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Cuando Brian se despertó esa mañana pensó que iba a ser un día como cualquier otro. Se daría una ducha, desayunaría y tocaría un poco su queridísima guitarra, la Red Special, mientras esperaba a Roger para hablar de nuevos proyectos e ideas, y seguramente acabarían borrachos diciendo gilipolleces, como en los viejos tiempos. Por eso se sorprendió un poco cuando un par de horas después de que hubiese desayunado alguien llamó al timbre. No podía ser Roger, porque él tenía llaves. Aunque no era la primera vez que se le olvidaban.

Brian se dirigió a la puerta y miró por la mirilla. Eran un chico y una chica. El primero llevaba un atuendo un poco extraño, parecía como si se hubiese puesto lo primero que pilló al entrar en una tienda. La chica tenía el pelo negro y vestía de forma sencilla, pero se la notaba nerviosa, no paraba de morderse las uñas. Brian se lo pensó un poco, pero al final decidió abrir.

-¿Qué queréis?- preguntó pasando su mirada de la chica al chico constantemente.

-Pues...- empezó la chica

-No me puedo creer que no reconozcas a tu propio puto compañero de banda, Bribri.

Brian se quedó de piedra. Esa voz... Pero era imposible.

-Que sí, Brian, que soy yo. El único e inigualable Freddie Mercury- el chico hizo una pomposa reverencia mientras se quitaba la gorra.

En cuanto la gorra dejó de ocultar su rostro, Brian reconoció la cara de su amigo. Estaba igual que en sus mejores tiempos, el pelo negro, corto, los ojos del mismo color, ese distintivo bigote... Nada parecido a la última vez que Brian vió a Freddie, pálido, esquelético, casi irreconocible.

-¿Pero cómo...?

-Bueno, tú eres el que tiene el doctorado en astrofísica- la chica habló por primera vez- Por cierto, soy Roxanne y quiero decirte que te admiro un montón y...

-¿Doctorado? Así que volviste a la universidad, Bribri.- Freddie la interrumpió.

-Si, volví... Pero esto no puede ser, es físicamente imposible, no se puede volver a la vida después de muerto- dijo Brian.

-Pues aquí estoy, cariño. Vivito y coleando. Por cierto es de mala educación no invitar a tu amigo que acaba de volver de la muerte a pasar al salón.

Brian les hizo una seña para que pasaran, y Freddie y Roxanne le siguieron. Roxanne iba observando cada detalle de la casa de su ídolo, los muebles, la decoración, las fotos...

-Oye Brian, ¿dónde está Anita?- preguntó Roxanne, al

mirar una de las fotos de la pareja.

-Se ha ido a pasar unos días con su familia- contestó Brian.

-Genial, así podemos hablar de cosas de machos, como que es lo que se lleva esta temporada.

Roxanne soltó una risita y Brian no pudo evitar sonreir. Había echado de menos los comentarios de Freddie. Entraron en el salón y Freddie y Roxanne se sentaron donde les indicó el anfitrión.

-Antes de que llegaseis estaba esperando a Roger, debe de estar a punto de llegar.

Se escuchó el ruido de la puerta abrirse, y unos pasos que se iban haciendo cada vez más fuertes. Un hombre con el pelo corto y cano y una pequeña barba, entró. Tenía puestas unas gafas de sol y en una mano llevaba una bolsa con lo que parecían ser latas de cervezas. Tenía los brazos y las piernas cubiertos de tatuajes.

-¡He traído el alcohol!- dijo, depositando la bolsa en la mesa y quitándose las gafas, mostrando unos cristalinos ojos azules. Se fijo en los visitantes, mirando a la chica con extrañeza y luego mirando con una expresión de sorpresa al hombre que se sentaba a su lado.

-Freddie...- Roger corrió a abrazarle y una lágrima recorrió su rostro- No pude despedirme, estaba a dos minutos de tu casa cuando me llamaron y me dijeron que ya... que ya... Joder te he echado muchísimo de menos.

-Y yo a tí rubio, aunque ya no lo estás tanto... Pareces una versión punky de Papá Noel.

-Eso es lo que le digo yo siempre.- dijo Brian, divertido.

-¡Eh!- protestó Roger, y acto seguido los tres estallaron en carcajadas, como solían hacerlo cuando eran jóvenes. Pasado un rato, Roger se dio cuenta de que alguien les observaba.

-Ah, sí. Roger, ésta es Roxanne- dijo Freddie y empezó a contar todo lo que había sucedido ese día, mientras que Roger y Brian, cerveza en mano, le escuchaban atentamente.

-Que raro- comentó Brian una vez que Freddie hubo terminado- La música de tu móvil desapareció, ¿así sin más?

-Sí, es extraño. Pero creo que lo más probable es que lo haya borrado yo sin querer.

-Bueno, basta de cháchara. Quiero ver a John.

-Pero Freddie, si has sido tú el que ha estado hablando casi todo el tiempo...

-Shhh, eso no importa ahora- contestó, tapándole la boca a Roger para que no hablara de forma teatral- Necesito ver a Deaky, y cuando estemos los cuatro juntos quizás encontremos una forma de solucionar esto.

-Últimamente no hablamos mucho con él, hace semanas que no tenemos noticias suyas- dijo Brian.

-Pues vayamos a verlo- y, después de haber dicho eso, Freddie se levantó y fue hacia la puerta. Extrañamente, todos le siguieron. Freddie sonrió. Le encantaba cuando tenía ese efecto en la gente.

···

Heeeeeeey :)

Quería deciros que es muy probable que la semana que viene no pueda subir ningún capítulo, ya que me voy de viaje toda la semana. Pero intentaré buscar un hueco, aunque sea por lo menos para escribir.

¿Sabéis quien es Marc Martel? Es el cantante de Queen Extravaganza, la banda tributo "oficial". Y este chico me tiene sorprendida, creo que es la única persona a la que le doy permiso para cantar las canciones de Queen (ok no jajajaja), porque es la voz que más se parece a la de Freddie. Estoy enganchada a "The Mercurotti", es increíble (vídeo en la multimedia, junto con una foto de Roger Taylor y Brian May del vídeo de Breakthru).

Bueno, que tengáis buen verano, o buen invierno, dependiendo de donde viváis.

Bye xx.

INNUENDO~Freddie Mercury, Queen fan fiction #TheQueenAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora