Capítulo 1

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[_____pov]:

Me levanté de mi cama, caminé hasta el baño y me quedé mirándome en el espejo. Vaya, me reí al ver hinchado mi rostro. Puede que no haya dormido bien durante dos días seguidos por estar viendo videos hasta tarde. Seguí viéndome directamente hasta que reaccioné. Me lavé la cara e hice mis necesidades. Luego me lavé las manos y bajé a la cocina.

—Hola, mamá —dije mientras la abrazaba con felicidad.

—Buenos días, hija —respondió, correspondiendo a mi abrazo.

—Ya llegó mi querida hermana —dijo mi hermano.

Se acercó a mí y despeinó mi cabello, más de lo que ya estaba, provocando que mi madre y yo dejáramos de abrazarnos.

—Ya, caramba. Ya maduren, hijos —nos miró con seriedad.

—Sí, mamá —repetimos ambos como niños pequeños, y nos reímos por tal acción.

—¡¿Qué voy a hacer con ustedes estas vacaciones?! —su tono cambió a uno de fastidio.

Nosotros siempre nos pasábamos haciendo bromas y molestándonos mutuamente, así que era de esperarse que mi madre actuara de esa forma.

—No tengo nada en mente, ¿y tú, hermana?

—Ni idea —me senté en la silla del comedor.

Comenzó a sonar el teléfono de mi madre, y enseguida contestó.

—Espérenme un momento —se fue a otra habitación.

—Supongo que tienes hambre, _____.

—¿Cómo lo supiste? —lo miré con asombro.

—Porque te acabas de levantar y porque ya está lista la comida —caminó hasta la cocina.

En unos minutos regresó rápidamente, trayendo en sus manos un plato cubierto de aluminio. Al mirar su cara, estaba pálida y parecía que hubiera visto algo paranormal.

Fui hasta él, tomé el plato, me senté en la silla más cercana a mí y comencé a comer.

—¿Qué te pasó? —me comencé a reír, mientras él me miraba muy preocupado.

—A mamá le subieron de puesto.

Se abrió la puerta y ambos posamos nuestra mirada hacia ella. Era mi madre; estaba llorando y sonriendo a la vez.

—Empaquen todas sus cosas, que hoy mismo nos mudamos —dijo entusiasmada.

—Pero, ma', ¿y mis amigos? —mi hermano miraba triste a mi mamá.

—Tendrás que hacer amigos en nuestra nueva casa —respondió.

—¿Y la escuela?

—Los cambiaré y, si no... —hizo una pequeña pausa, haciendo que mi hermano y yo nos pusiéramos nerviosos—, dejarán la escuela por un año.

—Ya sabía que debí reprobar las materias —dijo mi hermano con una risa.

—No pude pedir un hijo más... perfecto.

—Lo perfecto es aburrido.

—Menos plática y más trabajo.

Dylan y yo corrimos hacia nuestras habitaciones, haciendo una carrera. Cuando iba ganándole, subí las escaleras y él me agarró del pie y me jaló, provocando que cayera. Se rió y me ayudó a levantarme.

[...]

—Qué hermoso bosque —dije, sin dejar de mirar el folleto que me habían dado.

—Está a pocas calles de nuestra casa.

—¿Ya casi llegamos?

—Sí, solo unas cuantas calles y... —vio que ya habíamos llegado—, olvídalo, ya llegamos.

Detuvo el auto, salimos, y luego mi madre abrió la puerta de la casa con una extraña llave.

—Hijos, vayan a sacar todas las maletas del carro. La mudanza llegará en un rato.

—Claro, ma'.

Nos tardamos más de 15 minutos en sacar todo y dejarlo en la casa. Estábamos agotados. Entramos, buscamos a mi mamá, y la encontramos en un cuarto vacío, en una llamada.

—Solo diez minutos.

Colgó la llamada y nos miró.

—No se preocupen, _____ y Dylan, la mudanza llega en diez minutos —nos sonrió.

Mi hermano y yo seguimos bromeando.

—Ay, hermana, eres muy mala para los chistes.

—Somos, hermano, somos —me empecé a reír.

Escuchamos que tocaron el timbre y mi madre fue a abrir la puerta.

—¿Es usted la señora _____ (tu apellido materno)?

—Sí, ¿para qué me buscan?

—Traemos la mudanza.

Me senté en el suelo, mirando cómo colocaban los muebles según las indicaciones de mi mamá, hasta que terminaron. Mi madre les pagó y se fueron.

—¿Cuál es mi habitación?

Comenzó a caminar hasta llegar a una puerta. La abrió y mis cosas estaban bien acomodadas.

—Por favor, _____, deja la habitación como la estás viendo ahora mismo.

—Trataré, ma' —le dediqué una sonrisa.

—Descansa, en un rato estará lista la comida.

—Sí, mientras tanto dormiré.

Mi madre se fue y cerró la puerta. Me acosté en la cama, pero no sé en qué momento me quedé dormida.

¿Podemos intentarlo? (Hoodie y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora