❝Where Do Broken Hearts Go?(JiKook)❞

Parte 13 "I'm yours"

PDV JungKook

El resto de la tarde del martes me la pasé encerrado en mi cuarto leyendo alguna de mis tantas historietas,mamá no estaba,como de costumbre.  A eso de las ocho de la noche,el hambre se hizo presente en este tan esbelto cuerpo, y cuando digo "esbelto" es solo porque me gusta levantarme el autoestima,apenas soy un flacucho con uno que otro músculo en los brazos.

Ya en la cocina,me quedé mirando el microondas, había un problema y ese es que no sabía cocinar más que un par de huevos, ni siquiera se usar el microondas,mierda. Busqué en los gabinetes por si milagro del cielo quedaba alguna bolsa con frituras pero nada.

 Era hora de recurrir a mi única salvación,y ese era Jimin,mi vecino del piso de abajo.

Marqué su número y él atendió luego del tercer tono,sonreí. 

-¿JungKookie?

-Tengo hambre,ayúdame.

Lo solté de una,puede que sonara algo mal educado,pero en serio mi panza sonaba de manera extraña y ya hasta me asustaba. Su risa al otro lado de la línea hizo que volviera a centrarme,cuando la misma cesó,habló.

-¡Oh si,JungKookie,me encuentro bárbaro! 

-¡Ya,solo sube y ayúdame a cocinarme algo,y si tienes frituras las traes porque no tengo ni eso!

Antes que él pudiera negarse,protestar o algo parecido,colgué y una sonrisa burlona se dibujó esta vez en mi rostro,inexplicablemente me recordó a Jimin, es su sonrisa marca registrada. Estos últimos días casi todo me recordaba a él,era molesto en cierto modo. 

Llamaron a la puerta aproximadamente quince minutos después de nuestra tan "exhaustiva charla" y al abrirla,me encontré a la garrapata sosteniendo en cada una de sus manos dos bolsas,repletas de "porquerías",mis ojos brillaron como si del mismo oro se tratase. 

-Quisiera creer que esa mirada  es por mi,pero es evidente que no.-Se adentró a la casa y fue directo a la cocina,dejando las mismas sobre la mesada antes de comenzar a sacar los paquetes uno por uno. Me senté sobre uno de los taburetes de la barra que atravesaba justo en medio del gran comedor,separando la nombrada cocina del comedor. Atiné a querer agarrar unas papas,pero él no tardó en darme un leve zape en la mano,la retiré de inmediato.

-Espera,mocoso apresurado,¿te lavaste las manos,mh?

Él parecía estar disfrutando el hecho de poder jugar conmigo de aquella forma,digamos que por la comida lo hago todo,y más si me encuentro tan malditamente hambriento. Me bajé de donde estaba y me coloqué justo detrás de él,abrí la canilla y así limpié mis manos. Me giré sobre mis talones y con cierta maldad,mentira,con toda la maldad del mundo sequé mis bellas manos sobre su playera excesivamente grande que llevaba,él pareció notarlo ya que se giró de inmediato,azotándome con un repasador por la espalda,pero nada brusco.

-¿Y así me pagas que te traiga comida,eh?

Él quería sonar molesto,pero no sonaba para nada así,su sonrisa daba a entender que a pesar de todo mi pequeña travesura le había dado gracia. Me tendió unos cuencos llenos con cada una de las variedades de frituras,al fin comida.

-En realidad me gusta molestarte,es algo divertido de hacer y no sueles molestarte,eso es un punto a mi favor y en contra para vos.

-¿Por qué en contra para mi?

Tomó,al igual que yo,un gran puñado de papas fritas y se sentó en el taburete más próximo a mi.

-Porque,puedo hacer lo que quiera contigo y no te joderá al límite de querer matarme.

Él rió como si mi respuesta fuera un novedoso chiste,pero para mi no lo era,en serio lo veía de ese modo. Se llevó aquel puñado a la boca,luego de masticar y tragar,habló.

-No,querido JungKook,soy yo el que puede hacer lo que quiera contigo y,al final de cuentas no vas a molestarte. Claro,tal vez lo mismo pase conmigo,pero solo haces travesuras de niño pequeño,totalmente adorable.

Mi ceño se frunció de forma inmediata,¿quién era él para decir que mis travesuras son las mismas que un nene? Claro que no,¿o si?¡que no,claro que no! 

-¿Y como calificas las "travesuras" que vos mismo haces? ¿me muestras?

Mi pregunta pareció caerle de sorpresa,pues su rostro cambió a uno pensativo,claramente que solo unos minutos. Poco después se colocó de pie,aún sin soltar palabra alguna. Se ubicó justo detrás de mi,sus manos se posaron firme pero delicadamente sobre mi cintura y así comenzaron a descender con total lentitud hasta quedar justo en mis muslos,me estremecí. 

-No creo,que quieras saber que clase de "travesuras" hago,mucho menos las que te haría a vos,Kookie.

Vale,a este punto la frase "estoy nervioso" no alcanzaba,estaba más que eso pero a la vez me agradaba,quería saber hasta donde era capas de ir si es que se lo permitía. 

-¿Vos que sabes? Puede que quiera averiguar que cosas harías conmigo.

Aunque estuviera de espaldas a él,percibí su sonrisa,¿cómo? pues sus labios se habían pegado de tal forma justo en el centro de mi nuca,que sentí cuando sus belfos se elevaron. 

-Claro que no,pero aunque quisiera no lo haría,pues ahora eres un "chico normal" y. .no me gusta jugar con ellos,no está bien.

Si señoras y señores,la pulga estaba usando mis propias palabras para su fantástico jaque mate. Él tenía razón,se suponía que yo desde ahora sería un "chico normal" pero algo me hacía desear que siguiera. 

Cuando quise responder,él ya había vuelto a su antiguo lugar, a mi lado y tragando como cochino de nuevo. Joder,debo aprender a pensar y abrir la boca a la vez.  Relajé los músculos, pues me había tensado por completo.

-Eres un gran idiota, solo harías cochinadas,pensé que eran otro tipo de travesuras.

Mentira,sabía a lo que se refería desde el principio  pero no señor,JungKook no va a quedar como un idiota,bueno,no del todo.

-¿Qué otro tipo de travesuras te imaginas que yo podría llegar a hacer?

-Pues. . .pues-Antes que pudiera plantear mi respuesta,cosa que iba a ser sin sentido alguno,Jimin me metió una gran cantidad de papas a la boca. Estaba por escupirlas,pero son papas y ellas no se desperdician de tal forma.

-Mejor así,calladito te ves más bonito.

-Eres un imbécil,¿lo sabías?

-Lo soy,pero ¿sabes?-Inquirió en lo que limpiaba su boca de cualquier rastro de fritura que quedara en ella.Luego me dedicó una snrisa, pero no de forma pícara o burlona,si no que tiraba más a una adorable,sincera,me gustó.-Que soy tu imbécil. 

Pequeña palabras,tan pequeñas pero con un significado tan grande. 

Pude sentir como mis mejillas comenzaban a arder,me había sonrojado como una colegiara hormonal y eso me molestó,por lo que solo volteé la cara hacia el lado contrario,cosa que no pudiera verme en aquel patético estado.-Me agrada como suena.

-Lo sé,pero a mi me gustó más el oírte decir que eras mio.

Mierda,¿qué? no,no,no es verdad,joder. Se había acordado de todo,hasta esa parte tan malditamente vergonzosa para mi. ¿Saben? en estos momentos me gustaría ser como un ñandú y así poder enterrar mi cabeza dentro de la tierra.

-Cállate.