Floricienta

Me despiden?!?

Era como me lo imaginaba, Federico, Fede, Romeo, mi novio o como sea que se llame. Tenia un garaje inmenso lleno de autos de todos países y de todo tipo de marcas. Desde los más básicos hasta los mejores del momento. Autos de EEUU, Argentina, Brasil y los mejores que actualmente están en París.

Me pidió elegir y yo me atreví a señalarle y decirle:

- Ese Ferrari Rojo- Señale con mi dedo índice al auto de lujo.

El acepto.

Nos subimos, y por supuesto que yo no entendía ni la mitad de los controles de aquel coche. Por suerte Fede que con 18 años tenía licencia.

Fue rapidísimo para que logrará llegar a horario, pero estaba ya 2 horas atrasada y ya presentía que mi jefe el señor Ramirez ya no me va a perdonar.

Pasamos por el parque Monseau. Cada minuto parecía hora. A pesar que Federico iba a 120 de velocidad, parecía un viaje eterno.

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Llegue al restaurante y corriendo entre a el salón. Y corriendo entre por las puertas de la oficina de Ramirez.

Hice un papelón no sólo que estaba toda despeinada, sino que no estaba ni vestida para una situación tan sería.

La mala noticia es que luego de conversar un rato el puto Pedro Ramirez me despidió y mis lágrimas se corrieron por mi mejilla. El señor me hablaba de que no estaba concentrada, no me lo tomaba en serio y ahora llegar tarde colmo el vaso; eso provocó que fuera despedida de unos de mis trabajos más preciados y tan costoso de conseguir.

Salí corriendo de su oficina con tal vergüenza y ganas de que la tierra me tragara; me fui del edificio y me encontré con Federico que cuando me vio caer mis lágrimas vino corriendo a consolarme.

- Pero Fede, me costó un montón conseguir el trabajo y dure apenas unos días- Le dije a Federico mientras el intentaba contenerme.

- Pero tranquila ya vas a conseguir otro. No llores que las lágrimas arruinan tu rostro hermoso. -Dijo Fede con sus palabras que con escucharlas me tranquilizaban.

Así es tubo un largo rato hasta lograr consolarme.

- Sabias que te quiero - Le dije.

- Y yo no- Me dijo.

-Yo te amo - Me dijo casi engañándome.

- Boludo me asustaste. -Le dije sacando una carcajada.

A Fede se le apareció una sonrisa.

- Y ahora que voy a hacer no tengo de donde pagar mis gastos- Dije haciéndome mala sangre y volviendo al problema.

- Tranquila, yo me encargo de tu gastos,ni pieses en eso.- Dijo Fede, como si cada cosa que dice que saca una sonrisa.

Bueno chicos, estoy muy inspirada para el próximo capítulo y tengo muchas ideas que pueden llegar a cambiar el destino de Flor.

Acuérdese que los padres de Federico no saben que existe Florencia. Todavía falta unos capítulos pero como creen que les caiga Flor. Sigan leyendo y comenten. Los quiero ¡Gracias! Atte: La autora.