No soportaba recordar aquel día, pero siempre volvía a recordarlo, fue ese día en el que perdí amigos, reputación, amor, felicidad ...
Todo ocurrio un día corriente en el que me levante de la cama por los gritos de mi madre que me llamaba para que me aliste para ir a la escuela
-AZUL, levantate rapido que perderás el autobús-
- Ya va dejame dormir un minuto más -
- No empieces, dale apurate que ya esta listo el desayuno-
- Esta bien voy -
Entonces me aliste lento y aún un poco dormida dormida, baje a desayunar, luego mi madre dijo
- Hija, ¿podrías prender las velas del señor?-
- Haslo tu-
- NO TE ESTOY PREGUNTANDO-
- Esta bien... esta bien-
Se ve que estaban mal puestas las velas o deje la estufa prendida, pero me fui a la escuela creyendo que mi madre iba a arreglar las cosas, pero la directora me llamó ami sola, tenía el presentimiento de que algo malo iba a pasar pero no creí que de tal gravedad, resulta que la directora me dijo:
-¿Sabes porque estas aquí?-
- Supongo que por alguno de mis comportamientos- dije al ver la mala cara de la directora
- Mis padres se murieron cuando yo era joven- me dijo cuando se le caía una lagrima
-¿Que insinúa?- dije yo ya apunto de llorar por mi destino
- Tu casa se incendio por accidente, y tu madre...- dijo la directora, no hacia falta decir más, la directora estaba secando sus lagrimas con un pañuelo y a mi me invadió la culpa y me eche a llorar descaradamente.
En esos tiempos yo tenía 17 años ahora no tenia casa y apenas tenía familia, ya que mi papá se quedo con mi hermano y se fue a vivir a U.S.A..
Aún recuerdo mi imagen de cuando tenía el pelo rubio y largo y resaba en la tumba de mi madre.