Apenas llegaron el Joker y Harley a la guarida, Harley estaba un poco nerviosa y le dijo al Joker:
-¿Sabes algo? Dudo mucho que se me haya caído el mazo, mas bien, podría asegurar que me lo quitaron de mi mano. ~dijo Harley
-¿Crees que el idiota del tal "Mauricio" haya sido capaz de quitarte tu mazo a propósito? ~dijo el Joker en tono sarcástico
-No lo se, solo es una suposición... ~dijo Harley
-Mandare a uno de mis secuaces a averiguar sobre ese sujeto. ~dijo el Joker
-Esta bien... ¿Puddin? ~dijo Harley
-¿Si, Harley? ~dijo el Joker
-Te amo ~dijo Harley en tono romántico
-Emm... Sigamos con los planes ~dijo el Joker algo nervioso
-Como tu digas... ~dijo Harley algo decepcionada
Más tarde, en la madrugada, Harley estuvo pensando mucho en la respuesta que le dio su amado ante su declaración de amor. Se le notaba decaída, ya que ella esperaba que el le respondiera con un "yo también" o un "yo más", pero no fue así. Sin embargo, dejo de lado su melancolía y se puso a trabajar con el Joker algo referido a un nuevo robo, y seria un gran robo, uno de los más grandes que los habitantes de la Ciudad Gótica hayan podido presenciar. Como se sabe, Harley trabajaba en el manicomio Arkham hasta hace unos años, pero abandonó su trabajo por el Joker volviéndose su secuaz... El plan que ellos tenían entre manos sería que ella fuera a su antiguo trabajo, dijera que se sentía arrepentida de haberse escapado, que el Joker no resultó ser quien ella pensaba, y demás cosas. Al parecer ese plan se oía muy bien. Si todo salía bien, mañana mismo lo pondrían en marcha. Como a las 3 de la madrugada, el Joker había caído muerto sueño cual saco de papas caído desde un camión.
Como era costumbre, Harley dormiría con el, pero algo le impedía coger sueño... Así que decidió salir a dar un paseo por la Ciudad Gótica disfrazada de ella misma antes de volverse Harley Quinn, para ser más exactos, se vistió como solía hacerlo cuando trabaja en el manicomio Arkham. La gente la observaba pero ella no hacia caso a las miradas. Se sentó en una banca de un parque y se empezó a preguntar a ella misma qué era lo que la mantenía tan inquieta. De pronto, apareció Mauricio.
Por alguna razón, Harley se alegró, cosa muy rara ya que ella solo se alegraba al ver feliz al Joker y al recibir una muestra de gratitud y afecto dada por él. Empezó la conversación entre ellos:
-¡Hey! ¿Puedo sentarme contigo? Claro si es que tu "novio" no se interpone... ~dijo Mauricio
-El... No esta aquí... Siéntate ~dijo Harley
-Así que... ¿Que hace una princesa de Ciudad Gótica tan bella como tú a estas horas y en un parque? ~dijo Mauricio
-La verdad es que no lo se, me sentía algo inquieta desde que llegue a mi guarida y pues... Puddin cayó muerto de sueño y decidí salir yo sola. ~dijo Harley
-Y... ¿Puedo saber por qué te sentías inquieta? Digo... Si es que puedo saberlo... ~dijo Mauricio algo curioso
-Por lo que mi mente me dice ahora... Está claro que es por ti, desde lo que pasó hace unas horas, me refiero al incidente con mi mazo. No he dejado de pensar acerca de lo ocurrido... ~dijo Harley
-Ohh lo entiendo, pero... ~dijo Mauricio
-Espera... ¿Cómo sabes que yo soy Harley? No te lo dije en ningún momento desde que nos volvimos a ver exactamente hace unos minutos... ~dijo Harley algo confundida
-Porque conozco tu historia y se que trabajabas en el manicomio Arkham y... Pues una vez te vi camino al trabajo y estabas vestida así. ~dijo Mauricio
-Ah, ya entiendo... Bueno, siguiendo con el anterior tema, Mr. J no me dejo preguntarte algo... ~dijo Harley
-¿Qué cosa? ~dijo Mauricio
-¿Cómo es que mi mazo llego a tus manos? Yo lo tenía agarrado así que dudo mucho que haya sido un descuido mío... ~dijo Harley
-Me atrapaste, a ti si te lo puedo decir, y más ahora ya que no esta "Mr. J" o "Puddin". Bueno, te admiro mucho, siempre lo he hecho, desde tu trabajo como psiquiatra hasta ahora que eres secuaz de un súper-vilano como el Joker... Y perdóname por lo que diré pero, siento una atracción por ti. ~dijo Mauricio
-Me tengo que ir... Hasta luego. ~dijo Harley, mientras salía corriendo de la banca muy nerviosa.
-¡No, espera! Vuelve... ~dijo Mauricio
