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"mmm. ¿Ahora qué hago?"

Pensó cierta pelirosa, mientras caminaba por las calles bulliciosas de un pequeño pueblo. Hambrienta dando pequeños pasos. No tenía dinero ni siquiera para un hospedaje, se había quedado sin nada ahora que había salido de su tierra natal.

— ¡ahhh!—paso sus manos por su cabello exasperada, mientras escuchaba el crujir de su estómago. "si no como algo pronto, moriré de hambre" sobo su estómago, mientras soltaba breves suspiros. Cansada, sin haber podido dormir en la comodidad de una cama la chica pensaba si fue buena idea huir de casa. Comenzó a recordar las palabras de su hermana.

—por dios haru, deja de comportarte como una niña, si sigues de esa forma no llegaras a ningún lado—aunque su voz sonaba dulce su mirada era estricta.

—lo dices porque a ti no te están obligando a casarte con un extraño, sino a mí—refunfuño cruzando sus brazos—y todo porque soy la mayor.

—por eso mismo deberías darme ejemplo y no yo—insinuó la ojiperla, mientras una gótica paso por la frente de su hermana.

—no lo hare y ya tome una decisión hina, además ni si quiera lo conozco.

—no es necesario conocerlo, nomás con escuchar sus acciones heroicas y la descripción de su personalidad es suficiente como para darse cuenta de que es una increíble persona.

Rodo los ojos comenzando a ignorar las palabras de su pequeña hermana, posando su mirada en el cielo. Preguntándose ¿cuándo llegaría el día en que sería libre? Ser libre era el más grande deseo de haru, tras sus años nunca había salido de esta aldea e ignoraba los peligros y las maravillas que ocultaba el mundo.

—aunque digas eso ya te lo dije hina—la miro—yo no seguiré los deseos de mis padres. No quiero quedarme encerrada en estos cuatro muros como un ave enjaulada....

Fue lo último que le dijo antes de marcharse, de repente escucho innumerables voces, que la sacaron de su trance encontrándose con un cumulo de gente amontonada tratando de ver algo. La curiosidad le entro y también quiso ver, haciéndose paso por la multitud.

—mmm—tras un gran esfuerzo logro ponerse al frente. Al abrir sus ojos se ampliaron con sorpresa y asco al ver los cuerpos desmembrados de cuatro personas entre ellos los de dos niños.

"¿Qué monstro, pudo ser responsable de tal crueldad?" pensó tapando su boca.

--¡el demonio de la montaña es el responsable!—exclamo un anciano a su lado--¡se los dije, déjenlo tranquilo o sino todos padeceremos!

Sakura enarco una ceja confundida e intrigada por sus palabras. Mientras las otras personas desviaban la mirada con temor.

"¿demonio?¿cuál demonio?"

—disculpe—llamo la atención del anciano—¿a cuál demonio se refiere?

Curiosa, con ganas de conocer mucho más de lo que le habían contado y con ganas de probar su fuerza, debía admitir que enserio le intrigaba lo que estaba pasando en esta aldea.

El anciano la miro expectante, cosa que la sorprendido, pero tosiendo brevemente y frunciendo el ceño conto su historia de terror muy seriamente.

—hace dos semanas un chico de ojos rojos y un cabello tan oscuro como la misma noche llego a este pueblo, su belleza y olor embriagaban e hipnotizaban a las mujeres de esta aldea. Atraídas por aquel joven se acercaron a él con una sonrisa coqueta en sus rostros, pero este las rechazo. No contentas con el rechazo siguieron insistiendo, pero aun así este las ignoraba con frialdad y una mirada tan helada que paralizaban incluso el corazón del más fuerte, cansado de las mujeres el chico partió hacia las montañas sin decir una palabra—la mirada del viejo se entristeció-- y tras el transcurrir de los días una por una de las mujeres que se acercaron a aquel joven empezaron a desaparecer.

Haru trago hondo--¿pero entonces porque los cuerpos de estos hombres y además de los niños están de esta manera?

El anciano dirigió su mirada hacia los cuerpos que yacían en el suelo soltando un breve suspiro—estos cuerpos son de aquellos hombres que perdieron a sus esposas y fueron a buscarlas a la montaña, al igual que los niños quienes anhelaban recuperar a sus madres.

La chica miro hacia la montaña y todo en su cuerpo se estremeció, incluso el miasma era visible ante esa distancia y la espesa neblina que la envolvía. ¿Qué clase de criatura podría ser?

—señorita por lo que veo usted no es de por aquí y es por eso mismo que le advierto.

"Advierto" repitió en su mente, como se veía era realmente peligroso y bueno por los cuatro cuerpos que estaban frente a ella era más que las pruebas.

La mirada del anciano se incrusto en ella, provocando un mero escalofrió en la joven—váyase mientras pueda o quedara maldita.

Haru miro hacia la montaña el miedo era evidente en sus ojos, pero a la vez la curiosidad la carcomían por dentro. ¡Quería ir!¡quería ver quien era aquel joven del que hablaba el anciano! ¿y si enserio era tan atractivo como decía? ¡Quería enfrentarlo! Pero más que todo en su interior había algo que la empujaba a que fuera a esa montaña, a pesar del miedo que le causaba la mera idea de intentarlo.

apretó sus manos con fuerza y se armo de valor, ignorando por completo el sonido de su estomago y la voz del anciano que la llamaba. siguió aquel sendero que la llevaría a la montaña para ver aquel demonio de extremada belleza.

corazón ardiente //indra//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora