—Hola— escuche detrás de mí ¿Qué Yesung? ¿Ya comienzas a extrañarme?
—Hola— conteste sin importancia
— ¿Cómo has estado?
— ¿Te interesa?
—Oh vamos— alargo —No me trates así— dio dos pasos hacia mí — ¿O que tu nuevo novio no te deja hablarme?
—No tengo ningún nuevo novio y si te trato así es porque se me da la gana. — Enarco las cejas
—A si y entonces ese...
—Mi amor— los tacones de Victoria sonaban por todo el pasillo — ¿Qué haces hablando con... ella?— dijo con un gesto de repulsión.
—Nada cariño— le dio un beso en la mejilla y ambos se fueron. ¡Asco!
Termine de guardar mis cosas en el casillero, y de sacar los libros que necesitaría para las siguientes clases. Me di la media vuelta y me sorprendí al ver a un castaño chico frente a mí.
—Hola— sonrió tímido
—Hola— sonreí levemente
—Hae— se presentó
—_______ (tn)
—Si lo sé— rio tímidamente —Oye yo... Quería saber si tal vez tú y yo— tartamudeaba —bueno si a ti te gustaría salir conmigo— finalmente término la oración.
—Claro— conteste mirando sus ojos color miel
— ¿De verdad?— dijo sorprendido — ¡Genial!— sonrió de oreja a oreja — ¿Este viernes está bien?
—Sí, está bien— conteste tratando de sonreír, no me agradaba mucho la idea de salir con el tal 'Hae' pero ya veremos cómo reacciona Taemin y por ende Yesung.Ultima clase, algebra. No había nada más aburrido que esto. El maestro simplemente no dejaba de hablar y no dejaba de escribir en el pizarrón, sin duda era un tormento esta clase.
Volteé hacia las últimas filas y ahí estaba Taemin, su mirada estaba enfocada en el pizarrón pero no estaba prestando atención, estaba más bien perdido.
Fui a las ultimas hojas de mi libreta para recortar un pedazo, tome mi pluma rosa y escribí "Am, ¿si me prestaras a tus hermanos?" volteé hacia el maestro para asegurarme de que no fuera a verme y lance la pequeña bola de papel, logrando que golpeara su mejilla para después caer en el piso. Bajo su mirada para identificar qué era lo que lo había golpeado. Lo tomo del piso y la extendió para poder leer el contenido. Escribió y me regreso el mensaje "No queda de otra, y deja de llamarme Am"
Toque el timbre y en menos de diez segundos se abrió la puerta dejándome ver la perfecta anatomía de Taemin.
—Wow— arrastre la expresión —Tú sí que eres un bipolar. — le dije ya que apenas me vio y rodo los ojos como si mi presencia le había arruinado el día.
— ¿Pasas o te quedas afuera?— su tono de 'te detesto' había vuelto
—Mejor espero afuera— conteste cambiando mi tono a uno más duro como el suyo.
—Como quieras—se dio la media vuelta pero al parecer se arrepintió y volvió a voltear hacia mí — ¿Por qué saldrás con Hae?
—Pues porque...— Estaba por responderle pero no lo hice — ¿Tu como sabes eso?— dio un paso acercándose a mí.
—Él me contó— contesto de mala forma. Rodé los ojos. El plan era que se enterara después de haber salido con Hae.
—Pues si... si saldré con el— le respondí y me di la media vuelta dándole la espalda.
—No respondiste lo que te pregunte— pensé muy bien lo que iba a decir y nuevamente gire hacia el
—Creí que no te interesaba lo que yo hacía.
—No me interesa— rio amargamente —Solo que creí que habías dicho que era más fácil contactar al presidente que obtener una cita contigo. — aun lo recordaba.
—Lo sé— conteste sonriente —Pero decidí tomar tu consejo— yo también recordaba sus palabras
— ¿Qué consejo? — Pregunto sin entender
—'Porque no nos haces felices a los tres'— frunció su ceño —Así que no te molestare más, terminamos el trabajo y ya no hay nada que nos relacione— nada podía salir más, estaba arriesgando demasiado al decir esto, cruzaba los dedos porque todo saliera como lo había planeado.
—Perfecto. — ¡Maldición! ¿Así nada más? ¿Ni tantitos celos? Perfecto _______ (tn) te tiraste sola a la hoguera.
— ¡________ (tn)!— se escucharon al unísono las voces de los pequeños — ¿A dónde iremos?— pregunto Ween mientras me rodeaba con sus pequeños brazos.
—A donde ustedes quieran— le dije devolviéndole el abrazo
—Por un helado ¿sí?— pregunto y su hermano la secundo con un 'si'
—Claro — levante mi mirada y la dirige hacia Taemin — ¿Un helado?— le pregunte y sus hermanos voltearon a verlo.
—No— negó firmemente
—Anda, yo invito— le dije sonriente acercándome a él —De despedida...— susurre en su oído
— ¿Segura?— al igual susurro entre dientes — ¿Después de esto me dejaras finalmente en paz?
—Tenlo por seguro.