Durante una vaga noche, sueño y canto
Tu silencio duerme
El mio te canta.
Safiro impotente, cristal erguido
Diamante acomodado,
Perla, rubi divino.
Tu beso, mi júbilo,
Tus ojos, tu mirada,
La puerta cerrada, destino.
Tus dedos juegan,
Duermen en los pensamientos
El piano delega tus manos
Dorados, cercanos, añorados.
Tus piernas corren tras las estrellas
Astros veloces, rayos valientes,
Algo cercano a la muerte
Que no te toca, te mira .
Lento caminas
Por el verde prado
Sereno apogeo
Endemoniado.
Sino por tu toque, por tu trote alto
Tus pies fugases, ese encanto.
Y derrepente, sin aviso
La mañana tibia despierta el rebaño
Con el mi sueño
Con el mi canto.
Tu trote cesa
Con el sonido del piano,
Tu ya no duermes
No hay desgano
Me miras complacido;
¿Qué has soñado?.
Consuelo Briones.
