Capitulo 32.

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Hoy es el ultimo día de mi castigo creó que voy a hecharle demenos, no eh visto a Luke en todo el día se me hizo algo raro.
Termine de ordenar, tome mis cosas y me fui. Cuando iba pasando por fuera del baño de chicas escuche unas voces pero no cualquier voces.

Eran presisamente y para mi mala suerte las de Luke y Ashley, dejaron de hablar por un rato me asome leve y cautelosamente a mirar, se... Se estaban besando.

Creo que una parte de mi interior se retorció.

Luke comenzo a tocarla, la subió a orcajadas sobre el la sentó en el lava manos y comenzaron con la acción, no voy a quedarme para ver toda esta mierda cuando creí que las cosas podrían ir me equivoque por completo Luke no cambiara menos por mí seguirá siendo el mismo capullo, además yo era solo un tonto capricho que no logro obtener, se aburrió y volvió con su diversión idiota.

No quiero volver a hablarle en mi vida, siento que me ilusione como una tonta rompí mi única y gran promesa conmigo misma no enamorarme para evitar sentime como lo hago ahora, como una completa basura.

Camine hacia la entrada, camine hasta la parada de autobuses y me fui a casa sintiéndome como la mierda.

Puto amor.

Puta desilusión.

Puta angustia.

Putas ganas de llorar.

Puto Luke Hemmings.

(...)

-Linda llegaste. -Dijo mamá saludandome y sacandome de mis pensamientos.

-Oh si.. -Dije sonriendo devilmente y mirando hacia el suelo.

¿Como describir lo mierda que me siento?

-¿Pasa algo Amy? -Pregunto preocupada.

-No, esta todo bien. -La mire, Sonreí para que fuera mas creíble.

-En unas horas mas sera la fiesta de los Hemmings. -Me recordó.

No iré, por nada del mundo.

Que le den a Luke y a su estúpida fiesta de mierda.

-La verdad es que no me siento bien mamá, estoy algo cansada ¿Esta bien si me quedo? -Me afirme en el barandal de la escalera.

-Amy... Le prometí a liz que hiriamos ella esta tan emocionada.

-¿Puedo ir solo por un rato?

-Esta bien. -Sonrio.

-Bien. -Reí levemente y comencé a emprender rumbo a mi habitación. Cerre la puerta de mi cuarto y me lance hacia mi cama.

No se qué sentir.

En mi mente pensé; no llores por alguien que no merece tus lágrimas... A menos que tu lo mates y tengas que llorar en su funeral para no levantar sospechas.

¡Dios lo odió!

Apreté fuertemente mi almoada junto a mí, odio tantas cosas en este instante que creo que no es sano. Me senté en la orilla de mi cama, nunca nadie puede notar realmente lo débil que estas.

Decidí darme una ducha, arreglarme y hacer como que nada me pasa como que nada en mi interior se siento como si se hubiera roto.

Me puse un vestido blanco que llegaba por arriba de mis rodillas y un poco abajo de mis muslos, una casaca de mezclilla y unos zapatos que conbinaran con esto.

Me maquilla naturalmente, rimel, brillo labial y delineador. Alize mi cabello y lo ondule en las puntas. Me puse un collar dorado y aretes.

Creó que jamas en mi vida me había arreglado tanto.

Close As Strangers (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora