Capítulo 3

140 7 0
                                    

—El día de hoy hubo un asesinato de una familia completa en California, los apellidos de la familia son Sky.

Estaba en un estado de shock, no me lo creía, inclusive estuve diciéndome a mí misma que eso no era cierto, esa noticia me destrozó el corazón, sentí como lágrimas rodaban por mis mejillas, me sequé las lágrimas pero no paraban de salir, vi hacia la ventana, estuve viendo el exterior hasta que comenzó a llover, fui al baño a limpiarme la cara y también hacer mis necesidades. Después, apagué el televisor, escuché que llamaron a la puerta y fui a ver quién era.

—Hola, ______ —me miró a los ojos—. ¿Todo bien?

—Eh, sí —fingí estar bien.

—Algo sucedió, ¿qué pasó? —puso su mano sobre mi hombro.

—Asesinaron a una familia muy importante para mí —contuve las lágrimas.

—Mi más grande sentido pésame, ______. No me imagino tu pérdida. Quizás apenas me conozcas pero quiero que sepas que te voy a apoyar en esta fuerte situación para ti. Juguemos un juego de mesa para mejorar tu estado de ánimo, lo necesitas.

Me enseña su monopolly, que por cierto se veía algo maltratado, lo miré a los ojos y decidí aceptar, pero mirándolo con más detalle vi que estaba empapado de agua, me preocupé por ello.

—¿Cuánto tiempo estuviste en el agua? —pregunté.

—Alrededor de 10 minutos —respondió.

—Ve a tu casa a bañarte, no te vayas a enfermar, corre.

Se fue, y me quedé en el sofá esperándolo, abrió alguien la puerta y era Brian.

—Listo, ¿feliz?

Asentí con la cabeza.

—Vamos a comenzar.

[...]

—En serio, ______, eres muy experta en este juego.

—Tú también.

—En otro día traigo otro juego de mesa.

—Me parece bien.

Se levantó y cargó su monopolly.

—Luego vengo, _____. Si me necesitas, no dudes en buscarme. Adiós —nuevamente no me dejó despedirme porque se marchó.

Al final del día, me hizo un pésimo día en uno menos malo...

[Un par de días después]

—¡Hey, ______! —gritó Brian desde la puerta de su casa.

Iba un poco apresurada por llegar a una reunión con unas amigas.

—Hola, Brian, ¿cómo va todo? —dije mientras cerraba la casa.

—Bien. Oye, ¿vas a algún sitio?

—Sí, voy de salida, ¿ocupas algo?

—¿Quieres que te acompañe? —dijo con una sonrisa.

Un sonrojo se hizo presente sobre mí, rogaba al cielo que no fuera muy notorio.

—S-Si quieres, sólo que se me hace tarde —miré la hora —, es que voy a ver a mis amigas y las tengo que ver como en 20 minutos.

—No te preocupes, vamos.

Caminó hacia donde yo estaba. Estaba bastante nerviosa con él

—¿Seguro que me quieres acompañar?

—Sí, sí, claro —me sonrió, haciendo que se me fueran quitando los nervios.

—Entonces, andando.

¿Podemos intentarlo? (Hoodie y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora