ZAC EN MULTIMEDIA.Me miré en el espejo. No podía llorar, nadie se merecía mis lágrimas.
Ahora debía concentrarme en los chicos, eran un poco estúpidos y me entretendrían.
Salí y bajé, estaban de nuevo en mi sofá.
- Zoe, ¿que hiciste? - Preguntó Zac - Logan no nos quiso decir nada.
- Diles tú.
- Bien - Empezó Logan. - Estaba haciendo la comida cuando el teléfono fijo sonó, y alguien me decía que tenía que recojer a Zoe porque estaba en problemas - Se rascó la nuca. - Entonces, fui, y vi como ella no paraba de golpear a una rubia.
- Ajá - Dije - Oficialmente, han empezado mis vacaciones, aunque por expulsión.
- ¿Le diste un manotazo a esa chica? - Preguntó Douglas.
- No. - Le fulminé con la mirada.
- Le daba puñetazos - Se rió Logan.
- Hey - Dylan se acercó a mí y me cogió del brazo. - ¿Que tienes hay?
- Nada. -Intenté cubrirlo.
- Eso es algo - Zac se me acercó y me aparté corriendo.
- Es un pequeño rasguño- Fruncí el ceño, no habia sonido nada creible.
«No vales para actriz»
¡Cállate pesada!
- ¿Zoe? - Preguntó Douglas.
De un momento a otro tenía a los cuatro encima mio tocando el brazo, eso hacia que mi enfado creciera.
- ¡Que os quiteis bichos! - Gruñí.
- No tocar. - Rió Logan.
- ¿Nos vas a decir que te ha pasado? - Me sonrió Zac.
Díos mio, que sonrisa tenía este chico. Iba a hacer que mis ovarios se tomaran unas vacaciones por un buen tiempo.
- Mi mejor amigo se besó con una cabeza hueca, y resulta que a mi el me gustaba, me atraía mas bien.
- ¿Y nos dice que te gustaba tan normal?- Logan rió.
- Sí - Me encogí de hombros - Pero bueno, tengo a 3 dioses griegos en mi casa, me olvidaré de el facilmente - Sonreí con picardía.
- Eres muy graciosa.
- Gracias Nossy - Le sonreí.
- ¿Nossy? - Preguntó confundido.
- Sí. - Tu nariz es muy rara y respingona, pero te hace lucir bonito.
Iba a poner nerviosos a estos tontos chicos,y sería capaz.
Oh sí, iba a hacerlos sonrojar.
- Logan, por tu parte, tus ojos son preciosos, y Douglas- Elevó una ceja - estás bueno.
Pero ahora venía lo mejor, y lo que me estaba conteniendo desde que lo ví.
- ¿Y a mi no me dices nada?
- Eres ardiente.
- ¿Perdón?
- Nada Zac, que me pones.
Su cara parecía un tomate.
Empecé a reirme como una vaca en celo, había conseguido lo que quería.
Que creyeran que era arrastrada, para luego dejarlos en el sitio.
- Y ahora, estúpidos monos sin cerebro, es cuando vuelven a la realidad y se dan cuenta de que eso iba con ironía.
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¡Entrometidos!
HumorLa llegada de Douglas Smith no había sido una sorpresa muy agradable para mi vida. Había cambiado. Pero todo llegó más tarde. 3 chicos más. ¡Tenia que vivir con 4 adolescentes llenos de hormonas! ¿El problema? Que necesitaría autocontrol. ¡Todos era...