El aire es muy frío y a cada bocanada siento como mis entrañas se helan pero no importa, debo llegar al cubo antes que la pantera llegue hasta mí.
Llevo demasiado tiempo tratando de encontrar el lugar dónde vi a Andrés por última vez, pero no recuerdo haber corrido tanto detrás de Andrés, no puedo correr más, mi cuerpo me pide a gritos un descanso y yo sigo aterrado por lo que acaba de pasar, veo una roca al lado de un río y me siento en ella, me quedo allí, en silencio, tratando de procesar lo que había sucedido hoy y esperando ser devorado por la pantera.
Pero no sucede nada, solo escucho el agua correr, los búhos uluar y los malditos zancudos bebiendose mi sangre; cómo los odio. Estoy más tranquilo ahora, y creo que la ausencia de la pantera se debe a que cuando terminó de masticar a Susana, no necesitó cazarme, olvidaba que los animales del bosque no son como nosotros y sólo matan cuando es realmente necesario.
Empiezo a pensar en Andrés, y mi frustración crece a cada segundo por no haber podido llegar hacia él, me paro de donde estoy y tomo rumbo hacia el hogar de Andrés mientras pienso en que decirles a Doña Ana y La señora Doris.
Después de un rato, logró divisar las luces de la ciudad, cuando llego veo que está muy tarde, pero aún así me dirijo a la casa de Andrés y toco la puerta, afortunadamente doña Ana se duerme muy tarde y no demora en abrirme la puerta, cuándo ve que soy yo, su cara evidencia desilusión pues seguramente estaba esperando a Andrés.
-Ah, eres tú.-En su voz se evidencia la preocupación.-¿Has sabido algo de Andrés?.
Le hubiera contado lo de Andrés si no fuera por la extraña mueca que estaba haciendo ella, la parte derecha de su cara mostraba preocupación, pero la parte izquierda, bueno, la parte izquierda me daba algo de temor.
-Doña Ana. ¿Se encuentra bien?, creo que su ojo izquierdo quiere escaparse de su rostro.-Y de hecho no miento, segundo a segundo toda su cavidad ocular baja cada vez más, es como si, literalmente se estuviera derritiendo.
-¡¿QUE?!-Dice mientras posa su mano en dónde debería estar su ojo, pero que ahora sólo queda su frente.-¡AHH!.
Se desmaya, yo me arrodillo para ayudarle pero lo único que logro hacer es, literalmente regarme en el suelo.
Yo también me estoy derritiendo, intento mirar a Doña Ana, pero lo único que encuentro es una mancha color piel que se va por el desagüe de la carretera.
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Moldavia: Primera Parte.
Fantasy¿Que estarías dispuesto a sacrificar para salvar la vida de tu mejor amigo?.