿qué ibas a hacer?-

Dijo, mientras se levantaba un poco, y se apretaba la nariz. Esperaba no haberle roto nada.

-te veías bastante determinada, si puedo decir-

-y lo estoy-

Dije, mientras me levantaba y le agarraba el brazo, obligándolo a levantarse.

-tenemos que buscar madera para la fogata-

¿En serio? ¿Esa era la mejor excusa que se me ocurría? Quizá debí haber dedicado un poco más de tiempo a buscar mejores excusas que a mejorar la confianza y eso.

Subí los ojos y le agarré la muñeca a Zayn, obligándolo a caminar tras de mí.

Abrí la puerta de la cabaña con más cuidado, procurando no romperle el tabique a nadie más. Sin embargo, nadie se encontraba afuera, por más que el sol ya hubiera caído.

-que silencio-

Dijo Zayn, con la voz gangosa, seguro por el golpe que le había dado.

Seguí caminando por el bosque, agarrando su muñeca, procurando tenerlo lo más cerca posible.

Cada paso que dábamos nos alejaba de la casa, pero al entrarnos más en el bosque, las cosas comenzaban a verse con mucha más claridad, ya que la luz de la luna se acentuaba conforme nos adentrábamos entre los arboles.

Finalmente ni la cabaña ni el lago se veían. Solo éramos Zayn y yo...como en los viejos tiempos.

Le solté la muñeca y lo volteé a ver. Una risotada casi se me sale, ya que aun tenía una mano sobre su nariz.