❝Where Do Broken Hearts Go?(JiKook)❞

Parte 23"Signals"

Frío, podía percibir como mi piel se erizaba ante una corriente de aire, cosa que causó mi desganado despertar. Lenta y perezosamente mis parpados fueron alzándose para encontrarse con nada más ni nada menos que con un desnudo e indefenso JungKook acurrucado contra mi en busca de calor.

¿Cómo no sonreír?¿cómo no sentirme feliz y lleno de nuevo? Pero claro, mi felicidad no duraría mucho tiempo, y les contaré por qué.

--Flash Back—

¿Leucemia?-Mi piel se erizó en cuando aquella mujer de unos cuarenta y tantos años movía de forma lenta su cabeza en un gesto de "si, pobre chico, morirás pronto." No podía ser posible, o bueno si, pero estaba reacio a creer que esa enfermedad fuera la causante de mis descompensaciones de las últimas semanas. Mi madre, a un lado mio intentaba no romper en llanto, brindándome así una débil sonrisa, dándome fuerzas para ir más a fondo. .-¿Qué es?

Bueno, verás Jimin. La leucemia es un grupo de enfermedades malignas de la médula ósea que provoca un aumento descontrolado de leucocitos en la misma y puede afectar cualquier precursor de las diferentes líneas celulares de la médula ósea. . .-En cuanto más hablaba aquella mujer, más sentía que, todo lo que con anterioridad me había causado "miedo o sufrimiento", no le llegaría ni a los talones a todo lo que estaba por venir. La doctora pareció ver en mis ojos una súplica explícita, pues poco a poco se fue acercando a mi lado para tomar asiento justo sobre la camilla en la que me encontraba reposando y una de sus manos fue a parar a mi hombro, no la escuché el resto sino hasta lo último.- Claro está que hay modo de vivir con ella, hablamos de sobreviva, pues tu etapa no es para nada alentadora pero ya verás cómo haremos que salgas adelante.

A pesar de todo, tenía un dolor mucho mayor al de básicamente estarme muriendo y era la forma tan estúpida en la que JungKook se alejó de mi. ¿Dónde diablos estás? Es el momento más crítico de mi existencia, ¿por qué no apareces?

--Fin flashback--

Sin darme cuenta, una fría lágrima rodaba por mi mejilla izquierda y mi mirada estaba perdida en algún punto inexacto de la pared, pero un cálido tacto me hizo volver a la realidad. Los ojos preocupados de JungKook se encontraron con los míos, entendiendo en ese momento que quien secó aquella lágrima fue él. No quería contarle, no ahora.-Hey JungKookie, buenos días.

-¿Por qué llorabas?-Evadiendo mi saludo, se incorporó sin importarle que pudiera ver nuevamente su cuerpo desnudo y así se colocó sobre mí, sentado cómodamente en mi regazo y si fueran otras circunstancias, la calentura me hubiera invadido.

-Sólo recordé algo, pero no tiene mucha importancia, ¿vale?-Mi intento por evadir la "explicación" de mi posible muerte se veía cada vez más lejana, éste chico haría que abriera mi boca antes de lo debido y se preguntarán,¿ cuándo era el debido momento? Pues ni yo mismo sé.

-Mira, si llegas a mentirme voy a golpearte tan fuerte que llorarás.-Su expresión reflejaba tanta seriedad, al igual que sus palabras que me fue imposible no soltar una suave risa, claro está que por su parte recibí un pequeño golpe en el brazo y no es que me doliera, si no que por la enfermedad con rapidez se haría un moretón, debía cubrirme.-Idiota.

-Pero si no hice nada, me retaste como si fueras mi madre.-Y era verdad, solo le faltaba agregar el "pequeño enano", si, hasta ella me torturaba con mi falta de altura. Jungkook poco a poco fue colocándose de pie, dejando en mí una clara sensación de vacío, ¿acaso todo volvería a ser como aquellas semanas sin él? Bueno, esta vez sería lo mejor. -

Él, al fijar la hora en su móvil trasformó su cara en una de puro horror, ¿qué diablos?

¡Joder Park, llegamos tarde y soy el menos indicado para eso!-Al principio no entendí, luego algo en mi interior hizo un "clic", el colegio. Realmente admiré la forma en la que con rapidez se colocó las prendas, aprovechando a ir a buscar otra playera a su cuarto, o eso creía.

Por mi lado, con cuidado fui levantándome ,para acto seguido colocarme las prendas que traía el día anterior. Mi cuerpo dolía y no asistiría al instituto ya que tenía control a eso de las 10:30, aún quedaba tres horas y media. El sonido de las estruendosas pisoteadas de JungKook descendiendo las escaleras me advirtió que debía cambiar mi cara de "frustración, dolor y todo junto", a una amplia sonrisa.

¡Ya vámonos!-Con una mano sostenía su mochila a medio cerrar y con la otra se apresuró en tomar mi mano y jalar de ella,pero para su sorpresa yo quedé plantado en el mismo lugar, haciendo que se volviera hacia mí con un claro gesto de "¿en serio?¿ahora te pones pendejo para no correr? "

-Yo no asisto hoy, JungKookie, tengo que. . .acompañar a mi madre al médico, ya sabes, rutinario.

En todo caso, mi madre era quien me acompañaría a mi por miedo a que intente fugarme lejos de las agujas que me esperaban, listas para traspasar mi piel. Un escalofrío recorrió mi columna vertebrar de tan solo pensarlo y el resto de JungKook se relajó o eso creí, al igual que su agarre.

-Vale,ve a casa entonces.-Sin más rodeos, ambos dejamos atrás su casa para yo llamar en ascensor y él salir por la puerta principal. Cuando las puertas ante mi se abrieron, pude sentir como me tomaban del brazo logrando que de este modo girase y sin más, sus cálidos y suaves labios se estamparon con los míos.

Joder JungKook, esto será difícil.

---PDV JungKook---

Tras salir del edificio, aún con muchas de mis ideas alteradas y sin dejar de martillarme el coco, sumado al dolor tremendo que se encontraba en mi hermoso trasero, mi mal humor se hizo presente ya que el enano no iría al instituto. Sin más, abrí la puerta del frente en cuando él llamó al ascensor pero como a veces dije que actúo por puro instinto, me volví hacia él y de forma algo brusca besé sus labios.

Podía ver la clara confusión en su rostro al retroceder sin decir nada, produciendo que mi primera sonrisa apareciera, bueno, la primera después de despertar y verle bajo de mí aunque estoy seguro que él ni se percató gracias a que se hallaba sumergido en sus pensamientos, cosa que me tenía preocupado.

Mis piernas se movían lo más rápido posible puesto que el autobús no quiso pararme, otra llegada tarde para mí significaba la muerte misma, bueno no tan así pero llamarían a mis padres y no, no podría ser, ellos volvieron hace poco de su viaje a U.S.A como para tener que soportar mis estupideces por hacer "cochinadas" con mi vecino sexy, digo mejor amigo. . .bueno, lo que Jimin sea.

El hambre no podría faltar,¿verdad? Mi estómago rugía de tal forma que podía uno creer que dentro de mi un enorme bicho existía. Ante mi, una muy pintoresca cafetería se alzaba, solo bastó cruzar la calle para llegar a ella. Era algo distinta a la decoración de las que comúnmente vemos, ya que esta tenía las paredes repletas de dichos y nada más bastó ver el nombre impreso del local en una servilleta para que todo tuviera sentido, se llamaba "Como dice el dicho".

Una muchacha no mucho mayor que yo tomó mi orden, la misma me brindó una amplia sonrisa. Tras platicar de cosas sin importancias me tendió mi café, pagué y al darme vuelta me encontré de frente con una frase que llamó mi atención, la misma estaba escrita con tiza de pizarra y decía:

"Los ángeles lo llaman placer divino, los demonios el peor de los venenos y nosotros, los humanos, lo llamamos amor."

¡SOÑADORAS! Miren, gracias a mi madre (que apretó no sé qué mierda en mi portátil) logró que esto prendiera.

Las amo, espero disfruten del capítulo, ih. <3

-Little Dreamer.