.- Capítulo 14 "Historia de Nila: parte 2" -.

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Desperté y estaba en una jaula enorme para pájaro cubierta con una manta, la jaula estaba moviéndose, pues mi padre me llevaba a su compañía para mostrarles su gran creación, estando ahí con toda la atención del dueño de la compañía entre otros, dio un discurso de la pintura de mamá, explicando que se imaginarán a un ángel de verdad, ya que lo habían imaginado, les dijo que eso era un sueño, un sueño que hizo realidad; en ese momento quitó la manta y automáticamente todas las personas presentes se paralizaron, yo no entendía que tanto me veían, pero las personas tenían cara de miedo y asombro... Minutos después dos personas de seguridad se llevaron a mi padre y tres más se acercaron a mi, abrieron la jaula y me dejaron salir para ir con ellos, sabía que si iba me llevarían con mi padre, así que salí de la jaula y me subieron a un carro del gobierno y este me llevo con el gobernador... Estando ahí empezó a hacerle preguntas a mi papá, el cual estaba esposado y sentado en el suelo, yo no pude oír las preguntas, pues sólo me miraba en un espejo que había en una pared y me veía a mi reflejada con alas negras ligeramente delineadas con dorado.... En ese momento me acorde de todo lo que paso después de que mi papa me pusiera la anestesia, pero mientras yo recordaba todo, el gobernador ordeno que se llevaran a mi papa a un manicomio por el resto de su vida.... Yo estaba perdida en mis recuerdos pero de pronto escuche que el gobernador dijo "y sacrifiquen a la niña" en ese momento empece a llorar y me puse en frente del gobernador suplicando que no me matara, el me decía que no había opción, pero yo trataba de convencerlo diciéndole que ya había sufrido bastante cuando me inyectaron, me operaron para deformar mis huesos y me pusieron ADN de pájaro para que salieran alas, con el fin de cumplir el deseo de mi madre; el gobernador dijo que no me mataría si tan sólo pudiera esconder las alas, le dije que si podía, se lo demostré y pudimos llegar a un trato, el cual era que no le podía mostrar mis alas a ninguna persona, que tenía que esconderlas y que jamás podría decir que era un ángel, a cambio, el me daría una mansión en la Ciudad Central #1, me metería a la mejor escuela que hay, me asignaría un personal de mucha confianza y se aseguraría de que no me hiciera falta nada. Entonces acepte, con la condición de que se me dejara ver a mi padre 1 vez al mes... El trato se hizo y ahora estoy aquí contándote esto que jamás debía de contar.

Lagrimas de ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora