Unos suaves golpes en mi puerta me despertaron, mi madre entró y se sentó a los pies de mi cama. Yo me encontraba tumbado de lado mirando hacia la pared y a pesar de estar despierto ni me molesté en mirarla.
-Hijo, ¿estás despierto?
-...
-Se que no te ha gustado la idea de la fiesta, pero entiendenos... Sería un feo por nuestra parte no invitar a la gente en tu celebración y más a nuestros familiares.
-Yo... Siento lo de esta mañana mamá.
No me gustaba nada la idea de hacer la fiesta pero no quería pasar el resto del día de mi cumpleaños enfadado.
- Venga hijo, levantate y ayúdanos a tus hermanos y a mi con los preparativos que ya son las 16:42 y a las 17:30 comienzan a venir los invitados.
-Esta bien... Ya me levanto. Por cierto ¿papá a que hora vendrá?
-¡Cierto!, casi se me olvida de darte el sobre que me dejó para ti, me dijo que vendría algo tarde... Ya sabes como es su trabajo.
-Ya claro...
- Bueno hijo te veo abajo, no tardes mucho.
- Ahora bajo.
Me incorporé en la cama y mi madre me entregó el sobre que dejó mi padre. "Buenos días hijo, deseo que tengas un buen cumpleaños y que juegues mucho con tus amiguitos y demás personas. Siento no poder acompañaros en este día. Espero que esto lo compense, adiós." junto con la carta venían 550 dólares.
- Cómo no, tú siempre igual... "amiguitos", ¡¿qué amigos papá?! No hace mucho que nos mudamos y empezamos el nuevo curso... Además yo no se hacer amigos... Qué poco te molestas en conocer a tu hijo.
Arrugue la carta y la tiré a la papelera. Se podría decir que la comunicación con mi padre es tan buena como la de un ratón y un gato, pero es algo a lo que ya estoy acostumbrado y sinceramente tampoco me importa mucho. Me vestí con unos pantalones largos, unas deportivas y una camiseta morada.
-¡¿Hijo, vas a tardar mucho?!
-¡Que sii mamá, que ya bajo!
Guardé el dinero en un cajón, cerré la puerta de mi cuarto y bajé para ayudar a mis hermanos.
- Vale, ¿que voy haciendo?
-Pues toma hijo ves colocando esto.
-¡Eso majo que ya era hora de que ayudarás un poco!
-Cállate tom...
Mientras íbamos preparando todo, yo pensaba en que invertir el dinero de mi padre, estaba seguro de que sería en mi "hobbie". Ultimamente lo único que hice fue interesarme y familiarizarme con las herramientas a parte de construir unas pequeñas jaulas con maderas y mallas de alambre en la alcantarilla donde me deshice del gato. Decidí establecer ahí una pequeña base donde guardar a mis presas, nadie suele mirar por ahí y si lo encuentran, no hay forma posible de que me relacionen con ello. Pero todo eso ya me estaba empezando a sonar monótono, yo quería probar algo nuevo...
-¡Venga chicos a preparse, que están a punto de llegar!
-¡Ahg, siempre con prisas!
-¡A la orden!, jejeje.
-Y-Yo pienso ir así mamá.
-¿Pero como vas a ir así, hijo?
-Sinceramente no me apetece cambiarme y suficiente es que aceptase hacer la fiesta.
-Bueno haz lo que quieras no me apetece discutir.
La gente fue llegando a medida que pasaba el tiempo, familiares, vecinos, amigos de mis padres y como no la mayoría de mi nueva clase y el resto de las otras. Mis familiares y demás se quedaron merendando en el jardín de alante, mientras que los chicos nos fuimos al jardín de atrás a que se bañaran todos en mi piscina, yo no se muy bien que hace toda esta gente en mi casa, no sé sí mis padres les han pagado o que son unos cotillas, tampoco había nada que les pudiera interesar, evidentemente eso no era un botellón aunque mas de uno se encargó de infiltrar "sustancia", todos se bañaban y se reían... De mí, claramente porque mis hermanos los muy "populares" solo se dedicaban a contar trapos sucios de mí... Miedo me daba volver a clase el próximo día. Simplemente me senté en una esquina del jardín mirando el lugar donde "enterré" a Dees... A más de uno enterraba yo ahí en este mismo momento...
Pero lo que no sabía es que ese día, en ese cumpleaños daría un cambio a mi vida y mi futuro...
Me eché sobre la hierba y me quedé mirando fijamente a una chica de pelo moreno y ojos marrones, no sé por qué pero me llamaba mucho la atención... ¿Quién es ella?
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El criminal
HorrorJackson siempre ha sido un chico de lo más normal, nada que destacase de él... excepto una rara adicción al hacer sufrir seres vivos. Si alguna vez has tenido curiosidad por saber que siente un asesino, aquí está la respuesta.