Capitulo 2: ¡La puerca esta en la pocilga!

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Ya había decidido  que era lo primero que haría de "mi lista de pendientes", bueno de echo no era una lista físicamente ha decir verdad, mas bien era una serie de cosas, pensamientos que siempre me habían rondado en la mente, como por ejemplo mi cabello. Siempre solía quedarme mirando como lesbiana enamorada a las chicas que teñían sus melenas de fucsias paleta y violetas brillantes, y para que quede claro no, no soy lesbiana. Pero siempre me pregunte como se verían esos colores en mí y luego sacudía mi cabeza pensando— No. Definitivamente no —eso solo se vería ridículo en alguien como yo. Eso es para chicas con estilos y llenas de seguridad. Todo lo opuesto a mi, que solía ser la chica fantasma que usaba gafas, y tenía un peculiar gusto por la ropa, (para no decir totalmente aburrido). Pero es que odiaba ir a las tiendas. Nunca encontraba algo que me gustase y era tan torpe y tímida a la hora de decir "No me gusta" o "Me queda horrible", que terminaba llevando algo que no usaría, solo porque alguna empleada me tiraba una de esas miradas que decían "No hagas mi vida mas miserable, solo compra algo y lárgate". Entonces Ash quien es mi prima por cierto, comenzó a encargarse de comprarme ropa. desde mis catorce años hasta hoy.

Siempre fuimos muy unidas, tanto que la siento mas como una hermana mayor, que como mi prima. Y no es que Ash tenga mal gusto o algo así.. pero a veces sentía que me vestía demasiado seria y simple para mi edad. Claro esta que Ash es dos años mas grande que yo. Pero el punto es que luego no sabia como decirle que ya no quería que ella me eligiera la ropa, asique otra ves mi miedo o mi estúpida e inexistente comunicación con la gente fallaba.

¡¡Por dios Ash era como mi única amiga y ni con ella podía decir lo que pensaba!!. Quería golpearme yo misma, me había convertido en un estúpido robot que solo seguía la corriente a todos, era como si no tuviera vos propia. Pero de ahora en adelante eso cambiaria, me pondría mis bragas de chica grande y actuaria como tal.

Primera parada la peluquería. Al abrir la puerta una tonta campanilla hiso que todos se dieran vuelta a mirarme. Un hombre algo calvo con chaleco gris y corbata azul se acerco a mí —¿Te puedo ayudar en algo?—

—Yoo.... —desvié la mirada de él y vi que una chica rubia de ojos celeste, me miraba desde su asiento con cierta burla. ¡¿PORQUE COJONES ME MIRA..?!. Trague en seco, otra vez estaba entrando en pánico. ¡Ben esto es a lo que me refiero..! No se como lidiar con la gente, es como si fuera alérgica a las personas. ¿Sera eso posible..? eso explicaría el que mi cerebro entre en cortocircuito cada vez que tengo un extraño al frente. ¡¿Ni siquiera podía cortarme el cabello sola?!, esto era demasiado patético. Mis pies estaban a punto de dar marcha atrás a toda velocidad, como si tuviera viendo al mismísimo Freddy Krueger.

 ¡Vamos solo abre la boca y habla!


—MEQUIEROTEÑIRELCABELLO —. Grite todo rápido y nada amable por cierto. El hombre alzo las cejas, mirándome sorprendido.
—Muy bien pasa por aquí —me señalo un asiento vacío.

Bien, bien. Tome asiento y respire profundamente, viendo mi reflejo en el espejo. ¡Santa mierda de la macarena estaba ahí! Lo había conseguido. "La puerca esta en la pocilga", siempre había querido usar esa frase. Una cosa menos que tachar. Una sonrisa de emoción bailaba en mis labios, mientras me quitaba mis lentas para que no estorbaran.

—¿Muy bien que es lo que tienes en mente?.  ¿Quizás algunos reflejos en rubio?, te iluminarían el rostro —. Dijo pero rápido sacudí mi cabeza en desacuerdo —NO! quiero que mi cabello sea algo negro y violeta —casi salte de la silla. Suficiente me costo llegar hasta ahí como para salir toda rubia no y no. No es que tenga algo con las rubias, pero no es lo que quiero punto.

—Muy bien negro y violeta lo tengo —dijo riéndose. ¿Y a este que le causaba tanta risa?

El cambio era sorprendente..

De nerd a chica malaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora