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Frunció el ceño y se concentró en el vacío que estaba frente a sus ojos. El atardecer hacia que el lugar pareciera más hermoso y tentador. Los reflejos del sol brillaban escasamente y tranquilamente anunciaban que el día estaba por terminar.

Llevaba bastante tiempo en aquel lugar, meditando, pensando y recordando a cada persona que había conocido en sus años de vida.

-¿Cómo estará mi padre? -Movió su cabeza de un lado a otro y cerro sus ojos-eso no importa, además por alguna extraña razón los arboles parecen estar más agitados de lo normal.

El árbol donde se encontraba recargado parecía impulsarlo hacia adelante. ¿Cuál sería el motivo? De la inquietud del bosque.

-¡¿estás loca?!¡No puedes ir a ese lugar!¡¿quieres morir?! ¡haru!

-no, solo quiero echar un vistazo y me iré.

-si claro, ¡¿acaso, piensas en tu vida un poco?!¡no vayas!... -

haru rio internamente al pensar en las palabras que le diría su pequeña hermana si la viera entrar a la profundidad de un bosque que a simple vista se veía terrorífico y el aire es incluso más frío cada vez que se adentra más en él. Pero, a pesar del miedo que sentía por dentro y de ver el bosque oscuro, tenebroso y ver esos árboles viejos y podridos que asustarían a cualquiera, ella solo podía tener una sonrisa en su rostro.

"¿Cómo será aquel demonio?" Se preguntó ansiosa, curiosa por lo que estaba por ocurrir, para ella esto era una aventura en la que por primera vez creía que podía enfrentar algo realmente increíble, pero más que eso ver aquel demonio que fue capaz de matar e hipnotizar a esas pobres almas de aquel pueblo era su prioridad acabarlo.

El anciano se esmeró enserio por persuadirla para que no fuera, pero ella decidió ignorar su advertencia, cautivada por aquella historia... ella seguía caminando hacia el frente sin vacilar, por un segundo tan solo con la sangre hervir por una gran experiencia de su nueva vida. Aunque también pensaba que eran especulaciones y exageraciones de aquel anciano.

-Tal vez su verdadera apariencia sea un gordo y con cuernos-rio-o tenga escamas o bello por todo su cuerpo jaja o un enano tal vez. Me pregunto ¿Qué debería hacer con él?... Unmm... ¿debería matarlo? ¿Venderlo?-se cuestionó, no obstante recordó las palabras del viejo "por su extremada belleza cautivo a las mujeres de este pueblo"-pero si es tan bello como dicen, debería volverlo mi esclavo- una sonrisa siniestras se formó en sus labios imaginándose los posibles escenarios. -jajaja un demonio como esclavo jaja seria en serio divertido.

La joven reía para calmar su miedo y ansiedad. Pero sin darse cuenta se había adentrado demasiado al bosque hasta el punto en que ya le sería difícil regresar. Después de varios minutos la noche era más visible ante sus ojos y cada vez el silencio se apoderaba del ambiente y haru simplemente se ponía más nerviosa, pero sobre todo poniéndose alerta.

Haru continúo caminando observando atentamente todo a su alrededor, iba tan compenetrada que al pisar, un ruido la asustó y pego un pequeño brinco hacia adelante, al girarse y mirar al suelo-uff-soltó un suspiro de alivio al ver que solo era una simple rama-"solo era una rama" -pensó-¡Grrrrrrr! -fue el breve sonido de su estómago, al cual estuvo ignorando por mucho tiempo.

"tengo hambre" se dijo internamente, sobando su estómago. "debería buscar algo de comer primero antes de enfrentarlo, seria vergonzoso si mi estómago sonara en plena batalla" se imaginó la escena y bufo "eso sería realmente gracioso jaja"

"pero bueno, ¿Dónde podría conseguir comida en este extenso bosque?"

Haru cerro sus ojos y a la vez tomo su mentó pensativa, mientras estaba en ello un esquicito e increíble aroma se pasó por su nariz-esto es-murmuro abriendo los ojos de golpe y mirando hacia aquella dirección de donde provenía. Sin pensarlo dos veces y siendo impulsada por su estómago comenzó a correr-estoy segura de que ese olor es... comida-sin control alguno y sin detenerse a pensar, corrió y corrió hasta llegar a su destino. Con la mirada al frente y sin detenerse vio una luz "¡debe ser una fogata y donde hay una fogata hay comida!".

Salto, saliendo de los arbustos sin previo aviso sus ojos se ampliaron al ver el lugar "un lago" además de eso una sonrisa se dibujó en su rostro al ver la fogata y encima de ella tres jugosos peces cocinándose. -¡se ve delicioso!-bramo, saboreando aquel platillo frente a ella e ignorando por completo la situación. Con el estómago vacío y sin nadie alrededor-"no hay nadie, así que no está mal darle una probada" -se dijo para sí misma, mientras se acercaba e igualmente se agachaba para sentarse y sin más tomo la punta de aquel palo en donde estaba metido el pescado quitándolo de la fogata.

"Esto es un milagro" expreso y asimismo le dio la primera mordida-uummm delicioso-musito con sus mejillas algo rojas, mientras la palma de su mano izquierda se posaba en sus mejillas y una sonrisa se dibujaba en su rostro. Era el mejor manjar que había probado desde que huyo de casa.

-Me alegra que te guste-una voz profunda, fría e igualmente suave se escuchó a sus espaldas interrumpiendo el agradable momento.

Los ojos de haru se ampliaron temerosa e igualmente se quedó inmóvil con el pescado en la boca. Prácticamente en shock.

-¿qué crees que haces con ese pescado? -pregunto inquisitivo cruzando los brazos-además, ¿Quién eres tú?

-...-

No contesto, apoderada del miedo no pudo ni siquiera girarse para ver a esa persona detrás de ella. "¿será el demonio?, pero su voz suena como cualquier humano"

-te lo preguntare de nuevo, ¿Quién eres?

-...ummm jajajaja-soltó una pequeña carcajada, mientras se ponía de pie. Asimismo, el joven detrás de ella enarco una ceja confundido-¡yo soy la que acabara contigo!-bramo con emoción en sus palabras, pero aun así no pudo ocultar su miedo.

-oh! -exclamo-si es así, ¿Por qué no me miras, cuando me hablas?

-jaja estoy comiendo-carraspeo la mujer-y es descortés.

-hmp-le incrusto la mirada y haru podía sentirla muy bien-dices eso, pero aun así te sigues comiendo mi cena.

-ah, era tuya pensé que había sido un obsequio de los dioses-dijo con sarcasmo.

-Mírame-ordeno.

Haru al escucharlo una corriente eléctrica se pasó por su espina dorsal e igualmente cerró los ojos, mientras sentía la presión en su cuerpo e instintivamente saco el kunai de sus bolsillos antes de voltearse.

-abre los ojos.

Ella sin nada que decir o sin rechistar comenzó abrirlos lentamente, sus ojos jade recorrieron la cueva hasta toparse con los hermosos orbes rojos de aquel sujeto frente a ella.

-Tu...tu-balbuceaba, mientras sus manos temblaban sosteniendo el pequeño kunai que llevaba en sus manos y no pudo hacer nada más que tartamudear, pues un nudo en la garganta le impedía hablar.

El corazón bombea sangre acelerando sus latidos, pues pequeña era la cueva y ella solo pudo pensar "horrible, odio describirle...enserio como puede alguien tan malo como el ser tan difícil de ver, pero aun así ¿Por qué no puedo apartar mi mirada de la de él?" de pronto un olor masculino y excitante se filtró por sus fosas nasales, mientras la poca luz de la noche lo envolvía. Era un hombre muy apuesto, tanto que haru soltó el kunai.

"¿esto es un demonio?" -sorprendida por lo que veía se incorporo, de igual modo se agacho de nuevo para recoger el kunai y aun así no aparto la mirada de la de él-"o solo se trata de un mortal con belleza divina" "¿Cuál de las dos era?"

El por otra parte la miraba atentamente sin expresión alguna y se encontraba enfrente de ella con la parte superior de su cuerpo al descubierto. Permitiéndole que contemplara algo realmente malo para el corazón de una dama. Nomás era visible como las gotas de agua se deslizaban por su piel.

El hombre era realmente un dios caído del cielo y su mirada era tan penetrante que cada fibra de cuerpo se estremecía con tan solo verlo. Su presencia era tan grande que sometería a cualquiera y su poder era evidente que el miedo la envolvió por completo. Tan escalofriante, tan alto, fornido y una mirada que era todo un enigma para ella.

¿Este era solo el comienzo? o ¿el final?

-"esta mujer es...diferente" -sonrió.

CONTINUARA....


corazón ardiente //indra//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora