Zoe in the murder house [Completo]{borrador}

Cap. 4 Dia de terapia. [Editado- Modificado]

--¿ cómo te siente hoy? Zoe-- Preguntó el Dr. Ben.

Zoe permanecía mirando el techo, pensando en nada, lanzó un suspiro al cielo y contesto -- Mal--

-- ¿Por qué?-- 

Zoé respiro profundo. No respondió, se quedó callada tal y como lo estuvo haciendo todos los días de terapia. No es que no quisiera contestar sino más bien que tenía miedo, miedo de que Ben fuera otro de esos cazadores a los que Fionna había provocado antes de morir, asegurando a las brujas muchos años de acción.

"Los cazadores" pensó la castaña, recordando ese fatídico día en el que perdió a Kyle. Sino fuera por ellos no estaría en esta situación, seguiría recostada en sus brazos con él besando su frente de esa forma tan tierna. 

Se le escapó otro suspiro lastimero.

Ben comenzó a impacientarse como siempre solía hacerlo con ella, pues Zoé siempre se quedaba callada y él solo podía hacer nada para ayudar, limitándose a platicar sobre los beneficios de dejar atrás el pasado aunque no sabía exactamente el problema que tenía la castaña.

-- ¿Por qué?-- volvió a preguntar él y Zoe bajo la mirada sin responder, otra vez.

Fue entonces que la paciencia de Ben se terminó -- ¡Basta!-- dijo. --  Es suficiente Zoe -- Le tomó de las manos y continuó -- no puedo ayudarte aunque quiera porque tu no me lo permites y así no podemos avanzar ¿entiendes? No me ayudes, ayúdate a ti misma...-.

Zoé finalmente cedió. Comenzó a hablar sobre su infancia, sobre su primer novio y sobre Kyle, siendo este del que más hablaba. " Oh Kyle" pensaba ella.

Ben miró a Zoe, detectando de inmediato que esta se sentía muy culpable por el descenso del dichoso Kyle. Pero también la mentira, su expresión corporal hacía evidente que no estaba siendo cien por ciento honesta con él.

Ella se las había arreglado para contarle sobre la academia de señoritas sin involucrar sus raíces de Salem haciendo que algunos puntos de su relato quedarán incoherentes o incompletos.

Cuando Zoé terminó de hablar se sintió ligera. Libre.

-- Bien. Por lo que veo, tienes mucha culpa y eso no es bueno. Te limita -- dijo Ben. -- También noto algo de depresión, te daría antidepresivos pero tengo la corazonada de que abusaras de ellos y no queremos eso ¿cierto? Queremos que te sientas mejor y no peor, así que te recomiendo que hagas alguna actividad, mantén tu mente despejada --.

-- Yo corro por las mañanas --

-- ¡Y eso es bueno! -- la felicito él -- pero necesitamos más actividad, no precisamente fisica... no se, tal vez pasar el rato con un juego de mesa o ir a la playa. Despejar tu mente --

-- Entiendo -- dijo ella.

-- Estamos avanzando Zoe, lento pero seguro --

-- Gracias --

[...]
Zoe dormía plácidamente como nunca lo había hecho desde la pérdida de Kyle, cuando algo le despertó, extraños sonidos provenientes de la cocina y risas de niños. Se levantó de la cama y encendió rápidamente las luces de su habitación, abrió la puerta lentamente para encontrarse con una oscuridad absoluta. Prendió las luces del pasillo y lentamente bajó las escaleras pero unas risas burlonas de niños que le pasaron rápidamente por la espalda le hicieron girar, sus ojos se abrieron, alertas a cualquier señal, detrás de ella se escucharon leves voces y luego sonó la madera de las escaleras. Alguien estaba en las escaleras...aparte de Zoé.

Sintió como su corazón se aceleraba y aferró las uñas al barandal, sintió sus piernas temblar y la valentía se había esfumado, de nada le sirvió todas sus experiencias, tenía miedo, sintió a "eso" acercarse lentamente, haciendo el rechinar más fuerte. Zoé paso saliva y una fragancia llegó a su olfato, fue en ese momento que decidió bajar las escaleras de forma rápida pero sus piernas temblorosas y sus pisadas nada firmes no sirvieron, terminó resbalando y rodando por las escaleras para luego besar el pavimento, por suerte ya estaba cerca del piso cuando bajaba sino la caída hubiera cobrado caro, en cuanto tocó el suelo retrocedió de espaldas a la puerta, aterrada, y para su sorpresala puerta se cerró.