Minho volteo y se encontró con la misma sorpresa que yo. Taemin soltó mi mano y disimuladamente volvió a apoyar sus codos en sus rodillas.
—Y...Yo ya vengo— se puso de pie y salió hacia el área de juegos. Minho seguía anonadado. Hara se acercó y susurro algo en su oído y este asintió y ella se fue la verdad no sé a dónde. Levante mis cejas y le sonreí de lado a mi amigo.
—Gané— solo articule sin producir sonido alguno.
—No es verdad— riendo negó con la cabeza
— ¿Qué? ¿Cómo?— dije alterada. El camino hacia mí y se sentó a un lado donde anteriormente estaba Taemin. —Si... si tú y Hara acaban de vernos— dije bajando mi tono, Taemin no podía entregarse por nada del mundo. Ya que aún no llegaba a mi objetivo principal. Yesung.
—No linda— chasqueo la lengua —Quedamos que sería mínimo un te amo en público.
— ¿Te estás echando para atrás Choi Minho?— asevere mi mirada, yo había ganado y punto.
—No— rio —Nunca dije eso pero habíamos quedado que un beso no bastaba, ¡pudiste habérselo dado sin siquiera hablarle!— tenía razón.
—No Minho no es justo— reclame
—Si es justo. Si no, no sería justo para mí—
—Eres un tonto Choi— le dije empujándolo
—Tú más— tomo mis mejillas y me acerco a él para dar un beso en mi frente. —Creo que incomodamos a tu chico malo— frunció el ceño
—Tenlo por seguro— rodé los ojos
—Bueno me iré...— dijo señalando hacia donde estaba Hara
—Si claro vete con ella, ya no existe nadie más para ti que no sea ella— dije haciéndome la ofendida.
—Pues no sé de qué te quejas si tampoco creo que me recuerdes muy seguido— subió una de sus cejas.
—Pues crees mal— me cruce de brazos, de verdad lo extrañaba. —Las cosas no andan muy bien en mi casa— conté como si nada, no quería agobiarlo con mis problemas.
— ¿Tu mama?
— ¿Quién más Minho?— pregunte y reí irónicamente.
—Y por qué no me llamaste hubiera pasado por ti— nuevamente frunció el ceño
—No— reír —No te preocupes, es lo mismo de siempre— suspire — ¡Ya! ¡Anda!— le dije señalando con la barbilla a Hara quien esperaba en una mesa.
—Llámame— hizo una seña con su mano simulando un teléfono y me guiño un ojo, fue imposible no reír.
Los vi alejarse con dirección a la caja ¿Qué se creía la cajera esa? ¡Ahora con Minho también! ¿Qué faltaba ahora? ¿Qué Yesung entrara y que al igual se lo tragara con la mirada? Reí al notar el rostro de molestia de Hara, un punto a su favor. Cuidaba a mi amigo.
— ¿Quién era él?— me sorprendí al voltear a mi derecha y encontrarme con Ween.
—Él es mi mejor amigo— le conteste sonriente
—Ah— dijo mirando hacia ellos — ¿Y ella?
—Ella es su novia— le conteste y frunció el ceño ¡Hoy todos lo hacían! Abrió sus ojos a tomo como si recordara algo y llevo sus manos a su boca. Una traviesa risita se le escapaba. — ¿______ (tn)? ¿Tú y Taemin son novios?— otra vez esa pregunta
—Hey— dije riendo — ¿Por qué preguntas eso?— comencé a hacerle cosquillas y esta comenzó a retorcerse en el sillón.
—Porque— dijo haciendo una pausa tratando de recuperar oxigeno después de mis cosquillas —Porque yo los vi dándose un besito aquí...— dijo señalando sus labios y un tono rojizo se apodero de sus mejillas. Esta vez fui yo quien llevo sus manos a su boca fingiendo estar sorprendida.
—No pequeña— le dije mirando hacia abajo realmente apenada —Taemin y yo no somos novios— curvo su labio inferior hacia afuera haciendo una mueca de tristeza
— ¿Y porque se... dieron un besito?— nuevamente el tono carmín se adueñó de su rostro. ¡Diablos! ahora ¿Qué le diría? — ¿No lo quieres?— ¿Por qué tenía que ser tan directa?
—Y...Yo si lo quiero— ¡No! Yo no pude haber dicho eso. —Pero él y yo solo somos amigos y lo que viste fue algo que no debimos hacer— ¡no tenía idea de que decir! ¡Donde demonios estaba Taemin!
—Ah— dijo nuevamente con una mirada triste — Taemin dice que eres linda— ¿QUE?
— ¿Enserio?— pregunte sorprendida
—Si— sonrió —Él dice que eres muy linda. — está bien, estaba impactada. Taemin llego a nuestro lado junto con Sug.
— ¿De qué tanto hablan ustedes?— pregunto alzando a la pequeña quien abrió a tope sus ojos.
—De nada Taemin, cosas de chicas— Ween rio y abrazo a su hermano ocultando su rostro en su cuello.