Capítulo 1

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Hace 11 años....

Hoy era un día especial, era mi cumpleaños número 5, mis padres decidieron llevarme al parque de diversiones que estaba a fueras de la cuidad, me la pase súper bien.

Tengo un hermano, se llama Chris. Es dos años mayor que yo, lo vi correr hacia una carretilla de canchita, decidí seguirlo, estaba a unos pasos de llegar donde mi hermano pero alguien me impidió y es cuando me doy cuenta que un sujeto me tiene entre sus brazos y empieza a correr en dirección contraria del parque, jamás creí que esto me sucedería a mí, me estaban robando o mejor dicho secuestrando, mis ojos se cristalizan y humedecen inmediatamente, en eso escucho un murmuro...

—Baja a la niña. —murmura una voz desconocida, levanto mi mirada y observo a un chico.

—Y si no lo hago? —respondió el sinvergüenza que me había secuestrado.

Ni idea de cómo paso pero en un abrir y cerrar de ojos el desconocido me tenía en sus brazos, me bajo y me susurro al oído....

—Cierra tus ojitos, mi amor. —mis ojos se cerraron por inercia y espere tranquilamente, sentía esa conexión que me hacía tener confianza en él, no se emitía ningún sonido y eso me preocupaba un poco, estaba por abrir mis ojos cuando escucho...

—No los habrás, princesa. —al escuchar su voz, me tranquilice.

Pasaron unos segundos, hasta que siento un trapo pasar por mi cara limpiándome y borrando los rastros de mis lágrimas.

—Ya los puedes abrir. —hago caso a su petición y lentamente abro mis ojos y lo observó bien, ya que con mis lágrimas no lo veía bien, frente a mi estaba un chico castaño, de ojos azules y una hermosa sonrisa.

—Ya pasó todo pequeña, no te hizo nada, verdad? —preguntó.

Hice el gesto de negación con mi cabeza rotundamente y la curiosidad me ganó.

— ¿Cómo te llamas? —le pregunte.

—Me llamo James, James Horan. —me respondió sonriente. —Y tu princesa, ¿Cómo te llamas?

—Yo me llamo ______. —respondí y seguido le di un abrazo, me acerque a su oído y le susurré. —Gracias por salvarme. —sentí sus brazos alrededor de mi cintura y seguido me cargo.

—______ qué te parece si buscamos a tus padres? —me pregunto, yo asentí y me aferre más a él, escondiendo mi rostro en su cuello.

A lo lejos escuche que alguien gritaba mi nombre, eran mis padres. Cuando James vio a mis padres, me bajo y me tomo la mano. Comenzamos a acercarnos hacia ellos, cuando los tuvimos al frente, mis padres me abrazaron y empezaron a sollozar.

—Gracias, gracias, muchas gracias por encontrar a mi hija. —dijo mi madre, soltando un sollozo.

—Y también por salvarla. —agradeció mi padre.

—No fue nada, ninguna persona tiene el derecho de hacer, lo que ese sinvergüenza hizo con su hija. —respondió James.

Siempre recuerdo ese día, como si hubiera sido ayer. Ese día, me enseño en que no puedo confiarme de nadie, ni siquiera en los que nos demuestran su amor para después mostrarse tal y como realmente son.

Mis padres, al conocer a mi salvador. Lo invitaron a cenar, el acepto dichoso. Hubo un momento en el que mi padre tuvo que irse a su trabajo pero dijo que volvería rápido, mi madre se retiró y fue al baño. Me habían dejado en la sala con James, como si una niña pudiera entablar una conversación con un chico de unos 17 años o más.

—Y______, cuántos años tienes? —inicio.

—Hoy cumplí 5 años. —levante mi mano y le enseñe mis 5 dedos.

—Te gustan las Barbies o prefieres jugar con... —no lo deje terminar, puesto que no me gustan las Barbies, la primera vez que las vi, fue en un comercial y me parecían muñecas absurdas.

—Me gustan los playgos. —respondí mostrando una sonrisa.

—Playgos? —respondió confundido. —pensé que solo los niños jugaban con eso.

—Yo soy una niña y me gusta jugar con playgos.

—No cabe duda de que eres una niña especial, muy especial.




Destiny |NH|Where stories live. Discover now