Floricienta

La entrevista

Nunca me había cansado tanto como esa tarde de martes, recuerdo que, con los minutos contados y el corazón el la boca, iba diciendo...

- 4:47, 4:48, 4:49, 4:50, 4:51...

Hasta que al fin llegue, con cuatro minutos de sobra, aliviada, logre notar que el restaurantes era alto, de color blanco, ventanales gigantes, con unas escaleras de madera procesada y en la punta del edificio logre notar que decía "Restaurante Authentique Bistrot" en grandes letras.

Cuando logre concentrarme, tome confianza y subí las escaleras. Al abrir la puerta me encontré con una señora, de traje, con un vaso de café y una medialuna que de tanto en tanto le daba un mordisco, y ella me dijo seriamente:

- Hola, ¿Qué necesita?¿Tiene reserva?

- No vengo por una entrevista de trabajo con el señor...

- Ramirez- Me interrumpió- ¿El señor Pedro Ramirez?

- Así es- Conteste.

- Me puede decir su nombre, su edad y a que hora tenía que asistir por favor.- Me dijo.

- Si claro, me llamo Florencía Castillo, tengo 18 años, y el señor me esperaba a las 5:00.

- Bueno le voy a avisar, mientras usted valla a su oficina en el piso tres, oficina 4.

- Bueno, muchas gracias.

Al llegar a la oficina del señor Ramirez, note que había mucha gente , era una oficina muy grande.

Esa tarde conocí a meseras, chefs, azafatas y más.

Me atreví a tocar la puerta y me atendió el señor Pedro, de traje negro y perfectamente planchado, un pelo negro, bien corto y duro por el gel.

Hablamos más de dos horas y me hizo contestar preguntas, formularios, y más, hasta que llegamos al punto que me dijo que a la mañana miércoles a las 7:30 am realizaría la prueba, y si me iría bien me llamarian a mi departamento que me estaba quedando estos días, y esa carta diría los resultados.

Al terminar la reunión lo despedí formalmente y partí hacia mi departamento. Me prepare la ropa para mi primer día de trabajo y me fui a acostar.

Un segundo antes de cerrar los ojos metí los dedos en el bolsillo y sin acordarme saque el papel que Federico me había entregado, con mucha intriga lo agarre, lo abrí y tenia un numero era el de Fede! muerta de felicidad lo agende en mi celular. Tenia ganas de hablarle pero ya era tarde y me acosté.