Capitulo 1

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Hoy estaba féliz, rara vez estoy feliz en las mañanas.

Caminé a la cocina, con mi pijama puesta y el olor de las mañanas. Y ahí estaba mi mamá leyendo el periodico en el sillón. 

-Como amaneciste Megan? -

-Pues bien, solo baje a desayunar, que hay? -

-Hay huevito y cereal, que prefieres?

-Huevito. -se paró y preparó el huevito mientras yo prendía la tele de la sala.

-Dondé esta papá, ma? 

-Le llamarón del trabajo, ya vuelve en la noche.-

-Ok.

Dicho eso, me senté a ver la tele. Le cambiaba de canal pero no encontraba nada. NAda bueno que ver ahora así que la apagué.

Mi mama me habló para que fuera y comiera, yo fui y me lo comí. Sabía muy rico, le agradecí a mi mamá y me fui a mi cuarto. Hoy era sabado, así que no había mucho que hacer, así que quise cantar las canciones de mi banda favorita. One Direction. Son los mejores de todo este mundo.

Me presentó. Soy Megan Holt; tengo 17 años, me gusta mucho el sushi y la malteada de fresa, mi color favorito es el dorado, mi cabello es castaño, no tengo hermanos, soy de Bristol, Inglaterra, vivo en un departamento y me encanta 1D. Enserio, los amo mucho.

Puse en mi MP3, No Control y la canté a todo volúmen en mi cuarto, dando un tour por el y bailando como loca. 

Desde pequeña hacia lo mismo, y mis padres nunca me callaban, me dejaban ser como dicen ellos. Me encanta cantar, solo había un pequenillo problema. Me aterra que la gente me vea cantando. Lo odio con cada parte de mi cuerpo. Me congeló literalmente y me quedo sin voz. Es horrendo.

Y eso ha hecho que a cada parte que iba de pequeña y mis papas me obligaban a cantar, yo salía, pues bueno, callada y no cantaba nada. Y hacía que todos me miraran, lo que más odio. Y me iba corriendo. Mis papas siempre lo intentaron, pero fracasaron muchas veces, o corría de ahí o empezaba a llorar. No importa si son familiares, nunca he querido ser el centro de atención. Y eso lo arruina porque soy hija unica.

Tocan mi puerta, digo, "pase!" y me senté en mi cama.

-Quieres ir a algún lado, Megan? -entró a mi cuarto mi mama y se puso a mi lado. 

-Estaba pensando en ir a la feria... pero es muy temprano, no crees? -

-Si, que te parece ir a ver a tu papa trabajar?. -asentí- Ok, arreglate y baja cuando estes lista.

Asentí y me fui a dar una ducha. Oh si. Mi papá trabaja en un restaurante italiano como gerente, a el le encanta ese trabajo, no es suyo literalmente pero el controla todo lo que pasa allí, y nosotras planeamos pasearnos por allí. Me salí de la ducha y me cambie. (Multimedia) 

Hacía frío, pero no tanto como para abrigarme mucho.

-Meg, segura que te quieres ir en falda?

-Tengo mallas, ma. No tengo tanto frío. -fruncio el seño y asintió.

Mi mamá condució hacia el restaurante y cuando se quería estacionar, no podía. Había mucha gente. Así que se estaciono demaciado lejos al parecer y nos bajamos, tuvimos que caminar mucho para llegar y cuando llegamos había literalmente demasiada gente.

-Talves por eso le llamaron a tu padre. -me susurró mi mama.

-Tu lo crees? -frunció el seño y me dio un golpecito en el brazo. Hehe.

-Vayamos a ver como está tu padre... -la paré.

-Mama, está trabajando, no deberíamos ir a distraerlo. -ella asintió.

-Entonces que hacemos ahora? Si no es molestar a tu papa, ahora que? 

-Qué tal si vamos a el Starbucks por unos cappuccinos? -

-Vamos, no creo poder respirar más aqui, hay mucha gente viniendo de aquí para alla. -asentí y salimos de allí.

Caminamos hasta el auto y recordé que lo habíamos dejado muy lejos.

-Qué tal si caminamos mejor hasta el Starbucks y despues vamos por el auto?

-Cierto, Meg. Vamonos. -nos volteamos y fuimos hacia el Starbucks.

Fuimos y yo pedí nuestros cafes, mientras mi madre escogía los lugares. Los pedí y me los dieron 10 o 15 min después, y regrese a la mesa.

-Aquí estan. -se lo dí y ella lo agarró. Nos lo tomamos en silencio, mi mama parecía incomoda hasta que hablo.

-Meg te tengo que decir algo...

-Dime, que pasa? -le dio un sorbo a su café y suspiro.

-Tu padre tiene que hacer... unos pendientes del trabajo y no va a estar en la casa el fin de semana.

-Oh y cuanto se va a ir? -

-Eso es lo que tenemos que hablar Meg... -la miré confundida.

-Que pasa ma? Me asustas... -suspiró.-

-Nos tendremos que mudar...

-A donde? A otra colonia? Oh esta bien. No te preocupes.

Negó muchas veces.

-A Londres.

Oh. 




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