Everything I Didn't Say.

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No podía dormir, no dejaba de tener malos pensamientos sobre situaciones que podrían ocurrir el día de mañana. Odio cuando me pasa esto.
Decido que lo mejor que puedo hacer ahora, es pensar en las cosas buenas que me pasaron, así que eso empiezo a hacer.

Flashback.

Gotas de sudor intentan bajar por mi rostro pero las aparto de inmediato. Mi pierna no para de subir y bajar con rapidez mientras el tiempo pasa y otra presentación termina. Los nervios me están destrozando, ¿y cómo no? El maestro Sheeran pidió que escribiéramos una historia de nuestra vida que nunca seríamos capaz de contar en cualquier otra situación. Por supuesto, iba a contar la historia que más me reservaba y que sólo unos pocos amigos y ella sabían.

Nicky estaba terminando su presentación que nos había dejado con la boca abierta. Hoy aprendimos que ella fue drogadicta pero que logró luchar contra eso a tiempo.
Cuando finaliza, todos nos levantamos a aplaudir y sonreímos orgullosos pues ella había logrado contar su historia sin ningún tipo de problema y porque nos había dado una lección, lo cual era uno de los objetivos de la tarea.

Camila me había sugerido que me uniera a este grupo porque pensaba que me haría bien. Más de una vez le he agradecido y dicho que tenía razón. Ella es increíble y gracias a ella es que tengo esta historia para contar.

-"Muy bien, es el turno de..."- todos golpeamos suavemente nuestras piernas para simular un redoble mientras el señor Sheeran mueve el "dedo seleccionador" para saber quién será el siguiente en contar su historia.- "Tú. Lauren, es tu turno."

Respiro hondo antes de levantarme y empezar a contar.

-"Buenos días a todos, para los que no saben quién soy, mi nombre es Lauren Jauregui y hoy les contaré una pequeña parte de mi vida."- ojeo un segundo los papeles y me aclaro la garganta para empezar.

"Hace diez años, cuando tenía doce exactamente y recién empezaba en un colegio nuevo, conocí a una chica por los medios más locos que se puedan imaginar.
No, ella no era parte de un cartel de narcotráfico internacional como lo era Alex Vause en Orange Is The New Black.
Tampoco era vendedora en una tienda de música que yo visitaría todos los sábados a la misma hora.
Tampoco era una tatuadora sin tatuajes a la que le pediría un tatuaje de libélula en mi espalda.
Cuando conocí a esta chica, me gustaba mucho una serie japonesa llamada Shugo Chara, en la que habían unos pequeños seres que acompañaban a los niños con sueños de grandeza y muchas esperanzas. Había un Chara en específico que me gustaba mucho, su nombre era Yoru y era un gatito.

Un día caminando por el patio del colegio a la hora de salida, vi a una niña sentada admirando orgullosa un dibujo que ella había hecho. Desde lejos, pude reconocer las pequeñas orejas de gato y la cola de color azul que se mezclaban con la parte 'humana' del Chara que yo amaba. No dudé en acercarme a ella para ver el dibujo de cerca.

Poco después de eso, Normani, la chica que había hecho el dibujo, me invitó a pasar un recreo con su grupo donde una chica me cayó de maravilla mientras que otra se ganó mi odio en cuestión de segundos.
Mientras pasaban los días, me hice parte del grupo pero no era muy unida a esas personas, sólo me acercaba a Mani y a sus amigas: Camila y Dinah.

Para cuando se acabó el año, me había hecho muy amiga de Camila, la chica que al principio me había caído peor que la comida que preparaba mi tía. De hecho, me sentía diferente con ella.
Camila me gustaba.

Años más tarde, mi madrina me invitó a visitarla a su casa, que quedaba en Río de Janeiro, Brasil.
Al hacerlo, tuve que utilizar el teléfono de mi madre para poder hablar con Camila. Solíamos hablar mucho y jugar a todo tipo de cosas también.
Diez días después de haberme ido, mientras jugaba con Camz, le dije que me gustaba. Como me asusté un segundo, negué cuando ella me preguntó si aquello era cierto.
Fue poco después que le confesé que mi atracción por ella era real, el problema, era que lo había hecho tarde en la noche y a escondidas, puesto a que cuando mi madre me vio, me arrebató el teléfono y vio lo que estuve haciendo minutos antes.

Lo que ocurrió después es otra historia, pero... ¿Las cosas habrían sido distintas si le hubiera confesado todo la primera vez? Nunca lo sabré.
Sólo sé que cuando volví al colegio, Camila me estuvo evitando ya que mi madre le había ordenado que se alejara de mí.

Pasando esta parte de mi historia, también me gustaría recordar la conversación que tuve con mi madre años después.
Habíamos empezado a discutir las atrocidades que cometía la iglesia contra la comunidad LGTB. Ella lo veía de manera que no le daba la razón a nadie cuando, obviamente, la comunidad tenía la razón en absolutamente todo, más cuando yo pertenezco (secretamente) a la comunidad.
Dentro de esa conversación, ella me dijo que si yo fuera lesbiana (cosa que sí soy) ella me aceptaría pues soy su hija y tiene que quererme tal y como soy.
Seguro ustedes se preguntan: ¿Por qué no le dijiste?
Lamento informarles que no tengo idea.

Hasta el día de hoy mi madre no sabe quién soy.

Sin salir de este tema, quiero contar también la vez en la que mi padre y yo salimos juntos después de tanto tiempo. Esto fue gracioso, realmente, cada vez que lo recuerdo pienso en lo bobo que fue mi padre al no darse cuenta de la situación.
Estábamos pasando por el cine para ver si alguna película que nos llamara la atención estaba disponible. Pasamos la mirada rápidamente, cada uno comentando lo que creíamos de la película con ver el título y la fotografía nada más.
Recuerdo que había una llamada Lucy, donde actuaba la hermosa Scarlett.
Mi padre y yo soltamos al mismo tiempo un comentario sobre su hermosa figura y él se me quedó mirando extraño, pero puedo jurar que una pequeña sonrisa apareció en su rostro antes de fingir que no pasó nada.

Pude haberle contado quién era, pero no lo hice.

Esto es todo lo que no dije cuando tuve la oportunidad.
Estas y muchas otras cosas me han pasado a lo largo de la vida por no decir lo que tengo que decir cuando se presenta la oportunidad, si no mucho tiempo después y a veces, ese es el mayor error que podemos cometer.
Les pido que piensen en lo que les he contado el día de hoy y que digan lo que deban decir cuando puedan, porque quizás luego no tengan oportunidad.

Eso es todo, gracias por escuchar."

Fin del flashback.

Me remuevo incómoda pensando en ese momento.
Suspiro y me volteo para encontrarme con un par de ojos marrones que me miran con preocupación.

-Lo siento... ¿Te desperté?

La abrazo y acaricio su espalda. Siento cómo niega con la cabeza.

-¿En qué pensabas, Lern?
-En todo lo que no dije.

Everything I Didn't Say [One Shot] [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora