Capitulo 1: Un nuevo "padre".

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Mi nombre es Amira, un típico nombre para cualquier chica. Soy pelirroja con ojos claros. No tengo nada en especial, solo soy una chica huérfana. Mis padres fallecieron hace 10 años en un accidente de auto, yo solo tenía 7 años. Si, tengo 17 años, en unos meses 18 y al fin me podré ir de este orfanato. Nadie nunca ha querido adoptarme, soy un desastre y no soy muy simpática la verdad, seria un milagro que me adoptarán antes de cumplir 18, aunque lo dudo bastante.
Estos días ha llegado bastantes personas en busca de quien adoptar, dudo que alguien me quiera adoptar y menos con esta edad.

-¡A ver chicas y chicos! Este es Rubén, tiene 25 años y viene a adoptar.-

Por cierto, ella es Salma, la directora de este lugar, no es muy amigable pero ella es la autoridad en este lugar.

-¡AMIRA! ¡EN LA FILA!- me grito Salma.

-¿Para qué ponerme en una estúpida fila si todo lo que hacen es verme con cara de asco y pasar de mi?- respondí enojada mientras me iba al dormitorio de chicas.

La verdad no me importaba mucho si me adoptaban o no, la verdad no quería que lo hicieran, quiero vivir por mi cuenta, yo pensaré en mi futuro sola. De repente oigo pasos que venían hacia donde estaba yo, lo ignore por completo pensando que fuese la directora o algo así. Yo estaba sentada enseguida de la esquina de mi cama, en el piso, mirando el suelo. De repente veo unos zapatos frente mío y subí la mirada para ver quien era, al parecer era Rubén.

-¿Estas bien Amira?- me dijo Rubén mientras me veía a los ojos.

-Estoy bien, y mejor lo estaré si te fueses.- le respondí mientras bajaba mi mirada de nuevo.

Rubén se sentó en el piso, frente mío y no dejaba de mirarme, como si estuviera intentando llamar mi atención.

-Estaba pensando en algo pero no quería que tu te sintieras incomoda o algo.- me dijo Rubén mientras se rascaba la cabeza.

Permanecí callada, yo solo quería que se fuera, no quiero que me adopten.

-Te quiero adoptar.- me dijo Rubén seguro.

-¿¡QUÉ!? ¿¡Estás loco!? No quiero que me adoptes, no necesito que lo hagas.- le respondí a Rubén.

-¿Por qué no? Te vez muy maja y eres muy mona.- dijo regalándome una sonrisa.

-¡Ja! Gran chiste, igual no me convences. En unos meses cumpliré 18 años y ya podré irme de aquí, así que no necesito que me adoptes, gracias.- dije bastante enojada.

-Hmmm, vale... espera un momento.- dijo Rubén mientras se levantaba y se iba del dormitorio.

Al fin se fue, me alegro que lo haya hecho, no quiero ser adoptada. Me levante y me sacudí ya que tenía un poco de polvo encima, me sentía como un mueble viejo. De repente vino la directora hacia mi.

-¡Felicidades Amira!- me dijo la directora mientras me abrazaba.

-¿Pero por qué?- pregunte dudosa y un poco asustada por la situación.

-¡¿Como que por que?! ¡Acabas de ser adoptada!- dijo la directora mientras me soltaba de aquel abrazo.

-¿¡QUE YO ACABO DE SER QUE!?- dije alterada.

-Si, acabas de ser adoptaba por mi.- dijo Rubén mientras entraba al dormitorio.

-¿¡Tú me adoptaste!? ¿¡PERO QUE TE PASA!?- le respondí a Rubén enojada.

-Estarás en buenas manos, créeme.- me dijo Rubén.

-Púdrete idiota.- dije enojada mientras subía mi dedo de en medio(el malo.l. xD).

-¡Amira! No seas grosera, nosotros no te hemos enseñado eso.- dijo la directora regañándome.

-Que si no... ¡ja!- dije burlesca.

-Bueno, es el momento de irnos, tengo un poco de prisa.- dijo Rubén mientras sonreía.

-¡AAAAAGH! Al menos denme un momento para despedirme de todos...- les dije a los dos.

-Esta bien, pero no te tardes niña.- dijo la directora mientras se iba con Rubén fuera del dormitorio.

Tome todas mis cosas y las echaba con rabia a mi maleta. Salí del dormitorio para despedirme de todos mis amigos. Me despedí de todos ellos sin olvidar a mi mejor amiga Nicki y mi mejor amigo Anthony, les prometí que algún día los volveré a ver y los abrace lo mas fuerte que pude mientras se me salían las lágrimas.

-Es tiempo de irnos Amira.- dijo Rubén parado enseguida de la puerta.

Me seque las lágrimas y me fui con mis cosas hacia donde estaba Rubén, hacia la puerta. Salí del orfanato, ya era mucho tiempo desde que no salía de este lugar, todo era tan distinto. Nos subimos en un coche de un taxista y nos llevo camino a mi nuevo hogar, no estaba muy feliz la verdad, pero no tenía el control de las cosas, Rubén era mi nuevo "padre".

Antes de los 18//Rubius//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora