Alice se encontraba en el bar "Azkena", perteneciente a la lista de empresas que poseía su ahora multimillonario padre. ¿Quién lo diría? En todo el tiempo donde Alice estaba sola en Nueva York con una madre que a penas le hacía caso, su padre era uno de los hombres más importantes de California junto a su esposa Adeline e hijastro Michael de 19 años.
Habían pasado 2 años desde que se fue de Nueva York. Dos años en los que pasaron muchísimas cosas en su vida, al igual que muchos cambios drásticos que jamás se le pasaron por su mente.
California definitivamente fue la mejor opción que pudo haber elegido: las playas, la ciudad, la gente... Todo ayudo a su recuperación de la tan agresiva depresión que la acompaño en su adaptación a la nueva ciudad, lejos de todo lo que antes amaba.
Con una nueva ciudad, vinieron nuevas cosas; nuevas amigas, nueva casa, nueva escuela, nueva ropa, nuevas tradiciones... Todo había dado un giro en su vida, un giro del cual no estaba para nada arrepentida.- Otro tequila por favor - dijo arrastrando las palabras. El barman solo hizo lo que le pidió, porque después de todo, el jefe era su padre. - gracias - dijo en cuanto el trago solicitado estaba en sus manos. Tomó un sorbo, y entonces se dio cuenta que alguien más estaba a su lado. Giró su cabeza y vio que era Louis. Él estaba ahí. Pero no lo reconoció.
- ¿Alice? - preguntó confundido. - ¿Qué haces aquí, sola?
- ¿Te conozco? - preguntó trabándose consigo misma.
- Soy yo, Louis - dijo el algo tímido.
Alice se quedó muda por un momento hasta que los recuerdos de su ex novio le invadieron la mente. Eran muchos después de todo.
- Ah claro...El chico que me rompió el corazón - habló por fin Alice con una risa irónica de por medio - Hola Lou, tanto tiempo - dijo algo irónica, pero ¿que podía hacer? Estaba ebria.
Louis estaba sorprendido por la actitud de Alice. Ella jamás se había embriagado de tal manera que no lo reconociera. Aún así, estaba mas que feliz por volverla a ver, luego de tantos años.
- Alice creo que estás... - lo interrumpió, colocando su dedo índice en sus labios.
- Shhh - dijo para luego reír por lo bajo.
Su risa - pensó Louis.
- No digas nada. Solo - le ofreció un vaso - ten, brinda conmigo ¿si? - le pidió poniendo la cara mas tonta y tierna que se le ocurrió en el momento. Y a Louis le encantó, por lo que luego de una pequeña risa por parte de el, accedió.
- Estupendo - gritó emocionada - brindo por... - alzaron sus vasos entre risas - nosotros - prosiguió con una sonrisa, mientras que a Louis se le encogía su corazón al oír sus palabras; sin embargo trató de formular una sonrisa, por mas forzada que fuese - por nosotros y por los viejos tiempos. ¡Salud! - concluyó Alice chocando su copa contra la de él.
- Salud - susurró el con una mueca que se formó en su rostro por un intento de sonrisa. Mientras Alice reía y pedía mas, él estaba sumido en sus pensamientos desde que ella susurro aquellas palabras: brindo por nosotros.
Esa palabra era el nombre de todos los recuerdos que los unían a ambos. Recuerdos, los cuales pasaron por su mente al oír el brindis de su primer amor. Sí, ella era su primer amor y siempre lo sería.
Durante las siguientes dos horas en las que estuvieron en el bar, él no hacía más que verla beber y divertirse junto a el. Brindar por momentos que pasaron hace mucho, pero que al parecer a ella no se le habían olvidado.
Recuerdos...
A él le encanto volverla a ver, le gustó ver su sedoso cabello, sus delgados labios que deseaba volver besar, sus ojos... Le encantó volverla ver a ella y las ganas de volver a tenerla sólo para él abundaron su ser... Pero estaba ebria, y él no se aprovecharía de eso.
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Recuerdos
RomanceCuando Alice descubrió que Louis la engañó, no le tomó mucho tiempo optar por alejarse. Cuando Louis engañó a Alice, supo que debía darle espacio. Ambos decidieron alejarse el mismo día y se marcharon del internado en el que vivían a dos lugares de...